El Atlético está muy bien construido. Con unos buenos cimientos, una gran fachada, algo de fondo de armario, materiales muy jóvenes que podrían durar una década y un arquitecto TOP en Europa. Si subiéramos la oferta a ‘El idealista’ tendríamos uno de los pisos más caros de la zona pero el ático es feo, poco espacio y terraza con columnas.
El proyecto 2016/17 debería empezar por limpiar la zona ofensiva. Partiendo de la base de que la apuesta Jackson ha sido uno de los mayores fracasos de la era Simeone, la inversión debe ser un delantero que cumpla los requisitos que persigue el técnico argentino. Diego Costa es perfecto, el brasileño está loco por llegar y en caja hay dinero para acometer la operación. Con Torres como complemento, podrían hacer buenas migas ofensivas.
Vietto está siendo una de las decepciones de la campaña. Al argentino hay que cuidarle por su enorme juventud pero exigirle, ya que es una gran inversión. Necesita una descarga, un estímulo o quizá como anticipaba Roig, un año más en un equipo en el que te salga callo, en el que madures, juegues, te peguen y al final seas capaz de liderar. La sombra de Griezmann es muy alargada (y cómoda), al calor de sus goles se puede vivir relativamente bien.
El Atlético necesita a Borja Bastón. Sería un mensaje, una declaración de intenciones y hacer cumplir un mensaje que repite mucho Simeone: “el trabajo paga”. El canterano tiene un olfato goleador único. Descarga juego, ve portería, va bien de cabeza y rematando a un toque, hay pocos como él. Sería un gran complemento, una sensacional bufanda para cuando haga frío. Sus 17 goles son un registro que hará que las ofertas por Bastón se disparen. En la mano del Atlético estará reforzar bien su plantilla o dejar escapar a un goleador al que si las lesiones respetan, podrá hacer larga carrera en el club.