El Atleti Femenino es una representación real de lo que es el Atlético de Madrid, ha navegado contra el viento y la marea, ha sido campeón desde la nada, ha sido desahuciado en cierta forma, bajado a los infiernos, desposeído de cualquier opción, ha soportado el arribismo de rico de su eterno rival, para quien el fútbol era exclusivamente una cosa de hombres y, forzado por las circunstancias, compró, pagó, ejerció el poder del dinero para situarse en el lugar que no tenían.
Así, la final de la Copa de la Reina parecía la confirmación de todo el plan, la ubicación esperada, el Madrid levantando el título de nuevo, el Atleti relegado al lugar segundón que se le supone, una oportunidad perfecta para poder establecer el nuevo viejo orden. Arrancó el partido y todo era increíblemente verosímil: un palco en el que Florentino esperaba recoger los frutos de su inversión, en el que la directiva del Atlético de Madrid había prestado a su equipo la misma atención que en los últimos años y sobre el césped, más de lo mismo, las ocasiones para el Atleti, desaciertos de Ajibade, de Cardona, que acariciaron el gol y en el otro lado, dos cabezazos aislados, Ivana primero, Toletti después, y un dos a cero severo para conquistar el primer título para el Madrid.
Cayó el diluvio en Butarque, se desalojaron las gradas madridistas, como en un recordatorio perfecto de aquella noche de lluvia en el Calderón, quedó el reducto rojiblanco en la esquinita de Leganés que no dejó de creer bajo la lluvia y mientras más llovía más alentaba y aunque todo parecía perdido y en el palco ya se ajustaban los nudos de las corbatas para poder entregar el título que llevase al fútbol femenino a la otra dimensión, abajo, en el césped, unas bravas vestidas de rojiblanco entendieron a la perfección el lema primero de este club: nunca dejar de creer. Así, en el ochenta y ocho, con todo aparentemente perdido, la argentina Banini se inventó una jugada magistral en el callejón del siete y sirvió atrás para que Lucía Moral hiciese el gol que alentaba la esperanza. Empujó el Atleti, creyendo en lo imposible y Banini completó su gesta poniendo un libre directo en la escuadra en el minuto noventa y cinco, para que explotara la alegría rojiblanca y Misa, la portera local, que minutos antes reía sarcástica, casi celebrando, empezase a vivir su calvario particular.
El Atleti celebró la prórroga como si fuera un título, aguantó, resistió las acometidas blancas que intentaban recuperar lo que ya barruntaban perdido. Las de Manolo Cano se refugiaron, esperaron, y llegaron a la tanda de penaltis como quien llega a recoger el fruto de la cosecha. Lola Gallardo, capitana y héroe paró y ayudó a levantar un título que es más que un título, es la constatación de que todavía, en este deporte, no termina de mandar el dinero, no lo hace de una manera inmediata, resiste el espíritu y se filtran de un lado a otro los sentimientos, los valores, la esencia. Da igual que sean mujeres que hombres, pero hoy es importante reseñar que son mujeres aquellas que han elevado el espíritu del Atlético de Madrid. Son Campeonas de la Copa de la Reina pero son mucho más que eso, son portadoras de un sentimiento que no entiende de género ni de tiempo, son puro Atlético de Madrid.
28 mayo, 2023
Gabriel García Márquez escribió la Crónica de una muerte anunciada, donde llevaba al lector por un callejón sin salida hacia un dramático final sin posibilidad de revertir el camino.
La Copa de la Reina se convirtió en la crónica de un título anunciado cuando se decidió expulsar de la misma al todopoderoso FC Barcelona. A partir de ese momento, el Atleti entró en el callejón de la muerte.
El Emperador, sabedor de su superioridad, construida a golpe de talón, reía satisfecho y feliz, monetizando ya su primera Copa y además frente al eterno rival, para mayor satisfacción de sus súbditos.
El sorteo de semifinales, hecho a medida y, un pasito más hacia el final del callejón.
El Atleti caminaba hacia el abismo, sin opción de escape, como víctima propiciatoria que conoce su destino cruel. El propio Emperador hizo acto de presencia en el Palco del callejón, situado en el centro, a la derecha de uno de sus súbditos, el presidente de la RFEF, y con la dirigencia del Atleti ausente evitando así tener que presenciar el aquelarre a que estaban llamados.
La valentía de las once jugadoras rojiblancas que saltaron al césped echó por tierra los deseos del Emperador, rompieron los esquemas de la Caverna y plantaron cara al rival de una manera sublime, sin embargo, como es habitual, el primer hachazo llegó al final de la primera parte, tras un córner inexistente, cuyas imágenes han sido convenientemente escondidas en otro de los cajones de la vergüenza.
A la valentía de las jugadoras del Atleti se sumaron el pundonor y el coraje para sobreponerse a un segundo gol merengue, con codazo incluido y con el VAR pensando más en la fiesta final. Dos zarpazos magistrales en el 87 y en el 95 prolongaron el desenlace hasta la prórroga, así, dando al blanco con su propia medicina.
Con el temor constante a ese penalti señalado en contra, a esa expulsión, a esa falta o a esa decisión caprichosa de la árbitra, se llegó al final del callejón, a los penaltis y al triunfo final quebrando el propio orden inmutable y reescribiendo la novela de García Márquez.
No le ha faltado tiempo a la Caverna de la capital para reaccionar y, además de no colocar en titulares la noticia, se ha despachado con la promesa de un fichaje superestrella del Emperador para la próxima temporada. La afrenta ha sido mayúscula, no permitirán otra temporada más sin títulos.
Enhorabuena a todas las jugadoras del Atleti por la gesta realizada ayer.
28 mayo, 2023
El primer gol del madrid, viene de un corner, que no es corner a favor del madrid… Increible lo de las chicas ayer remando contra viento y marea como siempre.
29 mayo, 2023
No sigo el fútbol femenino, a qué mentir. Como le oí a un monologuista en la plataforma que me prestaron una temporada y que ya no tengo, la WNBA debería haber sido seguida en masa por mujeres en USA, para reivindicar el deporte femenino y a la mujer, pero prefirieron seguir siendo forofas del basket masculino. Ni el tato ni la tata conocen allí, no ya a 5 jugadoras de esa competición mantenida artificalmente, sino el nombre siquiera de algún equipo. Aquí con el fútbol femenino viene a ocurrir algo similar. Los aficionados, salvo una minoritaria excepción, sólo miramos con simpatía los resultados de la sección femenina de nuestros clubes y algún resumen en la web del Club, cuando funciona.
Aquel partido de liga Atleti-Barça en el Metropolitano que decidió en color rojiblanco la última liga que ganaron las chicas, hace 4 ó 5 años, si no me equivoco, tuvo, creo, más de 40.000 espectadores, pweo porque la inmensa mayoría acudió invitada o con precios simbólicos. Dicho esto, e ignorando por completo quién dirige la sección, aunque sé que hace unos años lo hacía una mujer, supongo que alguna representación atlética habría en el palco. Donde, desde luego, quien faltaba era la tipa, me ahorraré calificativos, que le da nombre a la competición.
Y dicho todo eso, añadiré también que me vi en diferido la 2ª parte entera, la prórroga a saltos y los penaltis. Y hay muchas cosas dignas de resaltarse, además de las descritas por Pineda y Che. La preparación física de estas chicas es extraordinaria. La número 20, Medina, que creo es lateral zurda, pero que corría por todas partes, hizo, como muchas de sus compañeras un despliegue físico formidable, más destacable aún después del diluvio que les cayó. Lucía Moral tiene unas espaldas que ya las querríamos tener la mayor parte de los tíos, y supo estar en todos los remates, forzados o no, del arreón final del equipo. Cuando varias merengonas fueron a intentar intimidar a la árbitro para que se arrepintiera de haber pitado la última falta del partido, preludio de la gloria de estas chicas, solo tuvo que ponerse en medio y estirar el brazo, y la merengada se desmoronó chocando contra él y ya no rechistó más. Impresionante esta chica por fortaleza y olfato de delantera. Un penúltimo apunte también antes de ensalzar a Banini. Como bien ha apuntado Che, el segundo gol blanco viene precedido de un codazo clamoroso.
Y lo de la argentina Banini es para enmarcar . Jugadón para la asistencia a Lucía Moral en el primer gol y golazo de falta de leyenda en el ! 96 !. Hay goles que resultan preciosos por la trayectoria del balón y por su importancia, y éste es un golazo para la historia rojiblanca. Antológico. A la altura de alguno de Pantic o de Forlán. Y que a esta chica no le dieran el premio a la mejor jugadora de la final, aunque no acertara con su penalti, es de chiste. Sólo se hubiera entendido que, en su lugar, se lo dieran a la portero Lola, por detener 2 en la tanda y por hacer un paradón durante el partido a una escocesa rival cuyo nombre ignoro, pero que le hurtaran ese premio individual a Banini para compensar al perdedor, es uno de esos agravios que dan vergüenza ajena.
¡ Enhorabuena al Atlético de Madrid femenino ! Han tenido que ser las chicas, a las que tampoco caso hacemos, las que hayan conseguido darle la vuelta al guión consabido del triunfador y el segundón, de la miel a punto de ser saboreada convertida en el último instante en hiel amarga y en llanto desconsolado. Que aprendan los chicos. No hay ningún malditismo establecido. No hay que cejar, ni dejar de creer, como por todas partes pueden ver escrito. Y hay también que tener una Banini que lanze una falta en el momento decisivo con ese talento, esa determinación y esa confianza. ¡ Bravo Estefanía !
29 mayo, 2023
» tan poco caso hacemos» quise poner