Escrito Por Dario Leiva on Ago 18, 2016 | 3 Comentarios

Pese a la manera cruel, más cruel imposible, en la que terminó la temporada pasada, ha sido un verano de orgullo rojiblanco, quien lo iba a decir, tenemos 0 Champions, nos ha ganado dos nuestro eterno rival de una manera poco ortodoxa, pero las playas y las calles se han visto más pobladas que nunca de camisetas rojiblancas.

Más allá de esa buena iniciativa del día 14 luce la rojiblanca, este verano más que nunca ha sido habitual ese cruce de miradas, de sonrisas y ese “Aúpa Atleti” cuando dos colchoneros desconocidos se han cruzado por la calle. No sé si os pasará a vosotros, pero este verano me he sentido, si acaso cabe, más orgulloso de ser del Atleti, más feliz de serlo y agradecido porque la vida nos haya elegido con estos colores, aunque nos guarde perder finales de manera dolorosa.

Estamos ante un año especial, será la última temporada en el Calderón, ese estadio donde hemos pasado nuestra niñez, infancia, adolescencia, juventud y madurez, el estadio al que nos llevaban nuestros padres y nuestros abuelos de pequeños, nuestro rincón favorito de Madrid, parte de nuestra vida. En lo deportivo el reto es volver a competir al mismo nivel y esperar que Gaitán y Gameiro nos den un plus respecto a la temporada pasada que nos permita al fin alzar la orejona. La resaca en mayo fue de las duras, pero tengo muy claro que hoy, más que nunca, tengo ganas de ti.

Foto: todoatleti.com