Era el día del niño en el Metropolitano y el Atleti enfrentaba el primer partido de esta nueva Liga que le resta, en la que el objetivo, que parece ser nada, es quedar segundo por encima de su eterno rival, el Real Madrid. Es esa una buena medida de la grandeza que ha traído de vuelta Simeone, esa pelea, otrora utópica, ahora es traducida por muchos como “no jugarse nada”.
El partido tuvo muchas fases pero puede resumirse en los dos extremos del Atleti, en los dos hombres sobre los que debe girar el futuro cercano, los proyectos venideros. Oblak y Griezmann, principio y final, final y principio de un equipo que siempre recurre a ellos como eje sustancial de las victorias. Comenzó mandón el Atleti, jugando en campo del Celta, un rival que venía con buena cara tras los últimos resultados, aliviado un tanto de la situación dramática que vive, al borde del descenso, y vino al Metropolitano a protegerse y tratar de aprovechar su ocasión. Hizo lo primero pero falló en lo segundo. El dominio del Atleti no se sustanció en ocasiones claras de gol; éstas, corrieron a cargo del Celta, que salió poco de su cueva, pero cuando lo hizo fue con peligro, pero ahí se encontró con el muro infranqueable de Oblak. Hasta en tres ocasiones el esloveno sostuvo el cero a cero con paradones para la desesperación de la parroquia celtiña. Había dispuesto Simeone una pareja de centrales inédita, los chavales Montero y Toni Moya, a eso ha llegado la plaga de lesiones y sanciones. El Atleti los protegió a ellos intentando jugar en campo contrario, los chavales cumplieron con su papel. En el minuto doce, la afición se levantó en armas con su escudo, cientos de escudos emergieron del Fondo Sur para gritar a la directiva, con un canto unánime, que el escudo no se toca. Bien harían los dirigentes en escuchar a los que son dueños del sentimiento, aunque sólo fuese por su propio bien.
El partido andaba así, extraño, equilibrado el dominio del Atleti con las ocasiones del Celta, hasta que, al borde del descanso, el otro polo de conversión rojiblanco, Antoine Griezmann, marcó un golazo de libre directo desde la frontal que puso en pie al estadio e hizo bajar la cabeza a los hombres de Escribá.
La segunda mitad siguió el manual exacto de lo que se esperaba de ella. El Celta se vio obligado a salir, a estirarse, y dejó los espacios perfectos para que el Atleti lo matara. Entró Morata en sustitución de un desdibujado Vitolo y volvió a marcar en una contra vertiginosa que le sirvió Griezmann. El madrileño encaró al portero vigués, lo dribló y marcó a placer. Tuvo ocasiones el Atleti para haber dejado un marcador más abultad pero el partido no tuvo más historia, a excepción de una tarjeta que vio Antonie por excederse en labores de recuperación y que le impedirá viajar con el equipo a Ipurúa.
El equipo demostró que quiere ser segundo, la afición que quiere su escudo de vuelta y con eso se descontó un nuevo partido de esta temporada que todo el mundo parece estar deseando acabar.
Fotos: Rubén de la Fuente
14 abril, 2019
En efecto, bien harían los dirigentes en escuchar a la afición, pero a toda, no solamente al grupo del fondo que, aunque notorio y animoso, no es representativo de nadie y mucho menos del escudo del Atleti.
15 abril, 2019
Exactamente
18 abril, 2019
Me quiero referir al debut del duo formado por Montero y Moya. El segundo no es su sitio habitual, pero hizo tres desplazamientos en largo de lo mejor que se vio en el partido. Hay que verlo más, en partidos que tenga poca responsabilidad, Pero esos desplazamientos en largo, son de jugador de mucha altura futbolística.
El primero, Montero, es central de los buenos. Ahora puedo entender la razón de que Simeone haya dejado marchar a Lucas Hernandez. Puede cubrir su baja con garantía. Este chico con veinte partidos seguidos se hace con la camiseta para 15 años. Habrá que ponerle una cláusula y tenerle «contento».
En cuanto a Griezmann, hizo un golazo. De los mejores de la temporada. No estará en Ipurúa y quiero ver al Aleti sin Griezmann. La pena es que no estará Costa, ni quizás Lemar. Me hubiese gustado ver al duo Morata-Costa con Lemar detrás.
A Morata hay que hacerlo nuestro. Está con muchas ganas y necesita a la afición. El club que negocie su fichaje.
Es bueno consolidar el segundo puesto y que el B se clasifique para los play off de ascenso a segunda. Se están sacando jugadores muy validos. Victor Mollejo, los detalles que dado cuando ha salido, demuestran que tiene una actitud fenomenal.
Yo que no soy «del todo» de Simeone, debo reconocer que es un entrenador que confía en la juventud y que los jóvenes que hay en el club lo saben.
19 abril, 2019
Hay un central muy interesante en el Alavés. Maripan. Estoy seguro que Abelardo le ha pulido muchas cosas y lo ha convertido en un gran central.