Mentiras y Champions

Soy de los que afirma que, aunque repitas muchas veces una mentira, jamás se convertirá en verdad. Podrá pasar desapercibida, pero en algún momento la verdad siempre sale a la luz. He perdido ya la cuenta de cuántos años llevamos con el cuento del crecimiento exponencial, de los altos ingresos o del aumento de presupuesto año tras año hasta convertirse, cada temporada, en el mayor de nuestra historia. No he olvidado las miles de mentiras que rodearon el traslado del Vicente Calderón, nuestra casa, al Metropolitano. De cómo el cambio de estadio iba a traer muchísimo dinero con el que fichar estrellas y armar un equipo candidato a todo.

Aún sigo recordando cómo el cuento fue pegando bandazos según transcurrían los años, primero con un “comido por servido” para terminar con una deuda con Carlos Slim, varias veces renegociada, que hace tambalear el futuro de la entidad. El grotescamente nombrado “mejor gestor del año” presentó, pocos días después de anunciarse el estado de alarma, un ERTE para, siempre según él, garantizar el futuro y la viabilidad económica del Club Atlético de Madrid. Además, hace poco saltaba la noticia en los medios de que las cuentas del Club Atlético de Madrid dependían de entrar en Champions para seguir cuadrando.

Algo que a muchos no nos pilla de sorpresa pero que al aficionado medio le debe haber causado gran impresión. Después de varias temporadas en la elite europea, en las cuales quedar eliminado en fase de grupos, por no decir en octavos, era tildado de fracaso y generar con ello unos ingresos turgentes; después de varios mercados de fichajes en los que se ingresaba por encima de lo que se gastaba, en los que se vendía o impedía renovar a veteranos para aligerar la masa salarial, nuestro CEO nos dice que el Club está al borde de la bancarrota. Si alguien lúcido quiere despejar la ecuación se dará cuenta de que algo no cuadra. Un club que ingresa más de lo que gasta, y que no para de vender que está en continuo crecimiento, no puede estar al borde de la bancarrota. Existen dos opciones para explicar esto: O desde un primer momento el traslado que tanto iba a dar a este club era totalmente inviable y aun así se hizo, o el dinero obtenido durante estos últimos años ha ido desapareciendo por arte de magia hacia no se sabe dónde. Mientras, la Liga aún no tiene modo ni fecha para disputar las jornadas restantes, algo que debería preocupar a todos los atléticos puesto que de no entrar entre los cuatro primeros el futuro económico de la entidad puede peligrar hasta puntos demasiado peligrosos que incluso podrían poner en riesgo la continuidad del Club. La Champions jamás valió tanto.

Autor: Marcos Martín

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