Lo divertido de aburrir

He de reconocer que ver un partido del Atleti a la hora de la siesta en ocasiones no entusiasma demasiado y de hecho podemos decir que hasta perdemos horas de sueño. Pero bueno, el sentimiento que te provoca un equipo de fútbol te hace hacer sacrificios y uno de ellos es plantarse delante de la televisión un fin de semana a las 16:15 sabiendo perfectamente lo que vas a ver.

Aunque los partidos no hacen que acabes bailando sevillanas, las reacciones posteriores otorgan una felicidad mayor que la que podría dar un 5-0 porque la inquina y el resquemor que se palpa cuando el Atlético vence por la mínima sin alardes ofensivos es mucho más permanente que la satisfacción que puede ofrecer un resultado concreto. Y eso es señal de que los del Cholo no están, los del Cholo, son.

No sé si molestar es la palabra correcta, pero parece evidente que si el Atlético jugando así estuviera séptimo, recibiría menos críticas. De hecho, podemos ejemplificar este rechazo con el Getafe, un equipo que ha sido halagado durante toda la Liga con un estilo muy marcado, fue denostado por el simple hecho de empatarle al FC Barcelona. Sin variar un ápice de su filosofía. Esto a gran escala es lo que semana tras semana observamos alrededor de los rojiblancos y de Simeone.

Porque la realidad nos muestra que es el segundo mejor equipo de Simeone a estas alturas del campeonato y lo que es más importante, la única opción real de que el Barça no gane una Liga que parecía finiquitada desde diciembre. Lo del aficionado neutral no es más que una excusa. El aficionado neutral no existe. Existe el que quiere ver el partido y el que no. Si no te gusta algo y además no te une nada a ello, la televisión ahora te lo pone fácil, hay incontables canales para no perder dos horas de tu vida viendo a un equipo que “es una vergüenza”.

La victoria es lo único que cuenta. Algunos obvian ganar gracias a favores arbitrales y sin embargo son capaces de recordar durante seis años triunfos gracias a un estilo de juego que no les gusta. O que no les gusta ahora. En definitiva, a mí no me aprueban por divertirme estudiando subrayando con colores, me aprueban por aprenderme el temario y el Atlético lleva sabiéndose el temario seis temporadas de forma ininterrumpida con casi ningún desliz.

El “Ladran, luego cabalgamos” basado en el poema de Goethe es la representación del equipo. El simple hecho de que haya gente dispuesta a analizar cada paso que da el Atlético de Simeone para criticarlo debería ser suficiente para seguir apostando por un estilo que hasta el momento le ha dado más alegrías que disgustos a los rojiblancos.

 

Foto: RUBÉN DE LA FUENTE

 

Autor: Emilio Cabrera

Cañailla afincado en Sevilla y del Atleti. Estudiante de Periodismo

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