La historia de un club se forja con momentos maravillosos como el que vivieron los aficionados rojiblancos un 5 de noviembre de 1970 en el Estadio del Manzanares (todavía no se había cambiado su nombre por el de Vicente Calderón). Aquel día, el Atlético de Madrid firmó una sensacional actuación en la Copa de Europa. En especial, fue la noche de Luis Aragonés.
En los 1/8 de final de la competición reina en 1970/1971, el equipo madrileño se cruzó con el Cagliari que venía de conquistar la primera y única Liga italiana de su Historia. En el notable conjunto isleño destacaban el extremo zurdo Gigi Riva, el guardameta Albertosi y el delantero Domenghini. En el choque de ida, el 21 de octubre de 1970, la escuadra italiana se impuso por 2-1 en el Estadio Comunale de Sant’Elia. Al descanso, el bloque colchonero perdía por 2-0 merced a los tantos de Riva (42’) y Gori (45’). La eliminatoria se había puesto muy complicada, pero el cuadro rojiblanco redujo distancias con el gol de Luis Aragonés a falta de trece minutos para el final.
En el encuentro de vuelta, el 5 de noviembre de 1970, el conjunto español derrotó por 3-0 a los italianos. El Atlético dio un recital de juego en un Estadio del Manzanares lleno hasta la bandera. Los visitantes apenas pudieron frenar el vendaval rojiblanco de juego y garra. A los 33 minutos, el conjunto local se adelantó gracias al gol de la estrella de la noche, Luis Aragonés. En la segunda mitad, el Atlético encerró a los visitantes en su campo hasta que en el minuto 71 el árbitro señaló penalti a favor de los españoles. Antes de lanzarse la máxima pena, el defensa italiano Tomasini, quien había cometido el penalti, fue expulsado por darle una patada al balón que se encontraba colocado en el punto fatídico de los once metros. Luis Aragonés transformó la pena máxima. En el minuto 89, Luis Aragonés certificó el pase a los cuartos de final con su tercera diana. Tras este tanto, algunos aficionados saltaron al campo a abrazarse con los jugadores. El último minuto se disputó en medio de la apoteosis de un Manzanares radiante de felicidad.
Los héroes de aquella inolvidable noche fueron: Rodri, Melo, Martínez Jayo, Iglesias, Calleja; Luis Aragonés, Adelardo, Irureta, Alberto; Ufarte y Gárate. En el banquillo, Marcel Domingo dirigió con maestría a sus chicos. El presidente Vicente Calderón afirmó:”Se han dejado el corazón en el campo. Se lo había pedido a los jugadores en nombre de Madrid y España”. El Atlético de Madrid accedía con todos los honores a los cuartos de final de la Copa de Europa.