Una cabina de teléfono
Ya ha pasado un mes desde aquella mágica noche de Anfield. Yo estuve allí, con mis hermanos, en un viaje atípico, sumidos en la duda de si hacer lo que queríamos hacer, lo que teníamos que hacer, era lo correcto. Empezaban a circular las voces del miedo a la pandemia del coronavirus y en la previa de aquel feo día en Liverpool no se habló de Klopp ni de Simeone, ni del uno a cero de la ida, ni del infierno que luego podría ser el...