El Atleti ha crecido mucho, ya no es ese equipo menguante que se asustaba cuando enfrentaba al vecino, bien al contrario ahora lo recibe en su casa nueva y el vecino observa admirado porque no entiende cómo tras tanta humillación sufrida, tanto sometimiento de cartas marcadas, esos tipos siguen no sólo en pie, sino comiendo siempre terreno, la frente alta, el orgullo intacto. Son otros tiempos pero hay algo que permanece inalterable; quien domina los entresijos del poder, quien pone a los elementos de su parte, quien juega con una tranquilidad regalada sigue siendo el Real Madrid. Llegó el VAR y pareció que todo iba a cambiar pero no fue sino un fugaz espejismo.
Salió el Atleti metido en el papel de derbi, espoleado por un mosaico impresionante que rezaba que Madrid era castizo y rojiblanco, puso pierna dura, con una alineación condicionada por el estado físico de Rodrigo, que lo sacó del once y entregó el mediocentro a Saúl y a Thomas. Con Lemar y Correa por banda, Griezmann y Morata en la punta de ataque los de Simeone metieron al Madrid en su campo en los primeros compases. En el minuto diez Thomas hizo la primera internada en el área pero su disparo se perdió en la nube de ensueño del Fondo Sur. Parecía mejor ubicado el Atleti pero en el minuto quince el Real impuso su ley. Un córner, un desajuste, cuatro defensas marcando a Ramos, un rebote a los pies de Casemiro que, libre de marca, batió a Oblak de media chilena y puso la ventaja en el lado visitante.
El Atleti no se amilanó con el gol y, pese a la poca fluidez del medio, al mal partido que empezaba a construir Thomas con sus imprecisiones, buscaba el campo rival. El Madrid se apoyaba en la inmunidad del autor del gol en la medular. Hasta en tres ocasiones el colegiado perdonó la cartulina amarilla al Casemiro, con el que se empeñaba en el aviso. En el veinticuatro, un robo de Correa al borde de la infracción en la divisoria propició el contragolpe que trajo el empate. El argentino habilitó a Griezmann que batió entre las piernas al vilipendiado Courtois. El asistente, por supuesto, alzó la bandera para anular el gol y fue la única objetividad posible del VAR, la que traza una línea para el fuera de juego, quien hizo rectificar a los árbitros y subir el gol al marcador.
La primera gran afrenta de la noche llegó al borde justo del descanso. La jugada fue un despropósito desde el principio, Arias no regresó de la subida y dejó el carril abierto para Vinicius que aprovechó su velocidad, Giménez en la cobertura se lanzó al suelo de una forma tan aparatosa como arriesgada, cometió falta fuera del área, Vinicius prolongó la caída dentro y el árbitro, claro, cobró penalti. El VAR, incomprensiblemente, o tal vez no, tras observar las repeticiones no corrigió al colegiado. Ramos hizo el segundo y puso al Atleti en desventaja de nuevo.
En la segunda mitad hubo otra jugada decisiva. En una jugada rápida, Morata encaró a Courtois y lo batió de vaselina. El asistente, claro, alzó su banderín y anuló el gol. La hinchada esperó la decisión del VAR, la televisión ofreció una toma en la que Morata estaba clarísimamente en línea pero los hombres de la televisión anularon el tanto del Atleti. A partir de ahí los de Simeone se fueron de partido, hubo faltas bruscas, se cargaron de tarjetas, el desquiciamiento de la grada estaba ya instalado en el césped y hubo de todo menos fútbol. En medio de un partido bronco y deslavazado llegó la tercera jugada determinante, Casemiro derribó a Morata dentro del área y de nuevo el Var, incomprensiblemente, o tal vez no, tras ver mil y una repeticiones, decidió no cobrar penalti.
Simeone trató de corregir el desbarajuste con la entrada de Rodrigo y Vitolo pero fue demasiado tarde, el Madrid cazó una contra con Bale, que había sustituido a Vinicius, y sentenció con contundencia el partido. En la celebración Bale regaló a la hinchada local un corte de mangas que el reglamento sanciona claramente con la expulsión pero ni el árbitro ni tampoco el VAR parecieron ver tampoco esta jugada. A la siguiente, Thomas se fue a la caseta por doble amarilla, culminando así un partido horroroso en el que no tuvo jerarquía ni personalidad en el medio y el partido acabó con la sensación de que se había jugado en un remoto salón en el que los televisores parecen ofrecer unas repeticiones diferentes de las que ven los mortales. Seguro que el Real Madrid no volverá a protestar contra un VAR como éste. No habrá más comparecencias de prensa ni más todo ok José Luis, las cosas vuelven a estar en su sitio.
9 febrero, 2019
Acertadísimo. Thomas mal, pero asumió la responsabilidad. Saúl hoy no. Y Correa y Lemar no subieron ni recuperaron un balón. Se echó de menos a Rodri. Y aún así el equipo perdió gracias al VAR. El Aleti es mucho equipo incluso jugando mal.
10 febrero, 2019
«Todo está en su sitio».
La supuesta mejor época del Atleti coincide con la época más nefasta arbitral en contra, con la mayor humillación del escudo y con el mayor regocijo del vecino tahúr.
El primer gol del vecino tahúr viene precedido de una jugada inaudita donde el árbitro permite al jugador merengue repetir el saque de córner tras haberlo hecho la primera vez de manera incorrecta.
El resto es conocido por todos.
Sin embargo, el peor dolor no lo causan ni el robo arbitral sistemático, ni la caverna mediática con sus titulares y comentarios, lo produce la sumisión de jugadores, técnicos, directiva y parte de la afición, exonerando al árbitro y al VAR, normalizando este problema histórico y culpabilizando al propio equipo.
No paro de imaginar lo que hubiera pasado si este partido (o cualquiera de los últimos asaltos arbitrales frente a ese mismo equipo) lo hubieran jugado los Adelardo, Capón, Heredia o Luis Aragonés.
El Atleti SAD vuelve a agachar la cerviz ante el dueño del negocio a cambio de las migajas que a buen seguro le caerán por este comportamiento.
10 febrero, 2019
A ver, las quejas hacía en VAR son correctas pero yo dejé el partido en el minuto 81 por una imagen. La que presentaba nuestro equipo, todos dentro de nuestro campo sin nadie que fuera a por el balón.
Simeone que tanto demanda al publico para que anime, ni tan siquiera ordenaba a sus jugadores para que fueran a presionar para recuperar el balón. Parecía que el que iba ganado por 3-1 éramos nosotros.
Simeone se equivocó contra el Betis, el cual nos dejó el balón en el primer tiempo y no supo cambiar el sistema para atacar el área del Betis. Tenemos un delantero centro, Morata, que va por arriba muy bien, pues no le metimos ni un centro al área. Si ellos tenían dos carrileros, ponga usted otros dos y juegue con tres centrales. Ataque y conseguirá que al menos el otro se preocupe de defender.
Ayer contra un pésimo Real Madrid, sigue empeñado en jugar con miedo. En los córner en nuestra contra defendíamos con once, cuando teníamos a dos jugadores que por alto no ganan un balón nunca. Lemar y Correa. Pues déjelos a los dos arriba y a Griezmann ocho metros por delante de nuestra área y dígale a Oblak que salga a por todos los balones que le van a colgar al centro del área. Ya vera cómo el Real Madrid no sube a rematar con al menos seis jugadores. El portero, tres defensas y dos para marcar a Griezmman por si coge el rechace o el balón que le ponga Oblack.
Ayer el ejemplo del primer gol Del Real Madrid, demuestra que no por defender con once, se evita el remate.
De esa forma el Real Madrid solo dispone de cuatro jugadores dentro de nuestra área y nosotros tenemos hasta ocho para defender.
Tenemos muy buena plantilla, quizás algún veterano que no está para cincuenta partidos al año, pero sí para 30.
Creo que hay que cambiar de sistema. Ir más a por el rival y ser menos contemplativo.
Del VAR solo se puede decir que ayer cumplió su misión. Ese penalti sí lo pitan en el Bernabéu contra el Real Madrid, los medios de comunicación «queman» la Federacion y al calvo de su presidente Florentino le obliga a dimitir.
Escuché a un periodista en la COPE justificándolo con qué, que el penalti lo pita por la razón de que hay dos faltas y entonces se debe pitar la mas grave. Solo hay una falta comienza fuera del área y termina dentro. Lo otro, la justificación, es para personas que no tengan criterios propios.
Estas jugadas son las que te hacen dudar del VAR. Cuando hay imágenes y el VOR las quiere cambiar.