La autoridad de antes
El Atleti tenía un partido durísimo en Rotterdam. El Feyenoord se había mostrado como un rival inexpugnable en su estadio, casi dos años sin caer derrotado, dos triunfos en dos partidos de Champions, la clasificación en juego para ambos, “la Bañera”, una de las calderas de Europa. No era un partido para medias tintas, ni para equipos con dudas, ni para fiar a la suerte. Era uno de esos partidos que marcan el ritmo de la temporada, que...