El fútbol es a día de hoy 90% negocio, 10% marketing, lo demás importa poco, incluso los títulos. Dentro de esta combinación de marketing y negocio son fundamentales los premios individuales para crear marca, porque al fin y al cabo los que se enganchan a este fenómeno fan son principalmente los niños.
Por ello no sorprende que los galardonados sean siempre jugadores de los mismos equipos, da igual quienes sean, lo importante es la camiseta que vistan porque hay que alimentar la bola del marketing. Es fundamental que estén siempre en los focos y que estén siempre en la puja por las competiciones, por ello si hace falta se les hace un calendario a medida y hasta arbitrajes a la carta. Lo único que importa es que un público mundial tenga la dosis que demanda.
Es absurdo dar premios individuales en un deporte colectivo, pero la absurdez roza el ridículo cuando esos premios no los reciben Messi y Oblak que están infinitamente por encima de todos sus compañeros de profesión, aunque al marketing le interese vender otras cosas.
Foto: Rubén de la Fuente
25 septiembre, 2018
Lo peor es que sabiendo como funcionan los premios del fútbol español y europeo, y después de la enésima humillación al Atleti, tanto Presidente como jugadores, técnicos y hasta afición, sigan riendo la gracia de los premios, unos, y otros sigan acudiendo a las ceremonias de la vergüenza.