Triunfo de Champions

El Villamarín era la verdadera referencia de la recuperación, ante un equipo con estilo contrapuesto, con una dinámica positiva, al que todo le sale bien, y con la plaza de Champions en juego. Ganó el Atleti y lo hizo a la vieja usanza, compitiendo, sabiendo sufrir cuando había que sufrir, siendo letal cuando tocaba serlo. Apretaba los puños Simeone por el triunfo, por la plaza recuperada, pero sobre todo por ver de vuelta aquel espíritu guerrero, la unión de todos, los esfuerzos repartidos, las dificultades salvadas.

El partido comenzó con un regalo del Betis, que comenzó el partido dormido defensivamente, algo que aprovechó Correa para servir un pase a placer a Joao, que solo tuvo que empujarla desde el área chica. Era el minuto dos. El partido entró en una de esas fases del viejo Simeone, el rival dominaba la pelota, el Atleti dominaba el partido. Se lesionó Guardado, se lesionó Vrsaljko y se lesionó Correa, en una disputa durísima con Ruibal. Entraron al campo Carrasco y Griezmann. El belga entró al partido desconectado, como si aquello no fuese la final que era, su actitud tuvo el culmen en una jugada que quedará para la historia, arrancó por el carril derecho rompiendo el fuera de juego y desaprovechó un tres contra uno, ¡tres contra uno! frente a Bravo, que esperaba el gol resignado. El Betis tocaba en zona de paz, el Atleti defendía cómodo, tan solo las pelotas paradas subían el tono en la grada y en la esperanza verdiblanca. Así transcurrió el partido hasta que en el cincuenta y uno, pasado ya el extraordinario alargue con el que Cuadra Fernández concluyó la primera parte, Herrera hizo una de las suyas y puso en bandeja el gol del empate a Tello, que definió como crack. Para los desmemoriados, esa es una buena síntesis de Herrera en el Atleti.

En la segunda parte el Atleti fue otro, corrió más, presionó más, fue más contundente, dejó claro que no iba a seguir esperando por el resultado. En una jugada por la derecha Llorente galopó desbocado hasta la línea de fondo para poner el pase atrás a Joao que, empujando de nuevo en el sitio correcto, puso a su equipo en ventaja. A Joao le lucirán los goles, que ayer hizo dos y un tercero extraordinario, que fue anulado por una discutida falta de Griezmann, pero sobre todo se le ve otro aire respecto a su influencia en el juego, corre, toca, defiende, se implica. Poco a poco se va viendo al portugués que todos esperan. El Betis lo intentaba con más desesperación y euforia que juego, pero el resultado era ambiguo hasta que Griezmann, en una jugada formidable, recorrió la banda derecha para poner el pase atrás a Lemar, que empujó el tercero para la tranquilidad de todos. Gran partido de Antoine, sacrificado en defensa cuando tuvo que hacerlo, entendiendo el juego a la perfección. La unidad A, Carrasco, Lemar, Griezmann, salió del banquillo para resolver un partido que era casi una final. La plaga de lesiones se extiende, pero poco a poco el Atleti va volviendo a tener su aire de siempre, compitiendo así cualquier cosa es posible.

Foto: atleticodemadrid.com

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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5 Comentarios

  1. Porque ganamos y se diluirá, pero, la labor arbitral no tiene nombre. A ver cuándo el Betis se emplea a fondo con el Sevilla y no contra el Atleti, lo de ayer fue un parte de guerra.

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  2. Ayer se vio a un Atleti bien colocado atrás aunque con algún despiste a la hora de sacar el balón del área.

    Nuevamente fue el pundonor el que contribuyó decisivamente a la victoria, me quedo con el trabajo defensivo de Griezmann y su galopada deshaciéndose de los dos defensores béticos para servir en bandeja el gol a Lemar.

    La parte negativa fue la descomposición del equipo tras el error de ese «tres contra el portero» que nunca se debió fallar.

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    • Me parece bien que resaltes a Griezmman, pero que no digas nada de Llorente que un rato antes hizo lo mismo y lo dio todo, pues…

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      • Se trata de poner una jugada de referencia sin que se tome en detrimento de las de los demás, porque todos los jugadores en bloque contribuyeron de un modo u otro a la victoria.

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