La llegada de Pantic al Atlético de Madrid resultó sorprendente. El club colchonero se encontraba a punto de cerrar el fichaje de Prosinecki, sin embargo, a última hora el yugoslavo firmó con el Barcelona ante la sorpresa de Antic que había devuelto al jugador al primer plano futbolístico durante su estancia en Oviedo. Tampoco se concretó la contratación del Jokanovic, que acabó en el Tenerife. Entonces, el entrenador rojiblanco apostó por Milinko Pantic, un centrocampista yugoslavo de 29 años que jugaba en el Panionios (Grecia). El técnico serbio avaló este fichaje: «Con Pantic está en juego mi credibilidad como preparador. Es un futbolista que define muy bien en jugadas a balón parado y que podría venir muy bien al Atlético en las jugadas de estrategia. Es un jugador desconocido debido a que juega en un campeonato que no tiene una gran repercusión». Jesús Gil dudó en principio, mas al final fichó a “Sole” Pantic por unos 80 millones de pesetas.
Desde el primer día, Pantic se ganó a la afición colchonera por su maestría a balón parado, su eléctrico juego, sus goles, su lucha y su visión del conjunto. Además, el yugoslavo marcó el tanto decisivo en la final de la Copa del Rey con un certero remate de cabeza. A petición de Jesús Gil, el escultor Santiago de Santiago Hernández le hizo un busto que se puede ver en la parte noble del Estadio Vicente Calderón. El centrocampista balcánico ha sido uno de los jugadores que más impacto ha causado en la hinchada colchonera. En las gradas del Calderón, cada vez que Pantic iba a tirar una falta o un saque de esquina toda la afición empezaba a tocar las palmas al son de los movimientos del yugoslavo. Hoy en día, cuando el equipo rojiblanco va a tirar una falta o un córner, los hinchas piensan en Pantic. Su recuerdo nunca se borrará de la memoria colchonera.
En las dos siguientes campañas, Pantic rindió a buen nivel, pero nunca como en su primera temporada, su nombre estará indivisiblemente asociado al año del ‘Doblete’. En el verano de 1998, el club madrileño le traspasó a Le Havre (Francia). Pantic declaró en su adiós: «Me quedo con muchas cosas, con muchos momentos, pero quiero agradecer a Antic todo lo que hizo por mí. Y a la afición, que es única. Me voy a Francia porque en España para mí sólo existe el Atlético”. En Le Havre sólo militó un año; después recaló en el Panionios donde se retiró en el verano de 2001. Con el Atlético de Madrid, Pantic acumuló los siguientes números: 139 encuentros oficiales (36 tantos) desglosados así: 107 de Liga (18 goles), 14 de Copa (11 dianas), 16 de competiciones europeas (5 goles), y 2 de la Supercopa de España (2 tantos). Además, Pantic logró: 1 Liga (1995/1996), 1 Copa del Rey (1996), unas semifinales de la Copa UEFA (1997/1998) y unos cuartos de final de la Copa de Europa (1996/1997).
Milinko Pantic regresaría al Atlético para ocupar el cargo de Director Técnico de la Fundación y los Campus del Club Atlético de Madrid, también para entrenar a las categorías inferiores, donde llegó a entrenar al filial del conjunto rojiblanco. Su nombre se encuentra ya en el panteón de dioses colchoneros. Una leyenda viva del club.
Foto: indiosrojiblancos.net