El Alavés planteó un partido tosco, sin espacios, con una línea de seis atrás que era como una trinchera invisible que fagocitaba todas las opciones de gol del Atleti, que salió, de nuevo con muchos cambios en su once, en pos de una victoria que le colocase fuera de distancia de su perseguidor más próximo, el Sevilla, que quedaría cuarto con cuatro puntos de diferencia. Formó Simeone con Oblak en la puerta, Trippier, Savic, Giménez y Lodi en defensa. El centro del campo para Saúl, Thomas y Koke y Morata, Joao y Correa en la punta de ataque.
Las opciones del Atleti pasaban por el primer gol, abrir la lata, conseguir desmembrar la consolidada defensa babazorra y así abrir el camino a un partido nuevo. La primera parte transcurrió entre las imprecisiones de correa, que no conseguía conectar con uno contra uno, y el poco peligro que se produjo vino de las botas de Joao, un jugador con tanta calidad que atrae a su alrededor ese aura en el que las cosas suceden. De media chilena estuvo a punto de abrir el marcador, pero su remate se fue desviado por muy poco.
Sin llegar a la media hora de partido, Simeone refrescó el ataque y dio entrada a Llorente y Costa por Correa y Morata, ambos muy desacertados y poco participativos. Casi sin tiempo para asentarse en el campo una pelota parada de Trippier conectó con un cabezazo inapelable de Saúl, que se reencontró con el gol y abrió las puertas a un partido que empezaba a ponerse feo entre tanta espesura. Inevitablemente los de Asier Garitano tuvieron que salir de su cueva y tardó poco el Atleti en marcar el segundo, en una jugada de ruptura de Llorente que acabó con un extraño penalti señalado, que convirtió Costa para traer la tranquilidad a la vacía grada del Metropolitano.
Entró Carrasco para aprovechar los espacios y el Atleti tuvo varias ocasiones a la contra que pudieron dar con el partido en una goleada, pero la falta de contundencia lo condenó. Fue inquietante que, con un partido aparentemente resuelto, Simeone no agotase los cinco cambios por primera vez en todo este nuevo tiempo. Al final, en el descuento, el Alavés acortó distancias merced a otro extraño penalti, pero ya no había tiempo para más. El Atleti encadenó la cuarta victoria consecutiva, y con ella se consolida en su objetivo a la espera de su visita al Camp Nou, una noche de reencuentros que será decisiva para la Liga.
29 junio, 2020
El «catenaccio» que montó Asier Garitano lo tenía muy premeditado. Venía de ser goleado en Balaidos, donde jugó con un equipo mas «titular» y por lo tanto mas castigado, al tener que jugar cada tres días.
Aquí se limitó poner un 1-6-4 que no pasaban de su linea de medios en defensa, con gente que tenían que ocupar muy poco espacio, al estar tan cerca uno de otros y además fresca. Con lo cual se hacía imposible el entrar en el uno contra uno y en eso ellos siempre tenían con quien ayudar.
Las entradas de Llorente, Carrasco y Costa ayudaron a que se solucionara el partido.
Mañana veremos otro tipo de partido y aunque como dice Simeone este es un año de transición, el Barca es una buena piedra de toque para ver lo que se ha logrado en este año. Ellos se lo juegan todo y nosotros ver cómo estamos de cara a la Champion en Agosto.