Pensábamos que con el VAR llegaría la justicia al fútbol español, pero resulta que al poco nos enteramos que la Federación Española, encargada de designar a los árbitros, ingresa 10 millones de euros más si Real Madrid y Barcelona quedan entre los dos primeros y van a la Supercopa. Desde este prisma se entiende el gol anulado a Morata el sábado y el que nos anularon en Anoeta.
Poco después nos enteramos que el presidente de la Federación en sus whatssap particulares llama a nuestro equipo «el patético», recociendo animadversiones particulares hacía ciertos equipos.
Pero si esto de por si es grave, no es lo más grave, y es que la diferencia de modelo «societario» entre los distintos equipos influye de manera evidente en la gestión. Este verano ha sido el verano de las palancas, una herramienta que si bien está disponible para todos, jamás va a poner en marcha una Sociedad Anónima Deportiva.
Mientras que las SAD tienen un dueño para el que los intereses económicos están por encima de los objetivos deportivos, en los cuatros clubes deportivos, las finanzas se quedan en un segundo plano y no hay problema en vender patrimonio a futuro por intereses deportivos recientes, ya que el presidente de turno pensará que el marrón se lo coma el que venga después.
En las SAD prima ganar dinero a ganar títulos, en los clubes deportivos al contrario generando una distorsión en la competición y un desequilibrio que hace que no todos compitan en igualdad de condiciones y que estemos ante una liga adulterado en todos los frentes.
18 octubre, 2022
Por más que se repita esta historia parece que da lo mismo, la Caverna dirá que juegan 11 contra 11 y la gente seguirá acudiendo a los estadios.
Todos juegan, pero ganan realmadrí y Barcelona.