Uno de los pilares fundamentales de la filosofía del Cholo ha sido recuperar el sentido de pertenencia. Darle alma atlética a la plantilla y hacer del vestuario una piña en torno a un sentimiento.
Si bien lo ha conseguido prácticamente desde el principio, los constantes desmantelamientos de la plantilla le han permitido afianzar este concepto, ya que el equipo cuenta con cada vez más hombres importantes de la casa.
A Koke y Gabi, sus pilares colchoneros con más pedigrí se han incorporado en el último año dos futbolistas que están siendo decisivos en este tramo decisivo de esta temporada, Saúl Ñiguez y Fernando Torres.
El mediocentro, tras su decisión al Rayo ha emergido como protagonista tras la inoportuna lesión de Tiago. Con muchos agnósticos en la grada en los primeros partidos, sus goles, su brega, su calidad, su llegada y sus asistencias le están convirtiendo en decisivo a sus tan sólo 21 años.
Junto a Saúl está siendo decisivo en este último mes Fernando Torres. Tras un inicio de temporada muy dubitativo, el de Fuenlabrada está en su mejor momento. Con Koke como aliado, ha anotado 4 goles y ha dado dos asistencias en los últimos cuatro encuentros, erigiéndose en la gran esperanza ofensiva junto a Griezmann.
A todos ellos hay que añadir a Lucas Hernández que se ha doctorado con matricula de honor en la eliminatoria de Liga de Campeones frente al Barça, con notables actuaciones que no nos hicieron echar de menos a Gimenez y a Savic. Y lógicamente no nos podemos olvidar de Godin o Juanfran, que sin ser canteranos, lo parecen. En el Atleti hay futuro y es marca de la casa.
