Los soldados del Cholo se arrodillaron en la orilla, mirando a la cara al enemigo y jurando revancha en otra vida. La Supercopa de España ha supuesto una inyección de motivación para los rojiblancos, que supieron sufrir, perder, remontar y, lo mejor de todo, ser ese equipo incómodo que ganó una liga.
El Atlético de Madrid volvió reforzado a España por muchas razones. Es verdad que no ganamos, pero tampoco perdimos. Los rojiblancos supieron soportar un fusilamiento continuo del Barcelona, levantarse y dar un zarpazo en el tramo final del partido. Por primera vez en toda la temporada los colchoneros ganan a uno de los grandes. Un chute de energía que necesitábamos como el comer para todo lo que se nos viene encima.
La final no se ganó, pero tampoco se perdió. Los penaltis son, como siempre, nuestra china en el zapato. Sin embargo, ya hay que pasar página y mirar a lo que viene: Eibar. Los muchachos tienen que reivindicarse en uno de los campos más modestos, un equipo bastante difícil que el año pasado nos complicó las cosas allí y en el Metropolitano.
No hay que golear ni jugar vistoso, simplemente hay que ganar. Simeone ha encontrado su esquema y falta apuntalar varios detalles. Joao Félix sigue sin encajar, pero muestra una rebeldía que enamora con tan solo 20 añitos, Vitolo y Llorente confirmaron que se puede confiar en ellos y el Atleti, que ya es perro viejo, ha empezado a meter ‘miedito’ por la zona de Merseyside.
El partido a partido vuelve a nuestras vidas y solo así seremos importantes a final de temporada. La primera estación liguera del año es el Eibar, un conjunto difícil pero al que se puede vencer si los jugadores continúan en esta línea. Esto acaba de empezar y ya veremos cómo acaba.
16 enero, 2020
Tranquilos cholistas, si el sábado no ganamos, ¡ya tenemos disculpa! Hemos jugado fuera de España, y con prórroga.