Han pasado ya un par de semanas desde que Juan Francisco Torres Belén anunciara su adiós al Atlético de Madrid tras nueve temporadas. La espantada de Griezmann y la amenaza de desbandada en la primera plantilla opacaron la marcha de una de las mayores leyendas de la Historia reciente del club rojiblanco. La actualidad y el morbo mediático mandan. Es así de triste. De ello fue víctima el hincha atlético, que no pudo despedir a uno de sus emblemas de la forma merecida.
Porque Juanfran no es Griezmann. Está muy lejos de serlo. El de Crevillente jamás ha copado las grandes portadas ni ha sido muy dado a las estridencias. Tanto es así que, en su último partido en el Metropolitano, prefirió guardar silencio sobre su futuro para que el público se concentrara exclusivamente en homenajear a Diego Godín. Así es Juanfran. Modesto, sencillo, honrado. Un tremendo profesional, además de un extraordinario futbolista. No en vano, Juanfran deja tras de sí 355 partidos con la zamarra colchonera y un total de siete títulos en su haber. Todos ellos, conseguidos de la mano de Diego Pablo Simeone.
La figura del ‘Cholo’ resultó capital en la carrera de Juanfran a orillas del Manzanares. Y es que los inicios no fueron nada fáciles para el alicantino. Su incorporación en invierno, su pasado madridista y la escasa confianza de Quique Sánchez Flores en él relegaron al ‘20’ a un papel secundario en el equipo. El regreso de Manzano al banquillo colchonero tampoco mejoró la situación del ex de Osasuna. Tanto es así, que el por entonces técnico rojiblanco decidió probar a Juanfran como lateral derecho en un partido de Liga frente al Granada. Su primera actuación como zaguero no resultó esperanzadora, pero asentó las bases de su reconversión. Una vuelta después, ya con Simeone a los mandos y frente al mismo rival, una galopada memorable del alicantino terminaba con un gol de Falcao y con el Calderón puesto en pie.
Aquella carrera histórica por la banda inició el idilio de Juanfran con la parroquia rojiblanca. Aquel extremo madridista convertido en lateral colchonero se convirtió en uno de los artífices del mejor Atleti de la Historia. Suya fue la banda derecha durante los mejores años del ‘Cholo’ en el banquillo del Vicente Calderón. Su regularidad, su buen hacer defensivo y sus grandes internadas en ataque hicieron del alicantino uno de los mejores laterales diestros de la Historia de la entidad. No es casual que Tomás Reñones y Carlos Aguilera fueran quienes le entregaran la placa conmemorativa en su acto de despedida. El nombre de Juanfran está grabado con letras de oro junto a los suyos.
Para el recuerdo quedaron momentos como la épica salvada bajo los palos en la final de Copa frente al Real Madrid, su asistencia a Adrián en Stamford Bridge o su centro a Carrasco en Milán. También los hubo malos, como el penalti fallido en la final de la Champions de San Siro. Ese fue el único borrón de una carrera inmaculada e imposible de empañar. Llegó un vikingo y se fue un indio. Llegó un extremo y se fue un lateral. Llegó silbado y se fue ovacionado. Llegó un hombre y se fue un mito. Nunca será tarde para decirlo, porque su legado es eterno. Gracias Juanfran. Hasta pronto.
