La sonrisa del macarra pródigo

Para nosotros siempre será Rantamplán. Diego «Rantamplán» Costa. Llegó al Atleti en el 2006 siendo aún un crío y no cuajó. Estuvo de cesión en cesión hasta que regresó la temporada 2010-11 donde apenas si contó para el sobrino de la Faraona, Quique «Sensaciones» Flores. Otra cesión la temporada siguiente y, ya con el Cholo, cuando parecía que no contaba, el de Lagarto sorprende en la pretemporada con sus ganas y su entrega hasta convencer al mejor entrenador del mundo para hacerle formar parte de su plantilla. Costa explota marcando 63 goles y jugando 136 partidos en las temporadas 2012-14 ganando una Liga, una Copa y dos Supercopas de Europa. El Atleti recibe una oferta millonaria por él y se va a la Premier a seguir triunfando. Se convierte en internacional de la selección española con la que ya ha disputado 16 encuentros.

Esta temporada, la 2017-18, vuelve a fichar por el Atleti en su tercer regreso a casa, pero por estas cosas que sólo pasan en nuestro equipo, no se le puede inscribir debido a que la directiva hace mal su trabajo con la cantera y es sancionada sin poder alinear nuevos futbolistas en ninguno de sus equipos hasta el 1 de enero de 2018. Ni siquiera puede jugar un amistoso una vez empezado el año porque desde los despachos del Atleti han sido incapaces de gestionar su transfer. Llega para iniciar la competición oficial en los octavos de final de Copa frente al Lleida. Él y Vitolo, junto a Griezmann y Thomas, son los cuatro futbolistas de campo que ocupan el banquillo. Ni un defensa se lleva el Cholo a Cataluña.

El partido es puro entusiasmo de los de Segunda B que, tras eliminar a la Real Sociedad, utilizan la misma táctica: «rasca y gana». Se emplean a fondo los del equipo ilerdense y llegan a inquietar a un Atleti concentrado pero sin chispa arriba. Gameiro y Torres apenas tocan el balón durante la primera media hora. Moyá hace una intervención de mérito y, finalmente, es Carrasco el que en jugada de estrategia coloca un balón en la cabeza de Godín que remata con suavidad al fondo de la red. Primer gol de 2018 para Godín. En Cataluña. De cabeza. Con Costa en el banquillo. Esta vez el Atleti vestía de rojiblanco con esa horrible camiseta de rayas diagonales y un absurdo e incomprensible pantalón rojo, no íbamos de amarillo y azul como cuando el uruguayo, en 2014, remató una Liga en el Nou Camp de Messi.

Antes del descanso Carrasco hace algo tan inaudito en él como dar un pase increíble -aún nos preguntamos cómo es que no siguió regateando mirándose las botas y procurando no despeinarse- y Gameiro se la pone a Torres al segundo palo. El de Fuenlabrada está en fuera de juego. Marca y vale. Algo está cambiando. El 2018 comienza raro, como el Atleti, como lo de Costa y Vitolo. La eliminatoria está encarrilada, pero falta ver si debutan los nuevos aunque Costa no lo sea.
El Cholo saca a Vitolo por Carrasco y luego, doble cambio: Griezmann y Diego «Rantamplán» Costa por Torres y Correa. Muy defensivo todo. Simeone el violento, el aburrido, el ultradefensivo y coñazo, juega con Vitolo, Griezmann, Costa y Gameiro para amarrar el resultado. Más de lo mismo. Pero todo distinto.

Costa en cinco minutos se pelea con todos los defensas, pide la pelota sin descanso, marca un gol de puro nueve metiendo la pierna sin contemplaciones, parece que se lesiona, nos deja a todos sin aire con el 0-3, parece que se recupera, el realizador enchufa la cara de Torres (máximo goleador del Atleti en Copa con tres goles en dos partidos) y tarda infinito en mostrarnos la pierna de Diego Costa agujereada y ensangrentada porque es un violento y ha marcado limpiamente un gol aún llevándose una patada de escándalo. Se incorpora nuestro macarra. Le siguen dando estopa los del «rasca y pierde». La grada canta algo de independencias y los desplazados del Atleti siguen animando a los nuestros hasta que Griezmann, al borde del tiempo y del área, lanza otra falta y marca de rebote. De rebote. Y entra. Estamos en 2018. Año par. Como el 2014 en el que ganamos la Liga. Como el 2010 y el 2012 en los que ganamos Europa League y Supercopa de Europa. Y con Diego Costa, nuestro macarra pródigo, el que sonríe cuando marca, el que nos hace sonreír cuando el resto rabia.

Aúpa Atleti. Siempre.

 

Foto: clubatleticodemadrid.com

 

 

Autor: Santi Riesco

Adicto al Atleti. Exageradamente. Periodista. Vaqueiro d'alzada. Creyente. La persona es lo primero. Pérez de segundo. ¿He dicho lo del Atleti? Desde el 2005 hago el indio en un blog donde publico reflexiones, dimes y diretes sobre el Glorioso desde el primer anfiteatro del fondo sur. O por ahí.

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