Horror en Balaídos

El Atleti firma su primera derrota del curso en la casa del Celta de Vigo, tras una segunda parte horrorosa en la que no supo sobreponerse al accidentado primer gol celtiña. Los comienzos ligueros empiezan a ser una asignatura pendiente para Simeone.

Hay cierto tipo de gente que desconfía de lo nuevo, incluso hay un refrán, sentencia de la cultura popular, que pone ley sobre el asunto. Para Simeone, los fichajes, por mucha purpurina y estela que traigan con ellos, son una especie de sujeto extraño que ha de llegar al grupo, presentar sus credenciales y ganar su pertenencia muy por encima de los que ya están en él. Así se explica que en Balaídos, por ejemplo, ante la lesión de Juanfran, optara por poner a Savic en el lateral derecho en detrimento de Arias, con lo que eso supuso, negativamente, para los rojiblancos en el partido.

El Atleti salió al campo con la vieja guardia, sin ninguno de los nuevos en el once, y planteó un partido en el que podía reconocérsele a la perfección. Un equipo serio, aplicado en tareas defensivas, que no va a buscar nada sino que más bien lo espera, deja hacer al rival y lo desespera al neutralizarlo en su zona de tres cuartos. Así transcurrió la primera media hora, en la que el único tiro a puerta lo hizo Griezmann en un contragolpe tras pérdida de Lobtka en el medio. En la última fase del primer período, el Atleti mejoró en labores ofensivas, arrinconó al Celta y pudo adelantarse. Correa, impreciso en el área, Saúl desde fuera. Llegó el descanso con buenas sensaciones para el conjunto colchonero.

Nada más finalizar el asueto, el infortunio se cebó con el Atleti. En un balón instrascendente, Godín resbaló y dejó una autopista por delante a Maxi Gómez; el uruguayo la aprovechó con velocidad de vértigo y batió a Oblak con un derechazo inapelable al primer palo. Antes de que el Atleti pudiera ubicarse en el partido tras el mazazo recibido, el propio Maxi metió un centro al segundo palo que cabeceó picado Aspas al fondo de las mallas. Savic acudió tarde a tapar y el Atleti parecía haber entregado el partido.

Simeone dispuso cambios. Kalinic y Lemar entraron por un desacertado Thomas, que se jugó la expulsión y por Correa. No fue suficiente, el Celta estaba cómodo con el marcador, sus contras eran claras y aquello apuntaba al desastre. Como así fue, cuando el Cholo dispuso su tercer y último cambio. Tal vez demasiado tarde trató de recomponer el error de haber alineado de inicio a Savic en una posición para la que ha quedado tan lento como inoperante. El cambio estaba cantado, pero el argentino sorprendió a todos manteniendo al central montenegrino, con tarjeta, y sacrificando a Giménez, que estaba haciendo un buen partido y que estrujó su rabia en la espinillera en el banquillo. Arias al lateral y Savic al centro de la defensa, aunque no tuvo tiempo de recolocarse el compañero de Godín; en la siguiente jugada Mateu Lahoz lo expulsó por unas manos claras y absurdas en el medio campo. El Atleti se quedó con diez y se certificó el desastre que se había apuntado durante toda la segunda mitad. Muy al final lo intentó aferrándose a la fe inquebrantable de Saúl pero, desaparecidos Costa y Griezmann, en mal momento de Koke, con los nuevos apenas invisibles, el partido murió con un tercer gol para el Celta que a la postre fue anulado por el VAR (que también dejó de señalar dos penaltis para el Atlético). Tanto dio.

Tres puntos que no volverán y la sensación de que el extraordinario partido en Tallin que sirvió para conquistar la Supercopa de Europa ha nublado la vista de muchos y que de nuevo Simeone habrá de llamar a filas y reconvenir a todos en la uniformidad de su discurso. Los cantos de sirena ajenos no benefician a un equipo que ha basado su éxito en conceptos que son pilares y a los que, por mucho que el entorno dañino se emplee en que los abandone, habrá de persistir.

 

 

 

Foto: atleticodemadrid.com

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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3 Comentarios

  1. Muy de acuerdo con su comentario, en como resultó el partido. Lo que si quiero es apuntar de que cuando nos marcan un gol y el equipo contrario no es un grande, que por lo general siempre buscan otro gol y dan oportunidades a que nosotros continuemos con el sistema de esperar atrás, no sabemos presionar arriba y encerrar al equipo contrario. Continuamos atrás y esperamos, cosa que cuando el que nos marca es un equipo menor, les damos tiempo y espacio para que ellos mantengan el balón y nosotros no hagamos mucho por recuperarlo.
    Jugamos de una sola manera y eso en la mayoría de partidos, como nos ponemos con algún gol de ventaja nos vale, pero cuando es un equipo que no pretende hacernos un segundo gol, nuestro sistema no cambia.
    Nos ha ocurrido en partidos importantes para continuar en competiciones, como el Qarabag y eso entra en el debe de Simeone.
    En mi opinión, creo que tenemos jugadores y equipo para hacer otras cosas.

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  2. Desde hace ya un tiempo, se nos intenta colar desde la Caverna (y desde sectores del propio Club) que el Atleti tiene pase VIP y que se sienta a comer en la misma mesa, codo con codo con los equipos multimillonarios ( que no grandes ), con la excusa de haber ganado un buen número de títulos secundarios.
    Hay un gran empeño en equiparar al Atleti con los Padrinos del fútbol, y nada mejor para ello que alimentar campañas sobre ídolos, figuritas y millones, al estilo Concha Espina pero sin cobertura mediática ni arbitral.
    El Atleti ha basado su grandeza y sus triunfos gracias al esfuerzo colectivo, al trabajo como bloque y al esfuerzo solidario de todos.
    Espero que esta derrota sirva para que aquellos que se tragaron el discurso mediático de las figuritas y los millones, se bajen del carro y no se vuelvan a subir.

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  3. Creo que si está en el banquillo, Manzano, los cuchillos de los cholistas, se deslizarían sin piedad sobre él. Yo fui de los que reconocí el trabajo del Cholo en el equipo; se le dio el mérito que merecía, ahora hay que decir sin enfadarse, que es el responsable de todo lo malo del equipo. En Vigo, no se tiró a puerta ni una solo vez, y claro, cuando Oblak,día, ya se sabe lo que pasa. En nuestro campo, el Rayo no nos ganó gracias a la actuación del portero. Es triste que ya estemos a 5 puntos de los de arriba, con tan solo 3 partidos jugados; la liga ya está perdida tracias al ego del entrenador.

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