La UEFA abre expediente a Simeone por tocarse los testículos ante la Juventus. Ya está, lo consiguieron. La campaña de acoso y derribo hacia el míster ha surtido efecto: dramatizar un gesto que no despreciaba al rival. De hecho, tal era el circo montado, que el argentino tuvo que salir hasta en dos ocasiones para pedir disculpas y decir que sí, que se tocó los testículos, pero que sus jugadores los tienen más grandes.
El fútbol moderno se ha convertido en una guerra sucia entre Barcelona y Real Madrid en la que no tienen cabida el resto de equipos. Como aparezcas en el momento equivocado y les plantes cara, te sentencian desde los medios de comunicación. El nuevo ‘jugador número 12’. Un futbolista puede hacer el gesto y decir “sólo robar” en la cara del árbitro, puede señalar a Tebas desde el césped con aires de guerra, escupir a un rival en el campo e, incluso, está permitido marcar goles entrando con la plancha al portero si tu camiseta es blaugrana o blanca. Da igual, tienen barra libre.
En este mundo tenemos la piel muy fina cuando nos interesa y nos hacemos los locos cuando nos conviene. El ejemplo más claro es Butragueño, crítico del VAR en enero y defensor de las nuevas tecnologías en febrero. Parece que el derbi y el partido ante el Levante le han dejado satisfecho. Algo parecido le pasó a Ramos. Lo del central es un caso especial, reconoce públicamente haber adulterado la competición forzando una amarilla y desde la UEFA no se pronuncian. Eso sí, a Kondogbia no lo perdona ni Dios… parece que en Valencia la camiseta no es tan blanca.
Hace unos años creo recordar que Di María se tocó la ‘huevada’ en una sustitución. Él no desprestigiaba al rival, simplemente hacía sentir su malestar a su hinchada que le pitaba y, sobre todo, a su entrenador. Una forma ‘poco elegante’ de decir a su gente que le tenían hasta el escroto. Pues bien, no hubo ninguna sanción. Cristiano en un clásico hizo lo mismo, en el Camp Nou. Tampoco hubo sanción. Además, el portugués, que es “rico, guapo y buen jugador”, puede reírse en zona mixta de la historia de un club centenario. En esto se ha convertido el fútbol moderno, en un “y tú más” que sólo divierte a unos pocos. Disfruten.
Foto: Rubén de la Fuente
28 febrero, 2019
En España ya sabemos, después del pasado derbi en el Metropolitano, que hacer un corte de mangas no tiene sanción.
No hay pues inconveniente en que algún jugador del próximo rival que visite el campo del merengue, tenga a bien, tras una decisión arbitral polémica, una expulsión injusta o simplemente por gusto, plantarse delante de su mundialmente famoso palco y dedicar a todos los personajes allí reunidos un bonito corte de mangas.