Rodrigo De Paul, ejemplo de cómo entender el futbol

Quien sólo viera a De Paul en el Valencia, entiendo piense es un “pufo” como jugador y que no da el nivel para este Atlético de Madrid. Craso error. Porque el De Paul que llegó al Valencia, procedente de Racing de Avellaneda, con apenas veinte años, es un jugador absolutamente diferente del que acaba de llegar al Atlético de Madrid. Es, en cierto modo, como si fuesen dos jugadores totalmente diferentes.

El De Paul del Valencia llegó a España muy joven como un extremo destacado de la Liga argentina pero, para un chico muy poco hecho, el salto resultó demasiado grande y nunca encajó en ese equipo tan convulso que es el Valencia de los últimos x años (gracias, Simeone porque sin ti, nosotros estaríamos igual). Hasta el punto de que apenas estuvo dos años en la capital del Turia, sesión de algunos meses incluida de vuelta en Racing.

Y, de ahí, llego a Udine, donde ha permanecido los últimos 5 años y donde ha completado un máster intensivo tanto de madurez como de evolución en el terreno de juego. Desde empezar en su posición inicial, extremo, hasta pasar casi por el mediocentro puro o acabar en la que hoy parece su posición ideal: la de interior. Una posición que le llevado a ser objeto de deseo de varios grandes de Europa (de hecho, a su fichaje por el Atlético) y a ser uno de los grandes protagonistas de la Argentina campeona de la Copa América de este último verano.

En este Atlético de Madrid, versátil donde los haya (aunque eso es otra cuestión) debe ocupar la posición de uno de los dos interiores, ya sea en un 5-3-2 o en un 4-4-2, aunque en un 4-4-2 podría ocupar también una de las posiciones del doble pivote. Pero, yendo al esquema mas habitual que va a utilizar Simeone, De Paul deberá pelear la posición con Lemar, con Koke (si Kondogbia es mediocentro único), con Saúl (si se queda, aunque mala pinta tiene el tema) y con Llorente (que esperemos que vuelva definitivamente a la posición de interior).

Y, desde aquí, el argentino, va a jugar un papel esencial: donde Koke es el “pegamento” del equipo, donde Lemar es la calidad, la imaginación y el desequilibrio y donde Llorente es vértigo puro, De Paul es, en cierto modo, una mezcla de todo: un jugador que combina muy bien y un jugador entiende muy bien el juego: cuando hace falta parar el y agrupar al equipo, sabe haberlo; cuando hace falta abrir al equipo y salir corriendo y lanzar a los delanteros, tiene imaginación y calidad suficientes para ello. Corre, baja, sube, viene y va. Un todoterreno, sí; pero con una notabilísima calidad.

Aun sabiendo va a tener mucha competencia ahí, esta llamado a ser uno de los hombres importantes de este próximo Atlético de Madrid. ¿Mi única duda? La que tengo con muchos, que la experiencia me ha demostrado en estos casi diez años con Simeone que, con el “señor de negro” solo triunfan los grandes de verdad.

TEXTO: Vicente Soto
FOTO: Imago

Autor: Vicente Soto

Nacido en Madrid, Criado en Ferrol. En Grenoble por trabajo. Ingeniero dedicado a las finanzas. Apasionado del fútbol. Atlético "a muerte". Socio nº 7646

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