El mundo está lleno de ideas, unas ideas que sin una buena ejecución se quedan en eso, en un ente abstracto acompañado de la nostalgia y melancolía de aquello que pudo ser y no fue. En el Atlético no estamos acostumbrados a las buenas ideas, sobre todo si no es responsabilidad de Simeone cuya contratación fue de las últimas buenas ideas que ha habido desde el plano institucional.
Posiblemente, la única forma de convencer a la afición del cambio de estadio era a base de buenas ideas y la mejor ha sido la de recordar en los alrededores a personas destacadas en la historia del club con el conocido “Paseo de Leyendas”. Sin embargo, como decía anteriormente, sin una buena ejecución lo que podía ser un punto de unión y recuerdo de todos los aficionados rojiblancos se puede convertir en otro motivo de crítica y controversia. Y toda la información que ha dado el club al respecto hasta ahora invita a esto último.
En el anuncio, el club lo definía como “un homenaje a los jugadores que han disputado 100 o más partidos oficiales con nuestro club”. Un único requisito cuantitativo que lo único que hace es banalizar el significado de Leyenda en el Atlético de Madrid primando lo numérico ante lo cualitativo, sin importar todo lo que haya hecho el jugador en cuestión más allá de los partidos disputados. De forma que encontramos nombres como los de Hugo Sánchez, Reyes o Agüero en los que no se tiene en cuenta el desprecio que ellos hicieron en su día a este escudo por la simple razón de que han saltado al verde más de 100 veces con esta camiseta y a su vez se excluyen futbolistas que no han llegado a ese número y sin embargo son imprescindibles en la memoria colectiva.
Este mismo verano, el presidente del Córdoba CF hablaba de sus abonados como clientes. El Atlético de Madrid públicamente no ha llegado a esto, aunque sólo hay que observar los hechos para ver que la consideración en que los tiene. Un club que se jacta continuamente de tener más de 100.000 socios entre abonados y no abonados debería ver que la mejor forma de presumir de esta masa social es otorgándole voz en aquellas decisiones que tienen un gran componente emocional porque si el fútbol aún conserva un ápice de romanticismo es porque todavía quedan personas que defienden los valores de un club que se han transmitido generación a generación durante más de cien años.
La peña “Los 50” es una de las que se ha pronunciado en contra del requisito necesario para estar dentro del “Paseo de Leyendas” proponiendo criterios subjetivos que permitan añadir jugadores que no lleguen a la centena y además excluya a otros cuyo paso fue irrelevante o que mancharon con su comportamiento cualquier actuación deportiva. Además, se insta al club a establecer mecanismos participativos a través de abonados, peñas o veteranos del club.
Quizás el club nos sorprenda a todos y al final encontremos un Paseo más digno de lo que el requisito anunciado invita a pensar. Lo cierto es que lo que el Atlético de Madrid como institución ha comunicado invita a pensar en un camino interminable de nombres que vistieron la rojiblanca sin pena ni gloria dejando sin la atención que merecen otros que honraron y contribuyeron a hacer más grande el escudo. Un lugar selectivo, si no se incluyen criterios subjetivos y la participación de la afición, se puede convertir en un lugar vulgar en el que el término leyenda no se corresponda con la realidad.
7 septiembre, 2017
Hola Emilio. Hugo Sánchez: Campeón de Copa con el Atlético de Madrid, Agüero y Reyes: Campeones de la Europa League y de la Supercopa de Europa con el Atlético de Madrid…Si esto no es contribuir a la grandeza del club no se que hará falta para hacerlo…borremos de sus goles de nuestra historia y lo único que encontraremos serán 3 títulos menos en nuestro museo…