Dortmund fue una de las grandes noches europeas de los noventa, quizá junto a la de Manchester en la Recopa, la más importante de esa década. Volvíamos a jugar la Copa de Europa tras más de dos décadas sin hacerlo, los alemanes nos habían ganado en el partido del Calderón y el duelo del Westfalenstadion era vital para determinar quien sería primero de grupo.
Los teutones se adelantaron en el marcador, pero primero Roberto Fresnedoso y luego esa falta de Pantic que quedará siempre para el recuerdo dieron la vuelta al marcador y el equipo logró una importante victoria, que viendo como fue luego la Champions casi que nos podíamos haber ahorrado, porque el segundo de grupo tuvo un camino muy fácil hasta la Final, de hecho el Borussia acabó ganando la Liga de Campeones esa temporada.
Mañana volvemos a ese estadio que con esta perspectiva trae agridulces recuerdos, aunque ahora lo hacemos siendo uno de los habituales de la Liga de Campeones en las rondas finales del torneo y con el bagaje de muchísimas grandes noches europeas en esta década.
Poco se parece el Atleti de hoy en día a aquel de 1996, por ello la obligación pasa por puntuar en el mítico estadio alemán para conseguir la primera plaza del grupo, porque aunque sabemos bien quienes somos y no olvidamos de donde venimos, el Cholo nos ha acostumbrado tan mal que ya no le tenemos a nadie en Europa.
23 octubre, 2018
«…ya no le tememos a nadie en Europa».
En apenas dos años Kuipers y Clattenburg nos birlaron los dos títulos más importantes de nuestra historia y sin recibir una sola crítica. Eso, cuando menos, produce miedo.