Diez años seguidos clasificando para la Champions League. Diez. Y en muchos de ellos logrando grandes resultados deportivos, que llevan a beneficios económicos. Nada de esto existe en la mente de Gil Marín, CEO del Atlético de Madrid. En el bolsillo propio ya quizá es otra cosa o al menos así lo indica la prestigiosa Lista Forbes.
Diez años que podrían permitirnos algún lujo. No digo atar a los perros con longanizas, pero que, al menos, no tengamos al pobre animal famélico. Es a lo que nos ha llevado la gestión de la miseria por parte de un dúo que debió salir hace años y que cuyo (falso e ilegítimo) reinado ya está más que caduco, pese a manifestar que con el fútbol se pierde dinero. Y también la vergüenza.
Reinildo cayó gravemente lesionado hace unas semanas. Hasta octubre no volverá a los terrenos de juego. Era una pieza clave en la defensa de Simeone. Y ahora está por ver cómo volverá. Ante esto, los parches comienzan a aparecer. Pero el Atleti ya avisa a los navegantes: no habrá dinero para suplir a un hombre que supone parte de la columna vertebral del equipo. ¿A quién le importa el equipo? ¿A quién le importa tener un remplazo de nivel? ¿A quién le importa tener un 9 de calidad por el que puedas competir seriamente?
El Atlético de Madrid ya lo filtró al Diario MARCA: “Cierto es que al mozambiqueño no se le espera antes del mes de octubre […] aunque los rojiblancos acudirán al mercado este verano en busca de un remplazo, tampoco se fichará a un futbolista que exija una cantidad elevada ni que sea llamado a ser el primer espada de la banda”.
El “tampoco” viene porque Arnau Martínez, una de las sensaciones de LaLiga y joven lateral derecho de gran futuro, parece lejos del Atleti. Son 20 millones y todos los rumores indicaban a que estaba cerca del Metropolitano. Da igual el nombre, si es necesario con Nahuel Molina en plantilla o no. Va más allá. Y es que el perro está completamente famélico. El dueño está hinchado de comer y ni tan siquiera hay sobras para su pobre mascota. Así nos tienen.
Diez años seguidos entrando en Champions League, con los grandes ingresos que representa, y el Atleti sigue en el fango económico. “No habrá grandes fichajes este verano como se vio con Joao Félix o Thomas Lemar”, se puede leer también en la prensa con mejor información rojiblanca. No está mal, salvo por obviar que antes hubo una descapitalización de la plantilla notable. ¿Creen que podemos olvidar las millonadas con las ventas de Thomas Parte, Lucas Hernández, Griezmann o Rodri?
Sea como sea, el mensaje para el mundo exterior e interno es desolador: el Atleti acaba de perder por lesión grave a su lateral izquierdo titular y no habrá dinero (“cantidad elevada”, vamos, algo que suponga más de dos cifras) para reemplazarlo. Diez años seguidos entrando en Champions League, recuerden. Una y otra vez.
El mensaje al aficionado del Atleti -aquel que luego cuando hay cánticos contra el protagonista de esta gestión no reacciona reprimiendo al protagonista de esta gestión- es desalentador. ¿Qué más se va a necesitar para poder invertir en cubrir un puesto clave en el once? Y el mensaje a tus competidores es el que es: si apretáis un poco, rematáis al perro famélico.
Diez años seguidos entrando en Champions League (y camino al undécimo) y la distancia con aquellos que el himno de la competición europea lo escuchan de Pascuas a Ramos o por la tele no se ha agrandado. Siento que el Atleti pende de un soplido para que su casa se derrumbe (ya lo hicieron con el Calderón y el abandono que llevaron con él). No sé si estará en quiebra, pero lo parece. Y eso que los éxitos deportivos han sostenido a este club fallido.
Foto: Getty Image
24 marzo, 2023
Te compro (en parte) lo que dices, ahora bien, por lugares donde acudían a expresar sus opiniones hinchas atléticos, en su momento, se pidió a Piter Lim. Ahora todos sabemos lo que ha hecho con el Valencia (pobre Valencia). Así es que vamos a tener cuidado con lo que pedimos no sea que se nos conceda. Y es que no es oro todo lo que reluce.
Por otra parte, con el ansia infinita del duopolio y tal como está montado el circo para ellos, es prácticamente imposible crecer, arrasan con todo y hay que estar agradecidos (a ellos y a sus voceros) porque te dejan respirar de milagro.