El Atleti está sumido en la mayor depresión de la década. La Copa era una ilusión, casi una necesidad, un clavo ardiendo, una oportunidad, era todas las cosas positivas que uno pudiera imaginar, pero al final todo eso eran ficciones, la Copa no fue más que una prolongación de un estado depresivo, casi incomprensible, en el que el Atlético de Madrid se encuentra, que parece tener múltiples causas, demasiadas, un problema que no parece superficial y cuya hondura cada vez permite ver menos la luz.
Anoeta no era el mejor lugar para salir de la crisis porque allí aguardaba un equipo hecho, que sabe lo que quiere, con jugadores comprometidos con una causa, un equipo como solía ser el Atleti, con las ideas claras, con jugadores importantes y reemplazos con hambre, que minimizan las diferencias. En los diez primeros minutos los de Alguacil pasaron por encima de los colchoneros, que sufrían cada centro lateral como el diagnóstico de una muerte casi anunciada. Simeone formó la defensa con Vrsaljko, Felipe, Hermoso y Lodi, lo que tenía. No había más jugadores del primer equipo, el resto eran chavales del filial. El resultado fue una catástrofe, la pareja de centrales demostró no estar a la altura de un equipo de este nivel y en estos partidos, especialmente ayer, quedó patente cuánto disimula un buen central la presencia de otro.
Felipe y Hermoso fijan mal la marca, defienden mal los centros laterales, los balones parados son una película de terror. Salen de posición de una manera ridícula y ahí, en ese descampado que es el mediocampo para un defensa, comenten faltas que cuestan tarjetas y condicionan el juego. Anticipan mal, miden a destiempo. Un desastre completo al que es difícil sobrevivir. Lo hizo el Atleti a dos ocasiones clarísimas de la Real, pero no fue sino un milagro que se pudo haber culminado con una jugada en el otro área. Carrasco, solo, la tiró al palo. Eso es el Atleti ahora, la anticontundencia, el antiAtleti.
Desde ahí, el partido solo tuvo cosas malas, llegó el gol de la Real, que hay que verlo repetido muchas veces para entender cómo pudo Januzaj rematar de cabeza entre tanto jugador rojiblanco. Remando en contra, tampoco se vio nada. No hubo ese espíritu que se necesita para rebelarse, no hubo orgullo, ninguno de esos intangibles que con frecuencia se necesitan en el fútbol para revertir situaciones complicadas.
Al inicio de la segunda parte, para rematar su noche terrible, Felipe regaló una pelota a Sorloth para que encarase mano a mano a Oblak e hiciese el dos a cero. Simeone movió el banquillo y puso sobre el campo todo lo que tenía, esto es: Suárez, Cunha y Lemar. Salieron Koke, Lodi y Correa pero el equipo no mejoró, bien al contrario, se partió, no hubo centro del campo, el mexicano Herrera estuvo desbordado, otro jugador que demostró no estar para estas lides y la Real pudo convertir el partido en una goleada de escándalo, las contras se sucedían y el Atleti ni siquiera era capaz de generar el mínimo peligro.
A diez minutos del final entraron Carlos Martín y Javi Serrano, dos chavales de la cantera y tal vez fuera esto lo mejor del partido. Serrano se hizo el amo del medio campo, nos recordó al añorado Gabi, cortaba, distribuía, aparecía siempre en el lugar preciso, con la fuerza precisa. El canterano cambió el rumbo del Atleti y por primera vez e hizo lo que se requería, dominar, empujar a la Real atrás, someterla cerca de su área. Pudo haber una oportunidad, pero Remiro, el portero donostiarra, sacó la picadita que Cunha intentó tras el pase de Suárez, que lo dejó mano a mano con la portería. No era la noche. Se acabó la Copa, continúa la depresión. Una noche horrenda donde tal vez la única cosa que merezca la pena rescatar, reseñar, recordar para siempre, además de la irrupción de Serrano, es que el Atleti volvió a jugar con su legítimo escudo en la camiseta. No fue una buena noche para el regreso, pero como una vez dijo Simeone, a los mejores soldados no les dan las batallas fáciles.
Foto: atleticodemadrid.com
20 enero, 2022
El Cholo, hasta no hace mucho, sacaba de los jugadores el 200% (salvo excepciones tipo Gaitán, Vietto o cosas así, pero eran excepciones)
Ahora está claro que no es capaz. Y lleva siendo así unos años, salvando el hermoso espejismo de la primera vuelta de la 20/21.
Igual es que Germán «el Mono» Burgos tuvo algo que ver en el rigor táctico de antaño… y este señor de ahora Nelson Vivas no le llega ni a la suela…
En fin, aunque dé pena verlo jugar en estos días, aupa Atleti!
20 enero, 2022
¡¡¡AÚPA ATLETI!!!
20 enero, 2022
eN UN ARTÍCULO RECIENTE EN ESTE FORO, SE MENCIONABA QUE LA COPA, ERA ÑUN TORNEO PARA DAR OPORTUNIDADES A LOS CANTERANOS. nADA más lejos de la realidad; el Cholo no confía en la cantera, solo les da opciones en pretemporada, supongo que para tratar de venderlos, como el caso reciente de Toni Mollá. pienso que cualquier canterano lo haría mejor que Felipe o Hermoso, pero hace años que aquí sobra la cantera. La cuaestión es que ya hemos perdido opciones de ganar títulos asequibles, y claro, el único objetivo por desgracia a estas alturas, es la de quedar entre los cuatro primeros para poder jugar en champions. Si esto no se consigue, el club, no podrá seguir manteniendo al entrenador ni su equipo con los actuales emolumentos. Lo que me tiene harto, es el discurso repetitivo del Cholo, sin bascar soluciones que modifiquen esta situación. No nos engañemos, jugando así el sábado, no ganaremos al Valencia. La pena es que en el banquillo, no esté Mn<ano, para poder descargar los cholistas toda su ira.
Dentro de poco tiempo, a lo peor, no estamos ni entre los 10 primermos, ojalá me equivoque pero…..
20 enero, 2022
Después de que el árbol caiga es muy fácil hacer leña de él, sobre todo en un equipo como el Atleti que no cuenta con una Caverna mediática que minimice los desastres con palabras y frases estudiadas, y que desvíe a su interés las corrientes de opinión.
Ayer el Atleti volvió a ser víctima de ese juego que tanto reclamaban la Caverna y sus seguidores, tanto blancos como rojiblancos, ambos coincidían en que se aburrían y que había equipo para más.
La diferencia es que ahora, los blancos se regocijan y los rojiblancos dicen que lo que querían era otra cosa, vamos que eso de sentarse en la misma mesa que los poderosos venía gratis y por arte de magia.
El primer gol de la Real es un reflejo de lo que un equipo no debe hacer nunca y al Atleti ya le han marcado demasiadas veces así. Cuatro jugadores mal colocados en el área rival intentan hacer presión sobre el jugador que lleva el balón, este no se pone nervioso y saca el balón al medio campo mientras que los jugadores del Atleti corren desbocados para incrustarse en su propia área, dejando completamente libre el centro del campo, el rival mete un balón a placer en profundidad por la banda y tras el centro, remate a gol ante la mitad de la plantilla asfixiada por la carrera y la descolocación de la otra mitad.
Cuando ya no queda nada, siempre se tiende a buscar un asidero, aunque este sea pequeño y esté ardiendo. Ese es el tema de los canteranos, un tema recurrente siempre que no van bien las cosas. La realidad tantas veces demostrada es que poner a un grupo de chavales a disputar una liga profesional a lo único que lleva es a quemarlos y a pelear por el descenso.
Simeone tiene pocas opciones con el plantel con que cuenta y me parece que de aquí al final de la temporada va a ser un calvario permanente.
20 enero, 2022
El fútbol es un estado de ánimo. Esto se puede comprobar cada semana, el estado anímico es más que otras muchas cosas, como la técnica o la capacidad física, si él estás vendido.
Cuando llegó Simeone cambió eso, ahora parece que no puede, por lo que sea, por cosas que yo desconozco, cosas que van saliendo a la luz con intereses espurios.
La realidad es que ayer nos pasaron por encima, fue una paliza grande y sólo un milagro nos salvó de salir con una goleada de escándalo, que visto lo visto, quizás hubiera sido lo mejor. A los futbolistas les pesan las botas y les atenazan los nervios, sólo se salvó el coraje y la garra que le pusieron los dos canteranos cuando salieron, le pese a quien le pese.
Yo no tengo la solución y no creo que sea sencilla, pero me parece imprescindible formar un bloque defensivo serio y que muerda.
Las constantes faltas a Joao son una directriz de cada entrenador con el beneplácito arbitral y él, que necesita poco, pues se va del partido.
20 enero, 2022
Siempre voy a pensar que es un problema de actitud.
Lo de los nervios en un profesional de forma individual lo entiendo, pero en un colectivo en una plantilla con una media de edad de 26 años, con jugadores con 200 partidos en Primera División, no me lo trago.
Y menos cuando en ese mismo partido salen dos jugadores que prácticamente debutaban en Primera viniendo del juvenil y lo hacen con total naturalidad. Sin nervios.
Esto es una cama como un día de fiesta que dicen en el pueblo.
Lo bueno es que se pueden señalar a jugadores, que como se dice en el articulo, actúan de forma ridicula.
Para mí cometen errores propios de jugadores sin actitud.
Vi el partidos por fases en las cuales quitaba el sonido e intentaba ver a algún jugador que de verdad disputara un balón. Hay uno que en una ocasión hasta se aparta.
Mi esperanza es que se recuperen jugadores como Savic, Giménez, Llorente y Griezmann. Esos cuatro jugadores son importante para ver la actitud general de la plantilla. Si se sigue jugando con la misma actitud, entonces «Houston, tenemos un problema».
20 enero, 2022
Las hordas abertzales volvieron a aterrorizar y violentar a la expedición atlética con la impunidad de siempre. Este no será el foro para subrayar la nada chocante sumisión de la siniestra extrema izquierda a la no menos criminal agenda globalista, mientras descarga toda su repugnante violencia contra cualquier cosa que considere enemiga, pero como me toca tanto los cojones que la puta gentuza de siempre se líe a pedrada limpia contra mi equipo,o cualquier otro, sin consecuencia ninguna y sin que se tenga la menor intención de zanjarlo, expreso aquí la repulsión que esto me provoca.
Sí, vale, pero aquí se habla de fútbol. En serio ?. Ayer, si alguien con pelotas estuviera al frente del Club, deberían haberle dado instrucciones al pobre conductor del bus para cambiar de dirección, no entrar al estadio y dirigirse al juzgado de guardia a denunciar la intolerable agresión. Es lo que se debería haber hecho hace décadas. Y al quinto partido suspendido, con sus correspondientes multas millonarias, se habría acabado para siempre con semejante indecencia.
Y el Atleti ? Pues que da pena, oiga, que no sabemos qué le ha pasado en 6 meses y que nos tiene muy tristes.