Carrasco no cuenta con simpatía entre un amplio sector de la parroquia colchonera. Poco importa que sea uno de los jugadores de más calidad de la plantilla, probablemente el más vertical y el más desequilibrante junto al Griezmann, y que tenga un talento que le permite hacer cosas diferentes, algo necesario en bloques tan compactos.
No goza con la simpatía de buena parte de la parroquia colchonera y eso que casi nos da la Champions el solito, en Milán, no sólo fue su gol que nos dio el empate, sino que en la segunda parte destrozó a Danilo por la banda izquierda siendo el foco de todo el peligro. Tiene talento para hacer cosas diferentes y eso implica muchas veces tener un carácter diferente que la prensa se ha encargado de enfocar como algo negativo. Según los periodistas, Carrasco le ha dicho a Simeone que no quiere jugar por la banda derecha e incluso cuentan que se cabrea mucho cuando le cambian.
Ahora nos cuentan que ha discutido con el profe Ortega, lo que le valdrá como una nueva dosis de rechazo en la buena parte de la parroquia rojiblanca que no le ve con buenos ojos, pero a mí Carrasco me gusta, mucho como futbolista y también con su carácter porque en un bloque donde van todos a una y a muerte con uno, nunca viene mal que haya uno que ponga la nota discordante.
Foto: Fran Pérez