Fernando Torres es el Atleti. Llegó con la cara llena de pecas cuando estábamos en Segunda y nos devolvió la ilusión y la categoría. Cuando el «cluz» pensaba más en la cuenta de resultados que en los resultados para echar cuentas y soñar, viendo que con su salida podría beneficiar al equipo de su vida y ganar títulos en un grande, se fue a Liverpool y se convirtió en la estrella del equipo y en el traspaso más caro de la Premier. Ganó dos Eurocopas y un Mundial. Hasta una Champions. En ese tiempo el Atleti fichaba con el dinero de su venta a Forlán, Maxi y Simao. Y entrábamos por fin en Europa después de años de equipos mediocres con Torres más solo que la una. Luego vino el Cholo y empezamos a ganar títulos. Y por fin se unieron los dos para lograr el sueño aún por culminar: Ver a una leyenda viva, en activo, levantar un trofeo en el club de su vida, de su alma. Y está en camino.
Al que muchos daban por muerto parece que ahora está más vivo que el resto. El miércoles sembró la esperanza de la remontada en la grada con una segunda parte soberbia en una semifinal de Copa contra el Barcelona de Messi, Neymar y Luis Suárez. Salió desde el vestuario en la segunda mitad y cambió completamente el partido, el estado de ánimo, el resultado y la eliminatoria.
Hoy ha salido de inicio. Ha errado una que parecía fácil en el primer minuto, ha provocado el penalti que ha fallado Griezmann, lo ha rematado dentro y en la segunda parte ha marcado como antaño, levantándola ante la salida del portero. Ha presionado, ha defendido, se ha desmarcado, ha demostrado que está en forma y que es el nueve que necesita el Atleti, el nueve del Atleti, el Atleti.
Ahora que todos lo hemos visto. Y con todos no me refiero a los medios de intoxicación masiva, sino a los aficionados al fútbol y al Cholo Simeone. Digo que ahora que todos lo hemos visto nos parecerá lógico que se le dé la continuidad que el año pasado tuvo Jackson Martínez, o Correa y que este año han tenido Gameiro o Correa para que nos vuelva a sacar las castañas del fuego otra vez, como el año pasado, pese a quien le pese. Y sin abrir la boca, sin patear botellas, sin malas caras. Siempre sumando, siempre Fernando.
Foto: clubatleticodemadrid.com
6 febrero, 2017
Los agoreros, han querido enterrar al niño y a Gabi, pero ahí están los dos. Mañana podemos perder, pero si jugamos con las ganas del segundo tiempo del partido de ida, aún se puede dar la campanada. ¡Cuánto me gustaría! Les taparíamos la voca a toda esa asquerosa carroña que cada día esconde menos el descaro a las claras que tienen para defender sin rugor sus intereses personales defendiendo a los poderosos. Si yo fuese alguna marca importante, no daría un euro a ganar a esos medios que se rodean de inútiles junta letras, para poder vender, gracias a la mierda de los que han nacido para vivir del cuednto.