Perdiendo las buenas costumbres

Empiezo a escribir estas líneas, en un aeropuerto francés, casi 48 después de que el Atlético se dejase en San Mamés sus últimas opciones de alcanzar el titulo de Liga, salvo monumental catástrofe azulgrana, y cinco días después de que dilapidase en Turín la notable renta de dos goles a cero que consiguiese en el Metropolitano ante la Juventus en los octavos de final de la Copa de Europa; y no fue por el resultado (la Juventus puede hacerte eso y más), fue por la imagen, por el no haber plantado en ningún momento, por no tener personalidad, en un palabra.

Escribo desde la preocupación, desde la incertidumbre, desde el desasosiego; desde el miedo, incluso. Paradojas de la vida: una persona tan racional como es uno y que, aun ‘muriendo’ por el Atleti apenas suele necesitar algunas horas para rumiar una derrota, por dura que ésta sea. Entre otras muchísimas razones porque, en los últimos siete años y gracias a quien todos sabemos, sabía que el equipo volvería a levantarse.

Sin embargo, esta vez uno lo está experimentando de forma diferente, con los sentimientos más arriba descritos. Claro que volveremos a levantarnos, pero lo que antes llevaba pocos días o pocas semanas, uno no sabe lo que tardará esta vez. Y no lo sabe por un miedo seguramente irracional (como la mayoría de éstos) pero uno tiene ciertas pistas. Y sé que aquí voy a ser ‘acusado’ de traicionar mis principios, que uno puede constatar si echa un vistazo a mis humildes aportaciones en esta extraordinaria aventura que está siendo LVR: el partido a partido, el disfrutar el camino y no el objetivo… Y vamos con las pistas:

  • Tal vez uno se equivocase y el equipo, al margen de tener un líder absoluto e indiscutible en el banquillo, también necesite uno en el terreno de juego; tal vez, uno haya infravalorado a Gabi, en ese aspecto (que no en otros, solo faltaba). Tal vez, Godín no sea exactamente lo mismo y, tal vez, Koke y Saúl, teniendo muchísimas virtudes, no tengan carácter para eso.
  • Parece (solo parece) que la defensa habrá de ser profundamente renovada este verano: Juanfran ya no esta para aguantar toda la temporada al nivel que exigen las actuales -reales o ficticias, racionales o exageradas- exigencias del Atlético; Godín parece se marchara en busca de un sitio donde le garanticen más años de contrato y (mucho) mejor pagados; y Filipe Luis y Lucas Hernández prefiero no hablar, por muy diferentes motivos; si bien es probable que, del francés, ofrezca alguna pista en un próximo artículo.

Todo esto lleva a que la renovación en la defensa (parece) va a ser profunda; lo más profunda que haya sido nunca en la etapa Simeone. Y, en un equipo que ha basado muchos de éxitos de años anteriores en la defensa y sus automatismos (no solo de la línea, si no de la concepción del equipo como tal, por cierto), eso le preocupa a uno.

No es solo acertar con los posibles reemplazos (parece vendrá Alex Telles para el lateral y, a priori, sería una buena noticia); es conjuntarlos y hacerlos rendir, como ensamblaje, como se ha venido haciendo hasta ahora. Y eso, insisto, a uno, le preocupa.

  • En el medio campo, el Atlético tiene varios problemas:
    • Un primero, ya apuntado en otro artículo previo… actualmente está bastante mal estructurado: tiene solo dos mediocentros puros (Thomas y Rodri) para dos posiciones. El día que tengas lesión o sanción, estás muerto. Tiene tres teóricos extremos (Lemar, Correa y Vitolo), donde Simeone solo suele utilizar uno; o ninguno si insiste en el esquema de San Mamés con Griezmann incrustado en banda.
    • Correa…y cito a Correa aquí, hablando del medio campo, porque es donde lo suele utilizar Simeone. Cierto es que ofrece características muy diferentes, en ataque, a cualquier jugador de la plantilla; cierto es que tiene la rarísima virtud de saber donde tiene que aparece (por sorpresa, claro); cierto es que tiene (o tenía) detalles de genio… pero no es menos cierto que parece estancado, que no da un paso adelante, que parece de esos jugadores que son grandes promesas; pero que nunca llegan a explotar.
    • Lemar: obviaré decir lo que todos los medios de (in)comunicación se encargan de repetir acerca de su precio, entre otras muchas razones, porque podría hacer muchas consideraciones al respecto; pero entiendo la desesperación de una mayoría de aficionados rojiblancos. Uno sigue creyendo en él, pero… (hasta hace pocas semanas hubiese escrito la misma frase, pero sin la ‘coletilla’ final). Tiene mucha calidad, ha dejado ciertos destellos, pero necesitamos mucho más de él. Uno ve en él, salvando las distancias, al Griezmann que llegase al Atlético de Madrid hace ya casi cinco anos y al que le costó casi seis meses ser titular indiscutible y, sobre todo, integrarse en los automatismos del equipo. El Griezmann de hoy es un futbolista absolutamente comprometido, en ataque y en defensa. ¿Tiene Lemar condiciones y carácter para hacer lo mismo?
    • Vitolo: Tras el famoso ‘lio’ con el Sevilla, la sanción de la UEFA al Atlético para fichar y demás hierbas… Vitolo, fichado en el verano de 2017, no se incorporaría hasta el primero de enero de 2018. Sin embargo, las lesiones, que va encadenando cual condena, apenas le han dejado mostrar de lo que es capaz unos pocos ratos. Es un futbolista ideal para Simeone en mediocampo: tiene innata (no como Lemar o Griezmann) la garra y el coraje que exige el argentino, pero es que, además, tiene desborde, verticalidad y una cierta visión de juego. Pero, ay, las lesiones…

Y delante, Costa, para acabar con un conjunto de dudas razonables (o no). Cierto es que aporta garra, lucha, que abre huecos, que molesta a los rivales y que es el tipo de jugador que uno siempre quisiera en su equipo. Pero no es menos cierto que el Costa que se fue al Chelsea, en el verano de 2014, hacia todo eso y, además, metía goles. ¿Es China una opción?

Tal vez todo lo escrito arriba no sea más que el fruto de mi decepción actual y deba volver al ‘buen camino’ del partido a partido y a disfrutar del propio camino. Tal vez ‘el señor de negro’, bendito sea, me malacostumbró a ganar. Y no estaba preparado para no hacerlo.

P.D.: Como habrán podido ustedes comprobar, nada tengo que decir sobre Antoine Griezmann y los rumores que le sitúan, otra vez, fuera del Atlético. Rumores, por cierto, procedentes de un medio muy serio; no de la incalificable prensa deportiva española. Salvo noticia definitiva y confirmada, sea cual sea su sentido, uno no se pronunciará al respecto, al menos, hasta el próximo 1 de septiembre de 2019, a las 00:00 h. Por su propia salud mental, básicamente.

P.D.: Transcurrida casi una semana, los sentimientos de uno siguen siendo los mismos arriba expresados. Malo.

Foto: Rubén de la Fuente

Autor: Vicente Soto

Nacido en Madrid, Criado en Ferrol y Cedeira. Ingeniero dedicado a las finanzas. Apasionado del fútbol. Atlético "a muerte". Socio nº 6711

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