Un día llegas y te preparas en casa la ensalada que pidió tu esposa en el
restaurante, con los aliños correspondientes e idénticos ingredientes. Con su lechuga
iceberg, su tomate raf, su mango y su queso feta. Hasta te matas por encontrar la maldita
alga wakame y aceite de olivas vareadas a mano, pero ni de cerca te queda tan sabrosa
como la habías probado. Es lo frecuente, que nos atraiga más lo que otros tienen. Tanto
pueden ser las comidas, las mujeres, como los futbolistas de otros equipos.
Morata siempre me pareció mejor jugador cuando lo veía como rival. Más
afilado, más rápido y más letal. Mejor delantero centro, en definitiva. Pero desde que
llegó al Atleti se me ha ido deshinchando. Y eso pese a ser un delantero de diseño. Si
pudieses confeccionar a tu nueve ideal a medida, sería uno con características muy
similares a las suyas. Tiene velocidad, va bien de cabeza, es hábil y aguanta el balón de
espaldas. Hasta tiene un Instagram impecable, y su esposa e hijos son tan perfectos que
dan ganas de adoptarlos. El delantero perfecto para tenerlo como yerno. El problema
que tiene es que carece del instinto necesario en un nueve, ese que te hace adelantarte
por un balón, estar en el sitio oportuno o ser el tipo que se marchará del bar con la rubia
y no el que se quedará pagando las copas.
Surgido de la cantera de España que mejor vende bisutería por alhajas, su paso
por las ligas española, inglesa e italiana, lejos de confirmarle como un gran delantero,
ha consolidado las dudas. En esa edad en la que otros alcanzan su madurez, los números
de Morata siempre parece que podrían ser mejor de lo que reflejan y él estar a punto de
reivindicarse. Pero la realidad es que ni en el Atleti habría dolido su ausencia ni en la
Juve han considerado que merezca un gran esfuerzo económico. Un nueve cuando está
enchufado debe dar la sensación de estar igual de cerca de meter un par de goles que de
ser expulsado. Morata lo que da es la sensación de que está a punto de pedirle a sus
padres que vayan a hablar con el director de su colegio privado. Tal vez sea esa
impresión que transmite la que nos hace desconfiar de él.
Escrito todo esto, ha sido el máximo goleador de la pretemporada y titular en el
primer partido con un par de goles. Lo cual dice bastante de mi ojo con los delanteros,
las ensaladas o las mujeres. El tiempo dirá.
Foto: Getty Images
18 agosto, 2022
Con el real madrí, en su última temporada, el amigo Morata se hinchó a marcar goles, pero eso sí, unos cuantos en fuera de juego flagrante, que valieron puntos de oro para su equipo. Después en la final de Lisboa, el amigo Morata salió a falta de 10 minutos y a lo único que se dedicó fue a dar patadas de manera impune.
No recuerdo que le hayan favorecido así desde que está en el Atleti, es más, frente a su ex-equipo, en el Metropolitano, le anularon un gol por fuera de juego inexistente y no le pitaron un penalti bastante claro que le hizo el amigo Casimiro.
20 agosto, 2022
Ceeo que por lo que sea, hay gente qye no quiere a Morata, pero bueno, si se queda, demostrará su gran clase. es, a pesar de muchos, el 9 dde la selección española de fútbol.. ¡ah! Creo que es de la cantera del atlético.