El Atleti salió en Almería con una defensa de circunstancias formada por Hermoso y Witsel en el centro, pero Simeone apostó ofensivamente. Cuatro cuatro dos con Llorente en su posición supuestamente óptima, Lemar a la izquierda, Koke y Kondogbia y Correa y Griezmann arriba. En el minuto diecisiete Correa aprovechó un fallo de la defensa y puso de cara el partido con el cero a uno. El equipo se sentía cómodo, tocaba, y cuando trasvasaba la defensa del Almería era con una sensación de peligro. El portero local era la estrella, atajó a Griezmann a bocajarro, a Correa a bocajarro, y cuando ya estuvo batido, fue Kondogbia, en fuera de juego, el que de manera absurda e infantil deshizo el dos a cero por fuera de juego.
El partido era plácido, el aficionado podía estar construyendo en su mente que aquello bien podía acabar en goleada, pero es el Atleti. Simeone cambió sorpresivamente a la defensa de cinco de nuevo y en un centro lateral en el que Lemar mostró su debilidad defensiva, Touré hizo el empate. Las áreas y la contundencia, esa novela de terror.
En la segunda mitad Barrios salió por un desacertado Koke y el Atleti fue poco a poco incrementando el ritmo del partido para ir metiendo al Almería en su área. La entrada de Morata y Reguilón por Reinildo y Lemar fue el paso adelante que necesitaba y ahí llegaron ocasiones que había que frotarse los ojos para entender que realmente habían sido erradas. Morata en boca de gol dos veces, Correa sólo para empujarla. Aparecía Fernando Martínez como si de un fantasma inesperado se tratara y devolvía al Atleti a su realidad, la de un equipo sin pegada alguna. Un partido que pudo golear y ganar claramente, terminaba en sufrimiento por un punto. Los de Simeone lo veían cerca y esto incitaba a empujar, los espacios a la espalda los intentaba aprovechar el Almería con la velocidad de sus hombres. A Simeone no le gustó el correcalles final y sacó a Felipe por Correa en un cambio difícil de entender. Un punto es un punto y cero puntos son cero puntos, diría Rajoy y pensaría el argentino.
Para colmo de males, Reguilón se expulsó en dos jugadas evitables y dejó los últimos minutos a su equipo con diez. Salió Saúl a realizar el trabajo sucio y bien efectivo que fue, pues abortó dos contras peligrosísimas del equipo local. Empate final con la sensación agridulce de que el equipo podría dar mucho más pero no llega, que sin ese veneno que se ha de tener en el final, en área propia y ajena, es difícil progresar. Simeone dijo que o se tiene o no se tiene y algunos parecen empeñados en darle la razón.
16 enero, 2023
El Cholo, ya no me sorprende. Antes del parón, Renildo se salía; después el Cholo le sentó sin explicación aparente, y cuando volvió a jugar, no fue el mismo. El chaval se sale, y otra vez sin que por lo menos yo lo entienda, le sienta en el banquillo. Luego está lo de Morata, 9 de nuestra selección, y por decisión del entrenador, al banquillo.
Y si los jugadores se mosquean, nos molestamos.
16 enero, 2023
Cuando hablo del chaval, me rrfiero al canterano.
17 enero, 2023
Buenas. Dice el dicho que la ignorancia es atrevida.
Morata estaba en el banquillo y no salió de partida porque esta semana se ha ausentado de algún entrenamiento por problemas personales relacionados con el embarazo de su mujer. Según el razonamiento dado en otros comentarios, Morata falló un gol cantado por culpa de Simeone, y en cuanto al chaval, ha tuvo problemas grastrointestinales el día anterior y por eso, a lo mejor, no jugó todo el partido.
Esto no es excusa para que el Atléti esté como está, pero echarle la culpa de todo a Simeone es muy ….
La culpa es de todos, afición, jugadores, cuerpo técnico y sobre todo directiva y dirección deportiva.
Disfrutemos de lo nuestro.
Aúpa Atleti!!!
17 enero, 2023
Déjalo es cosa imposible, según su imaginario mundo el año pasado descendimos, y así hasta… No se puede con él y su raca-raca