Nos robarán, pero no nos callarán

Ayer me llegó un vídeo-montaje sobre una escena de la guerra de las galaxias en el que se nos pone de llorones y que el robo tampoco fue para tanto. Trato de no consumir, especialmente en estos días, pero me imagino que la maquinaria mediática estará a tope para blanquear (nunca mejor dicho) el atraco del sábado. Hay una suerte de refinamiento en este asunto porque, seamos sinceros, el Madrid ha robado toda la vida, especialmente a nosotros. Si se hiciera un análisis pormenorizado y objetivo de las actuaciones arbitrales en los derbis a lo largo de la historia no es que diera para un libro, habría que hacer una enciclopedia. Pero antes los robos eran más burdos, menos sofisticados. La opinión pública era más fácil de controlar, había pocos medios, los canales de comunicación eran sencillos, muchos de los robos a lo largo de la historia incluso me atrevería a decir que pasaron desapercibidos, pero lo de ahora es diferente.

El ejemplo del sábado es claro, nos roban y acto seguido se empieza a manipular desde sus medios que son inmensa mayoría para construir una realidad alternativa. Una realidad en la que no se habla de gol anulado injustamente, de un penalti cobrado fuera del área, un córner que se repite sin motivo ni se menciona, un penalti clarísimo a Morata, la inmunidad de Casemiro para dar patadas sin tarjeta, por no hablar del corte de mangas de Bale; se empieza a derivar el discurso hacia el lloriqueo, hacia la supuesta propuesta pobre del Atleti (nadie obviamente habla de que la del Madrid fue aún peor, con el doble de presupuesto) y bla bla bla. A todo esto ayuda que el club se sitúa de perfil, porque un tuit con una carita me parece una respuesta bastante pobre y de cara a la galería para una afrenta de este tamaño y Simeone, que tampoco quiere mojarse, sus motivos tendrá, tal vez porque piense que queda mucho y mejor no enemistarse demasiado. No lo sé, pero flaco favor nos hacen.

Porque la realidad es que los robos han existido siempre y dudo mucho que nunca cesen, pero lo que no van a poder cortarnos nunca, por mucho poder mediático que controlen es nuestro espíritu contestatario. La realidad es la que es, no la que ellos tratan de construir después de cada hurto perpetrado y, al menos por mi parte, no van a conseguir callarnos, ni engañarnos, ni silenciarnos. Nos robarán, pero no nos callarán.

 

Foto: Rubén de la Fuente

 

Autor: Dario Leiva

Periodista. Colchonero de corazón. Si se cree, y se trabaja, se puede.

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3 Comentarios

  1. Venga, a seguir llorando.
    Y mientras sin jugar un pimiento al fútbol…con el buen equipo que tenemos, a seguir triturando jugadores de calidad…¿nos damos cuenta de la inversión que se ha hecho? Ya no somos los pobrecitos del manzanares del año 2000.
    En otro orden de cosas, uno de los males del atleti, que hay que ir superando ya, es el acomplejado antimadridismo tan metido en nuestro Adn. Eso es malo para el atleti y bueno pal mandril. No nos dejará nunca ser un club que mira alto, del todo.
    Aupa atleti siempre!

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  2. Protestar ante una injusticia es una de las actitudes más naturales del mundo, y lo más lógico, además, es incrementar la protesta en función del nivel de la injusticia y de la proporción del daño causado por ella.

    El sábado se produjo el enésimo asalto al reglamento del mismo equipo y en contra del Atleti. Injusticia manifiesta y, sin embargo, ni una queja y ni una protesta de jugadores ni de Simeone. Algunos lo justificarán diciendo que eran solo tres puntos en juego, incluso otros lo harán diciendo que quejarse es peor, asumiendo un castigo futuro por parte del estamento arbitral.

    En 2014, en Lisboa, un árbitro, Kuipers, frente al mismo equipo del sábado, nos quitaba una Champions pitando de forma parcial y dirigida en los últimos minutos del encuentro. Aqui también hubo silencio de jugadores y técnico, pero esta vez en juego estaba la ilusión de toda una afición y de grandes jugadores que lo dieron todo por ese escudo. Por si había dudas, se repitió la misma historia dos años después en Milán.

    Esto lleva a muchas preguntas, ¿ es esta una actitud impuesta en el vestuario?, ¿ es una actitud solo ante ese equipo por ser el más poderoso?, ¿ ante situaciones similares frente a otros equipos se comportan igual?.

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  3. Ahi va mi opinión:

    No «seguimos llorando»
    No «jugamos un pimiento al fútbol»
    No «trituramos jugadores»

    Eso es justo lo que dice la prensa del establishment pero no es lo que se ve en el campo, no nos dejemos llevar por la realidad alternativa que se construye desde la central lechera.

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