El Atleti parece ante la antesala de su momento cumbre en la temporada. Es como si todo estuviera detenido esperando San Mamés, esperando al Inter en el Metropolitano, pero en el intermedio de todo eso, en el intermedio de esos dos partidos en los que parece que se va a jugar la temporada, está liga la Liga que es la medida de todas las cosas, la Liga que ese es el lugar en el que el Atleti comenzó con ínfulas de poder pelear por el título y poco a poco, lejos del calor de su estadio, va quedándose sin fuelle, va quedándose sin nada, resignándose a pelear por que no le arrebaten su lugar en la Champions.
Visitaba Almería, un equipo que no sabe ganar, un equipo que ya está de facto descendido y que tal vez tenga menos de lo que ha merecido pero al cabo un equipo al que apenas le quedan ganas, limitado, un equipo con muy poquito, con casi nada.
Empezó ganando con un gol temprano de Correa. Reinildo parecía ejecutar su quite del perdón, porque las dos eliminatorias en las que se juega la temporada están a la contra por su culpa, pero en una jugada por la izquierda, por un momento parecía Lino en vez de Reinildo y terminó metiendo un centro al punto de penalti para que Correa rematara de primera y pusiera en ventaja el equipo en el minuto uno. Todo parecía que iba a ser plácido: el colista, un equipo que no sabe ganar y el Atleti ganando desde el minuto uno. No tal. El partido fue más de lo mismo de lo que se está viendo jornada tras jornada lejos del Metropolitano, un equipo atenazado que desconoce el verdadero significado de la palabra intensidad, que no empuja, que no mata, que no es contundente en su área ni la de los demás.
Y así, un muchacho llamado Luka Romero se convirtió en la reencarnación de Maradona, hizo un golazo en la primera parte para empatar el gol de Angelito Correa e hizo un golazo en la segunda parte para igualar de nuevo la ventaja que había cobrado el Atleti por mor de un gol de Rodrigo de Paul. Ni supo mantener la ventaja del primer tiempo ni supo sostener la ventaja del segundo tiempo.
Simeone introdujo cambios, eliminó la rotación, metió a Llorente, metió Morata. También metió a Riquelme, a Witsel, a Saúl. Nada funcionó, el Atleti siguió con esa mentalidad pírrica lejos de su casa y no fue capaz de ganar al Almería, el peor colista de la historia de la Liga.
Morata volvió tristemente a ser Morata. Falló dos ocasiones increíbles para un delantero, especialmente la última, en el minuto 94 un regalo como encontrará pocos en lo que le quede de carrera, pero no tuvo el temple suficiente para hacer el gol que hubiera dado de la victoria. Se precipitó, la mando arriba, impropio de un delantero que ha de estar cuando se le necesita.
Y ahí se dejó los puntos el Atleti. Ya solo queda esperar a San Mamés y esperar al Inter en el Metropolitano . Los dos partidos donde se va a jugar el rumbo de esta temporada.
25 febrero, 2024
Excelente crónica y título perfecto. Lo dice todo.
Buenísimo el caño de Reinildo, y maravilloso, aunque nos lo metan a nosotros, el gol de ese Luka de quien no sabía nada. Cierto que se le deja hacer la pared sin ninguna oposición, pero él la busca y se desmarca, primera regla del delantero, moverse, y luego hace uno de los mejores golpeos con el exterior que recuerdo haber visto nunca. Ni el bueno de Obkak, ni nosotros, sabemos todavía por dónde nos la ha colado. Antológica velocidad de reacción.
Ahora cunde el pesimismo generalizado. Lo malo en toda una vida de atlético, es haber visto muchas veces que el optimismo se traducía en batacazo, y el pesimismo, sin embargo, era refrendado con actuaciones ad hoc.
De Morata, todos sabemos que no es un delantero muy fiable, sin embargo yo siempre le valoro que está en el sitio que debe, y muchas de las que falla se las fabrica o consigue él solo. Sin ocasión no hay ni fallo ni huy ni gol.
Y un último apunte sobre la camiseta. No me parece mal la azul oscuro de ayer, aunque sí un disparate lo de los «genios» del mercadeo de lanzar 4 en una temporada. ¿Cuántas camisetas se creen que puede comprarse la gente? Pero lo que me pregunto es a quién demonios le fastidia tanto la segunda, la azul y blanca que sí es un clásico, que es bien bonita y la tienen muchos, y que no les da la gana de usar nunca.
25 febrero, 2024
Ahora más que nunca, crean en la gitana. Si hay un equipo místico, que crea más allá de lo real, de lo tangible, ese equipo es el Atleti, con su entrenador el cholo, que elegía sus jugadores por su horóscopo y juega con las equipaciones que mejores resultados le dan, y si no le va bien con las establecidas, se saca inspirada en las grandes remontadas de Champions en el Calderón. Hay que creer, pero con motivos, somos el único equipo que es capaz de lo mejor y de lo peor, y este año tenemos motivos para creer en la gitana, en la mística, en la magia y ahora más que nunca, en la épica.
Sigo vuestro blog desde hace mucho tiempo, si les gusta cómo escribo no duden en contactarme por este correo, me muero de ganas de escribir del Atleti.
Aúpa atleti siempre, en las buenas y en las malas.
25 febrero, 2024
Pues no sé, pero a mí me da que la preparación física tiene algo que ver en todo esto, sin tener ni idea de preparación física, pero es ver a los demás equipos, da igual el que sea, y parece que somos ancianos contra jóvenes vigorosos, nos arrastramos por el campo. Con Simeone y el profe Ortega siempre ha habido un pico bajo en enero, este año desde finales de noviembre no se nos ve alegría, excepto a Marcos.
Naaaa, seguro que son tonterías.