Juanfran Torres y la recompensa al esfuerzo

Recuerdo que cuando llegó le tocó jugar en el Bernabéu sin apenas haber entrenado previamente. Si no recuerdo mal fue un fichaje inesperado, de estos que se hacían en el Atleti hasta hace poco, un sinsentido que nos pilló por sorpresa en un club de bandazos constantes. Y para colmo esta vez llegaba un madridista.

Ocho años después de su llegada, llega su salida y creo que nadie hubiera imaginado cuando se anunció su fichaje lo que hoy sería Juanfran en la historia del Atlético de Madrid. Más allá de sus números, es posible que sea el mejor ejemplo de que la afición rojiblanca juzga lo que das, no lo que haces. Y aun así podemos decir que, en sus años como colchonero, han pasado por el mundo del fútbol pocos laterales derechos mejores que él. El simple hecho de haber formado parte de una plantilla que seguramente haya conseguido colocarse como la mejor de la historia del club por sus logros entre 2012 y 2016 ya le habría reservado un hueco en la memoria, pero el alicantino lo ha conseguido por sí mismo.

Su plenitud fue en 2014, desde ahí todos hemos observado un descenso en su rendimiento que respondía a la lógica de una posición exigente para Simeone y los años que se iban acumulando en sus piernas. Aun así, a pesar de haber intentado renovar su posición temporada tras temporadas, los mejores partidos en el lateral derecho siempre han respondido al nombre de Juanfran Torres. Podemos decir que no sólo ha sabido interpretar lo que buscaba Simeone, sino que también sabía lo que necesitaba el Atlético como club y su afición. Y esto lo ha entendido hasta el último momento, cuando ha visto que su relación con el club no sería buena para ambos, decidió irse, sin exigencias y sin hacer ruido.

Ocho años de momentos que todos tenemos grabados, buenos y malos aunque más buenos que malos, por lo que sería injusto no recordar a Juanfran con todos los honores. No hay mejor ejemplo que su intervención en la final de Copa de 2013 para mostrar al mundo que es entregarse y luchar hasta el final. Igual que es imposible no tener en la memoria sus dos carreras en Stanford Bridge con sus correspondientes goles.

Igual que para Raúl García, sus inicios no fueron fáciles teniendo incluso que sacrificar su posición habitual para tener hueco en el equipo y, sin embargo, bendito sacrificio, para él y para los aficionados, que de la nada se han encontrado con el dilema de si Juanfran ha sido o no el mejor lateral derecho de la historia del Atleti. Yo no lo sé, pero el simple hecho de que en un club centenario exista ese debate, ya habla de la magnitud de los logros de Juanfran como rojiblanco.

La época dorada del Atleti se va marchando poco a poco. No sabemos si llegará una mejor pero desde luego no va a ser igual.

Autor: Emilio Cabrera

Cañailla afincado en Sevilla y del Atleti. Estudiante de Periodismo

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