La venta del Metropolitano

La entidad colchonera gestionaba la reforma del Estadio del Metropolitano. El 18 de abril de 1958, el Ministerio de Hacienda autorizó al club madrileño la emisión de unas obligaciones hipotecarias por importe de cien millones de pesetas con destino a la obra de reforma del Estadio del Metropolitano, propiedad de la sociedad rojiblanca desde 1950. El estadio aumentaría su capacidad de 56.621 a 113.772 localidades, de ellas 40.292 de asiento; asimismo, se reorganizarían los accesos al campo. Varios bancos cubrieron las obligaciones menos una parte de ellas que se dejaron para que fueran adquiridas por los socios colchoneros a petición de los propios interesados. El asunto del campo llevaba años coleando en el Atlético y Javier Barroso pretendía de una vez por todas acabar con ello. El Estadio del Metropolitano se había quedando anticuado y, además, presentaba el inconveniente de sus escasas localidades de asiento con lo que la entidad colchonera perdía mucho dinero en taquilla.

Así relató “Marca” la venta del Metropolitano:

“En cuarenta minutos la Junta General Extraordinaria convocada por el Atlético de Madrid resolvió por aclamación la venta del Estadio del Metropolitano. La convocatoria estaba hecha para las doce de la mañana, y alcanzaba a doscientos veinticinco compromisarios. El gerente, don Manuel Morales, fue pasando lista. Y a las doce y media el presidente anunció: “La Junta se celebra en segunda convocatoria. El número de asistentes es suficiente [acudieron unos 150 compromisarios]. La Junta fue abierta por don Javier: “En diversas ocasiones – dijo- nos reiterasteis vuestra confianza autorizándonos para la compra de terrenos, la emisión de obligaciones y la venta del Estadio Metropolitano. En virtud de esta autorización se aprobó, en efecto, el proyecto de construcción del nuevo Estadio del Manzanares, se adquirieron los terrenos, se hizo la emisión de obligaciones, se iniciaron las obras correspondientes y se emprendieron las gestiones conducentes a la venta del Estadio Metropolitano, necesaria en absoluto para la culminación de nuestros compromisos y de nuestros planes”.

Al cabo de largas y laboriosas gestiones en el curso de los dos últimos años, el momento de la realidad dio motivo a esta Junta General. Y el señor Barroso ilustra: “Después de muchas reuniones, propuestas y contrapuestas, tanteos y estudios, han llegado a su término, y el Club Atlético de Madrid ha firmado un compromiso de venta a un grupo extranjero que se propone levantar en los terrenos del Estadio del Metropolitano un complejo urbanístico de grandes proporciones. Las principales condiciones de este compromiso, por el que hemos recibido ya en concepto de arras o de anticipo un pago de un millón de pesetas, son las siguientes:

  • Primera. Precio de noventa y tres millones de pesetas, más una prima de dos millones. En total, noventa y cinco millones de pesetas.
  • Segunda. Aprobación por parte de la Comisaría de Urbanismo del proyecto urbanístico trazado por el grupo comprador.
  • Tercera. Aprobación de la operación por los socios del Club Atlético de Madrid.
  • Cuarta. Entrega del Estadio del Metropolitano libre de cargas para lo cual debe conseguirse autorización de los socios y de los obligacionistas para trasladar la hipoteca que pesa sobre el Metropolitano al nuevo Estadio del Manzanares.

El plazo de la opción concedida, por la que hemos ingresado, según os acabamos de decir, un millón de pesetas, es de tres meses, y el 30 de junio deberá ser firmada la escritura y entregado el Metropolitano al grupo comprador.»

Y a seguido el presidente trató sobre la continuación de las obras del Estadio del Manzanares en estos extremos: “Las cantidades que recibamos como precio de venta han de ser suficientes para liquidar todos nuestros atrasos e inaugurar el Estadio del Manzanares, si bien creemos que será preciso realizar un último y pequeño esfuerzo para coronar nuestros propósitos”. Subrayó el señor Barroso que “con toda su impopularidad hemos preferido la demora, y la cautela a la imprudencia. No podíamos poner en peligro la vida y el prestigio del Club por una conducta alegre que hubiera dejado a nuestros sucesores situaciones de angustia difíciles de salvar”. Y terminó: “Gracias por haber tenido paciencia y gracias por el acuerdo favorable que esperamos recaerá sobre nuestra propuesta. En definitiva, vais a votar por el futuro de nuestro Club Atlético de Madrid, que os pertenece a vosotros por entero”.

Una rotunda y sostenida ovación rubricó la intervención del señor Barroso. A continuación, el secretario, José Luis Bas y Rivas, leyó la propuesta que se sometía a la Junta extraordinaria, y que comprendía estos dos puntos:

  • Primero. Ratificar de modo expreso el acuerdo adoptado por unanimidad en la reunión de la Junta General celebrada el 7 de septiembre de 1958, según consta en el acta correspondiente por el que se decidió autorizar a la Junta Directiva para adquirir terrenos y construir un nuevo Estadio y enajenar los del actual Estadio del Metropolitano.
  • Segundo. Ampliar la autorización concedida, y ahora ratificada, para proceder a la sustitución de hipoteca que grava los terrenos del Estadio del Metropolitano – que nos proponemos enajenar – por la que se establecerá sobre los terrenos e instalaciones del nuevo Estadio del Manzanares, en garantía de la emisión de cien millones de pesetas en obligaciones del Club Atlético de Madrid, emisión de junio de 1958. Este punto será sometido a la preceptiva aprobación de los obligacionistas de dicha emisión”

Sobre ambos extremos los compromisarios pidieron aclaraciones, que les fueron ofrecidas tanto por el presidente como por el secretario. Y asimismo, el tesorero, don José Antonio Torrente, hizo certeras puntualizaciones. Sería extenso reflejar en la amplitud que tuvo el diálogo entre compromisarios y miembros de la Junta directiva. De ahí que dejemos constancia de la situación presente y futura del Club a través de las palabras del los señores Barroso, Bas y Rivas, y Torrente:

“En efecto tendremos que entregar el Estadio Metropolitano en fecha de 30 de junio. La reanudación de las obras en el Estadio del Manzanares sería inmediata y trabajando a buen ritmo estarán concluidas al final de la próxima temporada”.
“Sí; durante la próxima temporada tendremos que utilizar otro campo que por su proximidad y capacidad ya pueden presumir cuál puede ser si llegamos a un acuerdo”.
“La recaudación del último partido de la Recopa se cifró en cuatro millones de pesetas. Con una recaudación así en nuestro nuevo campo, se puede abonar casi de golpe la amortización anual de las obligaciones en circulación”.
“En las obras realizadas ya en el Estadio del Manzanares se han invertido sesenta millones de pesetas y nuestra deuda actual es de treinta millones. Al efectuar la operación de venta del Metropolitano se cancelará la deuda de orden constructivo y el resto se invertirá en terminar el nuevo Estadio”.
“Del proyecto primitivo se prescindirá de algún anillo. Disminuirá un poco, muy poco, la capacidad del Estadio del Manzanares, pero se pagará toda la obra referida a las instalaciones para el espectáculo futbolístico”.
“Las obras se otorgarán por la terminación del Estadio, y la empresa constructora habrá de efectuar la entrega completa; es decir, llaves en mano”.
“La hipoteca de cien millones sobre el Metropolitano y que pasará al Nuevo Estadio es como garantía por la emisión de obligaciones. Esta hipoteca, aplazada a treinta años, es pagadera por anualidades de seis millones”.
“El club, al instalarse en el Estadio del Manzanares, sólo tendría que hacer frente al abono de esos seis millones de por año. Y ya se comprende que la carga representará menos cada vez de aquí a treinta años”.

Por medio de estas respuestas, la Junta Directiva dio completa satisfacción a los compromisarios, y éstos, puestos en pie, aprobaron por aclamación la propuesta. Don Javier Barroso, visiblemente emocionado, dio por terminado el acto con estas palabras: “Nos podremos equivocar, pero estando unidos como estamos y formando una sociedad modelo, allí donde haya que llegar, llegaremos. Adelante siempre. ¡Viva el Atlético!”. Y la ovación fue de época.

Por otra parte, el Estadio del Manzanares seguía siendo la principal preocupación de la Junta Directiva. Faltaba el 15% de las obras por realizar, no obstante, el club no disponía de la suficiente liquidez para afrontar las mismas. De este modo, solicitó un crédito a la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes para finalizar la construcción del Manzanares. Vicente Calderón comentó: ”Estamos reestructurando el club, organizando la nueva plantilla de jugadores que habrán de hacer frente a los compromisos de la próxima temporada y atendiendo fundamentalmente a la obra que consideramos más necesaria para el desarrollo del club en todos los órdenes: la de concluir nuestro Estadio del Manzanares”. El periodista Pericles explicó, en un artículo publicado en “Pueblo”, la situación del Estadio del Manzanares en aquellos momentos:

“[…] El Atlético ha levantado uno de los mejores estadios de Europa en una zona madrileña que, automáticamente se ha sobrevalorado con la instalación. Todo lo ha realizado el Club con sus medios y la aportación generosa de sus adictos. En el Estadio del Manzanares se han gastado ya los 115 millones que valió el antiguo campo del Metropolitano – total economía de la sociedad, en 66 años de existencia – y 165 millones aportados en obligaciones a 15 y 20 años. La terminación de la obra requiere una inversión complementaria de 150 millones. Con esta suma se redondearía el importe de 430 millones a que se eleva el presupuesto de la obra: Un Estadio para 70.000 espectadores que sería el más moderno y cómodo del continente. Está claro que, si se tratase de un negocio, no existiría ningún problema. La garantía de una obra valorada en más de 400 millones y 500.000 pies de solar adyacente, en la zona urbanizada del Manzanares, justifican cumplidamente el crédito necesario. Pero el At.Madrid no es una sociedad anónima, sino una entidad deportiva que no se puede exceder en su estricta demarcación financiera. Por eso el Atlético ha de acudir a la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, no para pedir dinero a fondo perdido, sino para solicitar un crédito, con garantías e intereses correspondientes que reglamentariamente no puede gestionar en otros lugares”.

Autor: Fernando Sánchez

Periodista, deportista, entrenador de fútbol, cinéfilo y escritor.

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1 Comentario

  1. Es impresionante leer que un proceso de cambio de estadio de hace mas de 60 años fue mas transparente que el actual. Con mas claridad datos y justificación económica, por no entrar en comparaciones entre los actores.

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