Recuerdo perfectamente el día que Simeone fichó por el Atleti como jugador. Pese a haberme dedicado mucho tiempo a ello, nunca he sido consumidor de prensa deportiva, pero recuerdo ese día en el programa +Deporte de Canal+ como con la voz de Juan Carlos Crespo los jugadores del Sevilla llevaban en hombros al Cholo ante un fondo norte del Pizjuan entregado al cántico “ole, ole, ole Cholo Simeone”.
Son cosas que sin saber porque, se te quedan grabadas en la mente, quizá por el hecho de que veníamos de dos temporadas de no hacer las cosas bien en lo deportivo y me llamó la atención que alguien tan querido en un sitio se quisiera venir a un lugar tan convulso en ese momento. Bendita la hora de ese fichaje, cambiaría nuestra historia para siempre. Primero fue ese partido, precisamente en el Pizjuan, donde nos jugábamos el descenso y el Cholo sacó su garra para increpar a uno de sus ex compañeros, luego sus goles en el Doblete, muchos de ellos decisivos, como el de Vigo, o el del mismo 25 de mayo contra el Albacete.
Un legado como futbolista plasmado en aquel día de despedida con la pancarta “Cholo único”, porque el Cholo ha sido único en nuestra historia, al día de hoy, junto a Luis Aragonés, con grandísimos paralelismos entre ambos en su figura como jugador y como entrenador, las dos grandes e indiscutibles leyendas de la historia del club.
Hoy el Cholo cumple 50 años, volvió al Atleti cuando más le necesitábamos y lo que ha ocurrido en estos casi 9 años todo lo sabemos y lo mejor está por llegar. Felicidades jefe, que sean muchos más a tu lado.
Simeone. Foto: Getty Images