Los 400 del capitán eterno

Cuando Gabriel Fernández Arenas debutó en el Ramón Sánchez Pizjuán con la camiseta del Atlético un 21 de enero de 2004, jamás imaginó que 14 años después cumpliría 400 partidos portando los colores rojiblancos. La historia de Gabi es la de un obrero del balompié, la de un hombre que subió al primer equipo y se vio obligado a emigrar para regresar con más fuerza que nunca. Un tipo silencioso, que partió sin hacer ruido y, fuera de Madrid, se ganó un nombre para regresar de puntillas a la que era su casa. Porque su sueño nunca fue ser “futbolista”, sino “futbolista del Atlético”.  Bajo esa máxima, Gabi demostró en su tercera etapa que ese sueño, por grande que fuera, lo haría añicos. Siete años más tarde, nadie es capaz de dudar de ello.

La vida futbolística de Gabi, como la historia, puede dividirse en dos etapas bien diferenciadas: a.C. (antes del ‘Cholo’) y d.C. (después del ‘Cholo’). La primera es la trayectoria de un chaval de Leganés que se fajó por lo más modesto del balompié madrileño y español para retornar a su hogar. Desde los campos de tierra de la regional de Madrid hasta La Romareda, Gabi tuvo que crecer en un filial en horas bajas, donde su nombre despuntaba junto al de otras promesas como Fernando Torres. Sus méritos en el Atlético de Aviación –el Atlético de Madrid C– y en todas las categorías inferiores del club lo llevaron a debutar en esa noche sevillana de Copa del Rey. Aquella campaña, la 2003/2004, Gabi disputaría seis partidos más, compatibilizando los entrenamientos con el primer equipo y el filial.

Al año siguiente, Gabi daría su primer salto fuera del Atlético de Madrid. Su cesión al Getafe le sirvió para curtirse en la Primera División española. Su buen hacer le llevó a jugar 32 de los 38 partidos de Liga con el cuadro azulón. Méritos suficientes para que Carlos Bianchi lo repescara para la temporada 2005/2006. Tanto con el argentino como con Pepe Murcia, el jugador de Leganés sí consiguió desempeñarse con asiduidad en el once titular del cuadro rojiblanco. Sin embargo, la llegada de Javier Aguirre en la temporada 2006/2007 terminó por quitarle protagonismo en el equipo. Así, en julio de 2007, Gabi volvió a emigrar del Vicente Calderón y puso rumbo hacia Zaragoza, donde realmente se haría futbolista.

Fueron sus cuatro años en La Romareda donde Gabriel creció deportivamente y se consolidó en la élite. En ese periplo, Gabi disputó 144 partidos, vivió un descenso, un ascenso y dos agónicas permanencias y se convirtió en el capitán del equipo aragonés. Sus dotes de liderazgo empezaron a florecer, precisamente, de la mano de Javier Aguirre, aquel con el que había perdido su sitio en el Atlético varios años atrás. Ahora, con el mexicano al frente, el madrileño demostraba que estaba preparado. En verano de 2011, justo cuando expiraba su contrato con el Real Zaragoza, a Gabi le llegaron tres suculentas ofertas. La segunda era del Atlético; la tercera no quiso ni escucharla.

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Gabi, capitán eterno. Foto: RUBÉN DE LA FUENTE

El segundo regreso de Gabi a la capital de España despertó recelos en la afición colchonera. El Atlético se encontraba en plena descomposición y el desembarco del canterano se producía en un momento de inestabilidad total, sin entrenador ni director deportivo que pudiera planificar la plantilla. Las salidas de Agüero, Forlán, Ujfalusi, De Gea y los grandes pilares del bloque de Hamburgo sumergieron al club en un período de crisis que se prolongó con Gregorio Manzano en el banquillo. Ni siquiera los fichajes de Radamel Falcao, Diego Ribas, Arda Turan o Adrián López fueron capaces de revertir el rumbo de un equipo que navegaba a la deriva. Prueba de ello fue la eliminación copera frente a un Segunda B como el Albacete Balompié. Aquel fiasco terminó por sentenciar a Manzano y permitió la llegada del hombre que cambiara la historia del club y la carrera de Gabi: Diego Pablo Simeone.

El fichaje del ‘Cholo’, el ‘14’ del ‘Doblete’, tuvo un impacto incalculable en el papel del actual ‘14’ rojiblanco. Con el argentino, Gabi se erigió como el pilar imprescindible del archiconocido doble pivote de Simeone. En esa temporada que pintaba para tragedia, el ‘Cholo’ consiguió la segunda Europa League para el Atlético y rozó la clasificación para la Liga de Campeones. Lo que vendría en los años siguientes es conocido por todos. La temporada 2012/2013, Gabi se convertía en el primer capitán tras las salidas de Antonio López, Perea y Domínguez. Con el brazalete sobre el brazo, Gabi experimentaría los mejores años de la historia de la entidad. El futbolista pepinero alzó en esas temporadas la Supercopa de Europa, la Copa del Rey conquistada en el Santiago Bernabéu al Real Madrid, la legendaria Liga ganada en el Camp Nou y la Supercopa de España.

Por el camino quedaron las dos finales de Champions en las que los rojiblancos rozaron el triunfo con la yema de los dedos. En ambas, cuando las fuerzas flaqueaban en todos los demás, Gabi emergió como el mejor futbolista del Atlético. Para el recuerdo quedó su impresionante despliegue físico en la prórroga de Lisboa con una fisura en la costilla. Nadie más que los médicos lo supieron, pues el capitán no quería transmitir síntomas de flaqueza. De la misma manera que lo hizo aquel niño que creció en campos de tierra y que soñaba con ser futbolista del Atlético, Gabi, el hombre, guardó silencio y trabajó como nadie por lograr esa ansiada Copa de Europa. Sus lágrimas derramadas en Milán todavía conmueven al servidor que escribe estas líneas. Puro coraje y corazón.

Hoy en día, las cifras de Gabi impresionan a cualquier aficionado al fútbol. El capitán rojiblanco es el séptimo futbolista con más partidos en la historia del Atlético de Madrid. A tiro de piedra quedan Juan Carlos Arteche (421) e Isacio Calleja (425), a los que podría superar a principios de la temporada que viene con casi total seguridad. De este modo, Gabi accedería al top 5 de jugadores que más veces han vestido la zamarra colchonera en los 115 años de historia de la institución. Solo Juan Carlos Aguilera (456), Enrique Collar (470), Tomás Reñones (483) y Adelardo Rodríguez (553) le superarían en ese selecto club. Asimismo, Gabi es, actualmente, el segundo futbolista con más temporadas como capitán. El madrileño acumula seis, empatado con Miguel Ángel Ruiz, Adrián Escudero y José Mesa. Solo Enrique Collar, con diez, supera el record del canterano.

Pero donde Gabi no tiene rival es en el número de partidos disputados en Europa. En esa faceta, el capitán es el líder indiscutible de la lista. Con 73 partidos, Gabriel Fernández ocupa el primer lugar en el ranking, seguido muy de cerca por Koke (72). Números de una leyenda que promete prolongarse, al menos, una temporada más. Y es que el contrato de Gabi se renovó automáticamente hace unas semanas en Málaga después de que cumpliera su partido número 25 del curso jugando, al menos, 30 minutos. Así pues, el capitán sumará su duodécima temporada en el club, empatando con hombres como Alfonso Aparicio, Alberto Callejo o Luis Aragonés. Ídolo de la hinchada e icono de la entidad, los hinchas rojiblancos están de enhorabuena. Tal y como lo anunció él en una reciente entrevista, queda Gabi para rato.

Eterno capitán.

 

Fotos: RUBÉN DE LA FUENTE

 

Autor: David Gómez

Alcarreño. Adicto a la buena música y a la escritura. Estudiando y haciendo periodismo con un micrófono y un papel. Esclavo de una pasión llamada Atlético de Madrid.

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