Cuestión de prestigio

El crecimiento no son sólo títulos. El Atlético gana menos que en 2014 y sin embargo ahora tiene más prestigio internacional. Llegar a finales antes era en el mundo futbolístico una sorpresa. Ahora la sorpresa es que los rojiblancos no estén en las rondas finales de la máxima competición europea. Como club, en su proyección internacional, el crecimiento es indudable aunque individualmente y como equipo, el Atlético siga siendo tan bueno como el año que ganó la Liga.

Sin embargo, este cambio de imagen, tiene una repercusión muy directa en los jugadores rojiblancos. Ahora cuentan más para sus selecciones. Si nos vamos al mundial de 2010, sólo seis colchoneros viajaron a Sudáfrica (ninguno de ellos con la selección española). Y eso que el Atlético acababa de ganar la Europa League.

Más sangrante es el caso del Mundial de Brasil. El equipo acababa de ser campeón de Liga y subcampeón de Champions. Difícil creer que eso se pudiera conseguir con jugadores mediocres. De hecho, sólo se puede considerar que el Real Madrid hiciera mejor temporada en todo el continente. No fue suficiente para que fueran protagonistas en el último mundial. Es cierto que el número se incrementó hasta nueve representantes pero viendo los protagonistas, es evidente que el prestigio aún no llegaba para confiar en jugadores del Atlético. Ya no por el hecho de que Gabi no asistiera, sino que otros como Filipe o Miranda, pertenecientes a la defensa menos goleada de Europa, también vieron el campeonato por televisión. Algunos de los que sí fueron convocados como Alderweireld, Giménez o Cebolla, tuvieron un papel residual, por lo que su llamada se debió más a necesidades de sus países que a hechos deportivos. Por su parte, jugadores como Koke apenas tuvieron minutos.

El panorama ha cambiado. No podemos valorar si el Koke actual es mejor o peor que el de entonces, pero sí que su peso en la selección ha aumentado. Así como Saúl, cuyo último torneo sub21 fue la evidencia necesaria para ser indiscutible en la plantilla de Lopetegui. No hay que olvidar que ahora hablamos de una plantilla de 19, no podemos sumar a jugadores como Carrasco, que es un fijo con Bélgica. Otros fijos son Godín, Giménez, Vrsaljko, Griezmann y Diego Costa mientras que Vitolo y sobre todo Correa y Lucas tienen opciones para viajar a Rusia. Habría que sumar a Filipe, cuya presencia hasta su lesión era incuestionable.

Por último, están los fijos en sus selecciones que no se han clasificado para el Mundial como Oblak, Savic y Thomas. Es decir, el Atético puede ver en el próximo torneo de selecciones se juntan hasta 11 jugadores rojiblancos, en una plantilla de 19, más de la mitad. Y todos ellos con un peso más que evidente en sus países, al contrario que en 2014 donde sólo Courtois, Giménez, Godín, Alderweireld y Diego Costa disponían de continuidad.

El auténtico logro de Simeone no son los trofeos. El logro de Simeone es conseguir que el mundo del fútbol consiga ver al Atlético como la élite europea y consideren que a los jugadores rojiblancos no les va a pesar ninguna camiseta en ningún partido. El logro de Simeone es mostrar que un jugador del Atlético tiene capacidad para jugar en cualquier equipo.

Autor: Emilio Cabrera

Cañailla afincado en Sevilla y del Atleti. Estudiante de Periodismo

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