Decía George Orwell que la historia la escriben los vencedores. Algo debió retocerse en su tumba de Sutton Courtenay de haber visto lo que aconteció este domingo en el Estadio Metropolitano. 60 739 personas ovacionaban de pie al Atlético de Madrid Femenino tras caer derrotado de forma contundente frente al Barcelona. Se trataba del récord absoluto de espectadores en un partido de clubes en el fútbol femenino a nivel mundial. Quizás pensaría Orwell que ayer no perdió nadie, y no le faltaría razón. En el Metropolitano ganó el Barça, sí. Pero también ganó el Atleti, experto en vencer hasta en las más crueles derrotas. Ganó el fútbol femenino. Ganó la historia.
La estampa del feudo rojiblanco recordaba a las grandes noches vividas en el corto periplo del nuevo estadio. Una larga pancarta decoraba el ancho del Fondo Sur. Su lema, claro y contundente: “Adelante Atleti Femenino”. La dura semana vivida por los colchoneros no afectó ni un ápice a la respuesta de la hinchada colchonera, sabedora del impecable andar de sus chicas en estos últimos años. Líderes firmes en la Liga, finalistas de la Copa y apeadas de la Champions por el poderosísimo Wolfsburgo, la parroquia rojiblanca tenía ganas de arropar masivamente a sus guerreras.
El imponente escenario pasó factura a las futbolistas de Sánchez Vera. Pese al premio que supone jugar en un estadio de tales dimensiones, deportivamente supuso una desventaja notable para las locales. Sobre el césped del Metropolitano se vio un Atlético de Madrid mucho más minimizado que el que suele arrollar a sus rivales en el Cerro del Espino. Tounkara y Laia se vieron superadas por una Oshoala incansable. La medular rojiblanca no pudo contener el partidazo de Kheira Hamraoui y la incombustible Vicky Losada. Y arriba, Ludmila. Solo Ludmila. La brasileña apenas pudo dejar dos o tres pinceladas durante el partido. Conviene matizar esto, pues un efímero destello de la internacional con la ‘canarinha’ tiene más brillo que el firmamento futbolístico de la Liga.
Ludmila apenas tardó un minuto en amenazar los dominios de Sandra Paños con un balón filtrado al área. Después echó en falta recibir con claridad algún balón al espacio para retar en velocidad a Andrea Pereira y a Mapi León. Con el paso de los minutos, el crecimiento del Barcelona terminó por dejarla inédita. Ni siquiera la colegiada se puso de su parte en un agarrón dentro del área con 0-1 en contra. En su lugar, Martínez Madrona decidió dar ley de la ventaja. Sí, ley de la ventaja. Dentro del área. En una Liga cada vez más profesionalizada, las colegiadas siguen sin estar a la altura. Para hacérselo mirar.
El Barcelona cimentó su victoria en dos pilares: la recuperación y el juego aéreo. Cada pelota llovida por el área de Lola Gallardo generaba el runrún de la hinchada colchonera. No sorprendió que primera diana culé llegara de un saque de esquina que la guardameta rojiblanca no pudo despejar. Menos aún que el Barcelona sentenciara la contienda al contraataque. Y pudieron ser más si Vicky Losada llega a culminar su partidazo sacándose un tanto de la chistera. El Atleti intentó volcarse, pero le faltó claridad en las ideas. También fortuna, pues Ángela Sosa pudo poner a las rojiblancas por delante en la última jugada del primer período con un disparo que lamió la cepa del poste de Paños.
Sin embargo, la segunda mitad fue demasiado Barcelona para tan poco Atleti. El triunfo azulgrana deja abierta la lucha por la Liga a falta de seis jornadas para el final, pero aquello era lo de menos. Por una vez, el protagonismo se trasladó del césped a la grada. Las lágrimas de Jenni así lo evidenciaban. Eran el reflejo de años de lucha. Eran el espejo de un triunfo: el triunfo de todas.
Fotos: Rubén de la Fuente
18 marzo, 2019
Tuvo que ser por el récord del Metropolitano por lo que TVE se atrevió a dar la noticia en el Telediario.
TVE ha tenido que hacer muchas virguerías estos últimos años para hablar de fútbol femenino sin tener que promocionar a sus rivales.