El adiós de un Faraón

En el imaginario de la mentira impuesta, el Metropolitano vino para inaugurar una nueva época, magnífica, brillante, soñada. La realidad, que no entiende de engaños, es que el flamante estadio del Atleti destila aroma de andén de vieja estación, un lugar en el que se acumulan las despedidas que van poco a poco enterrando una época magnífica, brillante, soñada.

Se marchaba Godín, se despedía de su gente. Lloraron todos, como se llora cuando la pérdida es tan grande, cuando la separación definitiva, la muerte anticipada. Lloraron todos de pena, de nostalgia, de orgullo, pero también de rabia. Lloraron porque sabían que no tocaba todavía, que aquel entierro estaba forzado por los cerebros pensantes de la mentira impuesta. Cantaba la gente a su faraón y el dos eterno del Atleti lloraba desde el fondo de la zaga. No son licencias poéticas, son ramalazos de realidad. Enfundado en la rojiblanca que tantas veces ha honrado, Godín lloraba mientras tiraba el fuera de juego, mientras se anticipaba y cuando la jugada avanzaba hacia adelante él miraba a la grada, que no paraba de cantarle y lloraba. Lloraba de pena, de nostalgia, de orgullo, pero también de rabia.

Hubo un partido que se volvió intrascendente como suele ser todo aquello que acontece alrededor de la desgracia. A nadie le importaba el Sevilla, ni la superioridad del Atleti, ni la persecución del VAR, ni el infortunio del gol, el empate postrero, el punto, el subcampeonato. Lo trascendente sucedía entre la grada y Godín, que apuraba sus minutos, sus últimos saltos, sus últimas carreras, los últimos toques al balón.

Todo acabó. Inexorable tiempo, juez implacable. El jugador hablando a su gente a través del micro, la gente hablando al jugador a través del corazón. Otra leyenda que se marcha, si bien de una forma distinta, sin consenso, sin querer marcharse. La afición le entregó la memoria, reconoció el legado, la leyenda que es y será siempre y Godín les devolvió la emoción, agradeció a todos y dejó claro que se iba el jugador y quedaba el hincha. El Atleti le había enseñado una forma vida. Ellos sonreían porque lo saben; no es sólo fútbol, es la manera en que caminamos por la vida.

Para terminar dejó una frase que define el espíritu que los une a todos. Delante de una mesa repleta de trofeos, ganados con un liderazgo incuestionable e insustituible, Godín le dio la espalda a las copas, miró a su gente y les dijo que  “lo importante es el recorrido, no los títulos”. Después, en la última vuelta de despedida Godín se enfundó una camiseta clásica, con el escudo verdadero, y golpeó así, con esa contundencia que le ha caracterizado en la cancha, con esa elegancia que le ha definido en la despedida, a todos aquellos que habían provocado esa despedida anacrónica, a destiempo, que no tocaba todavía. Se marchó el Faraón y dejó un reguero de lágrimas que hizo desbordar el Manzanares. Gracias por todo lo que nos diste Diego Godín. Vuelve pronto, en la forma que sea.

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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3 Comentarios

  1. muy emocionante, el destino es inexorable. FORZAAA ATLEETII SIEMPRE

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  2. Pero qué manía con el escudo. ¿ Solo el del ribete amarillo era el verdadero ? ¿ Y los quince, o los que fueren, anteriores no?. ¿ Que le pasa al de ahora ? Si viene a ser el mismo ¿ No gusta ? ¿ A quién ? ¿ Por qué ? En todos los cambios anteriores nunca se le preguntó a nadie. Exactamente igual que esta vez. Tengo ese escudo en camisetas de puma, de reebok y de nike. Y qué. A mí tampoco me preguntó nadie por el espantoso adefesio de camiseta que lucimos en Turín. Llevar semejante cosa fue tan humillante como el triplete del cromañón anabolizado. Pero supongo que a alguien le gustará.

    Diego Godín ha sido un jugador ejemplar, en todo. Y además, sin tatuajes repugnantes, sin peinados grotescos, sin grititos histéricos, sin estupideces de ningún tipo. Un hombre de verdad. Y un excelente jugador de trayectoria impecable y de actuaciones decisivas. Y a mí me parece perfecto que se le haya brindado una despedida tan bonita.
    Yo no sé si dentro de 3 temporadas será capaz de mantener el nivel competitivo exhibido en estos 9 años en el Atleti. Pero sinceramente, lo dudo. Es una cuestión fisiológica y temporal. Irse libre le ha permitido firmar, o apalabrar, un contrato fantástico para retirarse forrado de dinero, después de haber dado sus mejores años aquí. Me parece perfecto. Lo demás son sentimentalismos inútiles. Por querer, me gustaría que siguieran jugando Luis, Irureta y Gárate, Pereira y Marina y Futre y Falcao. Creo que se ha ido en el mejor momento, antes de que empezara su declive, que será inevitable, como el de todo deportista.

    Y lo del imaginario de la mentira impuesta ya es rizar el rizo. Sí, supongo que se podría haber seguido en el Calderón 50 años más, o hasta que se viniera abajo algún graderío en algún día aciago. Puestos a elegir, a mí me hubiera encantado conocer el viejo Metropolitano de la Ciudad Universitaria. Es más, lo que me gustaría realmente es que nunca nos hubiéramos mudado de ahí, porque el sitio era estupendo. Pero lo cierto es que tenemos un nuevo estadio magnífico, al que, por cierto, acuden más aficionados que al Calderón, y que a algunos ya nos cansa tanta crítica gratuita. Sí, es un estadio flamante y tiene toda una vida por delante para que el Atleti siga escribiendo en él su historia de emociones, de victorias y derrotas. Pero está por escribir, lógicamente. Andando el tiempo.

    Gracias Godín. Que ganes mucho dinero en Milán. Y aúpa Atleti.

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  3. Ya he escrito en una de estas crónicas, que Godín se marchaba sin rencor hacía nadie.
    Para él, era el momento. A nuestro club, a su club, le ha dado lo mejor de su carrera deportiva y quizás le podría haber dado algún año más ¿Per a cambio de que? lo que nosotros le podriamos pagar es una parte muy menor de lo que va a recibir en el Inter. Seamos agradecidos.
    No es que le pudiesemos pagar lo que va a ganar en el Inter, es que la Hacienda italiana solo le cobra el diez por ciento.
    Va a ganar en Italia lo que no ha ganado aquí en siete años. Es cuestión de saber sumar. Tres años a casi siete millones en Italia son limpios casi 19 millones, sin contar sueldo y primas. Aquí pagándole igual son diez millones limpios.
    Él se va bien, el club y Simeone, en Diciembre, pusieron el dinero en Lucas, y este se fue. En Diciembre Godín dio su palabra al Inter.
    El que mas me preocupa es Griezmann. No le veo que sea uno de los nuestros. Me dan mas confianza Morata y Lemar.
    Lo mismo en la reunión que van a tener Miguel Angel y Griezmann, nos llevamos la gran sorpresa. Es muy capaz. Su casa le queda casi a la misma distancia.
    Además, tanta reuniones, no pueden traer una buena noticia.

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