El Atlético de Madrid ha recuperado la normalidad. Seis goles encajados en apenas tres partidos habían encendido las alarmas en el seno del cuadro rojiblanco. Tanto hinchas como medios de comunicación evocaban al pasado para reclamar la solidez perdida. Menos de un mes ha hecho falta para que Diego Pablo Simeone haya convertido a su Atleti en una muralla infranqueable. Desde el gol de Matuidi en el Metropolitano, el Atlético de Madrid acumula 360 minutos sin recibir una diana. O lo que es lo mismo, cuatro partidos consecutivos sin encajar.
Celta, Mallorca, Real Madrid y Lokomotiv se han topado con la solvencia defensiva del cuadro del ‘Cholo’. Por el camino, nombres como Felipe y Arias se han ido incorporando a la rotación ofreciendo un notable rendimiento. Tanto es así, que el brasileño ya amenaza con discutirle la titularidad a Stefan Savić. El montenegrino ha sido uno de los jugadores más destacados en este inicio de temporada. Sin embargo, la irrupción del ex del Porto junto a Giménez ha empezado a justificar por qué es el central más caro de la historia del club. El caso del colombiano merece también una mención aparte. Inédito ante el espectacular nivel de Trippier, sus actuaciones en Mallorca y Moscú demuestran que el lateral ‘cafetero’ promete batallar duramente con el británico por el puesto.
Más allá de las individualidades, la resurrección del ‘viejo’ Atleti sólo se entiende en clave colectiva. Nadie negocia ni una gota de sudor, sea para salir al contragolpe y marcar un gol como para correr hacia atrás a la hora de frenarlo. A ello hay que sumarle el asentamiento de los nuevos fichajes. Con todo ello, el equipo ha recuperado los automatismos que lo hicieron reconocible. El archiconocido 1-4-4-2 de Simeone vuelve a carburar de la mano de un colosal Thomas. El ghanés se está erigiendo como el ancla insustituible de la nave rojiblanca. De sus botas nace el equilibrio defensivo y el fútbol ofensivo del Atleti, de ahí que muchas voces ya se estén apresurando para pedir su renovación inmediata. El ‘huracán Thomas’ se ha llevado por delante a Marcos Llorente o Héctor Herrera, incapaces de entrar en un once donde Koke y Saúl son inamovibles.
En pleno aluvión de críticas contra los canteranos, el ‘Cholo’ ha cerrado filas en torno a ellos. El técnico argentino es consciente de que la labor que desempeñan ambos futbolistas en su sistema es irremplazable. El sentido táctico del vallecano y el despliegue físico del ilicitano son dos de las claves en la mejoría defensiva del Atlético de Madrid. Cabe destacar que Simeone ha estado alternando las posiciones de los dos entre el mediocentro y la banda. Como interior, Saúl parece estar recuperando el nivel que parte de la afición le demandaba. Sea como fuere, lo cierto es que tanto el ‘6’ como el ‘8’ son absolutamente innegociables.
El trabajo de los puntas es otra está siendo otro de los elementos decisivos en el trabajo táctico-defensivo del Atlético de Madrid. En Rusia, Simeone pudo probar con el tridente de ataque por primera vez en toda la temporada. No será la última, siempre y cuando las lesiones y las sanciones lo permitan. Para el ‘Cholo’, jugar con dos delanteros puros resulta esencial en su idea de juego. El trabajo de desgaste de Diego Costa y Álvaro Morata va más allá de sus desmarques de ruptura, su juego de espaldas y sus batallas contra los centrales en cada balón al área. De ellos depende el inicio de la presión y el correcto funcionamiento de las basculaciones. Su labor permitió liberar más a João Félix en tareas defensivas y potenciar su verticalidad en ataque. El resultado fue inmejorable: gol en el 0-1 y asistencia decisiva para Costa en el 0-2. Con Costa y Morata, el Atleti no sólo gana en defensa; también en ataque.
Aunque si alguien no puede faltar en esta lista, ese es Jan Oblak. El guardameta esloveno ha recuperado (si es que lo perdió alguna vez) el nivel que lo ha encumbrado como el mejor portero del último lustro. Su figura apenas ha comparecido en los últimos partidos. Sin embargo, sus puntuales apariciones han servido para sostener a su equipo y, al mismo tiempo, maravillar al planeta fútbol. Especial reconocimiento merece su mano a Krychowiak en el último partido de Champions. Muchos se atreven a compararla con su legendaria triple intervención frente al Bayer Leverkusen en 2017. Y es que no se puede entender un Atlético de Madrid infranqueable sin Jan Oblak. Él es el último y mejor secreto del regreso del ‘viejo’ Atleti. Así de “básico”, así de simple.
Foto: atleticodemadrid.es