Anda soliviantado el mundo rojiblanco (incluidos algunos jugadores) estos días denunciando que la plantilla del Atleti es muy corta, que así no se puede competir al nivel que quiere hacerlo el Atleti y demás. Sin querer menospreciar a nadie (sobre todo, a jugadores atléticos de cuna y que llevan años dejándose la vida por este escudo) tratemos de poner un poco las cosas en perspectiva.
Insisto, como hice en mi artículo anterior: me gustaría tener claras las reglas y normas de esa cosa llamada Fair Play Financiero (¿algún erudito en la sala?) pero, por lo poco que se, puedo entender que el contrato de Griezmann (imprescindible, a todas luces y por muchas razones) haya generado sus efectos colaterales; negativos, claro. Al margen del ‘efecto llamada’ que parece estar produciendo, si hacemos caso a la poco fiable prensa patria, con muchos jugadores demandando aumentar sus salarios, parece también hay problemas de límite de masa salarial, lo cual impediría fichar algún otro jugador de un cierto nivel (con el correspondiente notable salario que llevaría aparejado).
Pero, objetivamente hablando, ¿es corta la plantilla? Vayamos línea por línea:
Portería: dos porteros (más el posible apoyo de alguno del filial), Oblak y Adán, en una posición, generalmente hablando, con poca tendencia a los cambios; y específicamente hablando, en el Atlético actual, sin media discusión al respecto.
Defensa: Siete jugadores para cuatro puestos; incluyendo a uno, Lucas, que puede jugar tanto de central como de lateral izquierdo con plenas garantías.
Doble pivote: El único sitio donde sí que se puede dar por valida la teoría de que la plantilla es corta. Realmente el Atlético solo tiene dos jugadores ‘puros’ para esa posición: Rodri y Thomas Partey; porque tanto Saul como Koke, pudiendo rendir bien ahí, son más interiores y, más adelantados, pueden aprovechar mejor sus principales virtudes; la llegada a gol, en el caso del primero, y la capacidad combinativa y de gestión del juego colectivo (es el ‘pegamento’ del equipo, incluso en los días en los que no está especialmente fino), en del segundo.
Interiores/centrocampistas de banda: Tiene aquí muchas opciones Simeone: los citados Koke y Saul, Correa, Lemar, Vitolo; incluso Gelson Martins. Con una ‘pequeña’ particularidad: que Simeone, dentro de lo que son los dos hombres, digamos, más adelantados del mediocampo, rara vez juega con dos futbolistas puros de banda. Habitualmente lo hace con un interior (Koke o Saul) y alguien más teórico de banda, aunque todos con tendencia de irse al medio (Correa o Lemar, habitualmente). En todo caso, cinco jugadores para dos puestos.
Delantera: dos titulares indiscutibles, Costa y Griezmann. Y las alternativas de Kalinic o Gelson (o, incluso, Lemar, Correa o Vitolo).
En todo caso y al margen de los porteros, dieciocho jugadores de campo para diez puestos. No es maravilloso, pero, insisto, salvo en el caso del mediocentro puro, tampoco cree uno la plantilla sea tan corta. El problema, de verdad, son las lesiones y el desequilibrio.
¿Las lesiones? Uno no es médico, ni fisio, no saber cómo arreglarlo. Pero no puede ser que, cada día se recupera un jugador, caiga otro; que se vayan relevando, en ese sentido. Algo está fallando.
¿Y el desequilibrio? Llaman la atención los hechos reseñados anteriormente: tener solo dos mediocentros puros para el doble pivote y tener tres o cuatro jugadores que pueden desempeñarse en banda en mediocampo (Lemar, Vitolo, Correa y Gelson), aunque puedan jugar también más adelantados, cuando el esquema habitual de Simeone utiliza solo a uno de ellos.
Parafraseando a Bill Clinton y su famosísimo “La economía, estúpido”, yo digo “Son las lesiones y el desequilibrio, estúpido”.
Item más: Con el déficit que tenemos en el doble pivote y la polémica surgida en los últimos días en Francia con Rabiot (no va a renovar y ha sido ‘condenado’ al banquillo o a la grada lo que resta de temporada), uno se pregunta porque no ha estado el Atlético más rápido que el Barcelona, que parece tenerlo cerrado. Hubiera sido (seria) un refuerzo maravilloso para el mediocampo. Y si volvemos a la cuestión del Fair Play Financiero, la respuesta es obvia: vistos los minutos jugados y el rendimiento, Gelson y Kalinic (aunque este parece se va entonando), serian excelentes alternativas para liberar eso que se ha dado en llamar ‘masa salarial’.
Foto: Rubén de la Fuente