“Flaco, apareció el Atlético de Madrid, lo que siempre quise”

Diego Pablo Simeone (Buenos Aires, Argentina, abril de 1970) cumplió el pasado 12 de febrero 12 años como entrenador…como entrenador, formal, oficial, con título. Porque, para ser sinceros, lleva (o llevaba) siendo entrenador mucho más tiempo. Solo hay que echar un vistazo, por ejemplo, al vídeo del primer Atlético de Madrid – Athletic de Bilbao disputado por Fernando Torres (choque reeditado, por cierto, el pasado domingo) que circula estos días por las redes: en él se ve a un Simeone en su segunda etapa como jugador rojiblanco, primero, en el banquillo, animando y jaleando a sus compañeros; y después, sobre el terreno de juego, dando indicaciones y ordenando al equipo en el terreno de juego.

Tras aquella segunda experiencia en el Calderón como jugador y tras “no sentirse lo suficientemente útil”, volvería a su argentina natal a apurar su carrera como jugador; a Racing, en concreto. Y, tal y como ocurriese con otro mito rojiblanco, Luis Aragonés, Simeone paso directamente del césped al banquillo, del pantalón corto al traje, sin solución de continuidad. Se hizo cargo de Racing en el año 2006 cuando el equipo atravesaba una situación complicada en la tabla clasificatoria; lo salvo del descenso pero, pese a ello, no fue renovado.

Para el Apertura 2006, firmaría por Estudiantes de La Plata, un equipo notable pero, ni mucho menos, considerado entre los grandes (de hecho, ocupa actualmente la séptima posición en la clasificación histórica del fútbol argentino); y lo haría campeón, de ese primer torneo completo que disputase en Argentina como técnico. Fue aquel, uno lo recuerda como si fuese hoy, un campeonato apasionante; un campeonato seguido en España (y, sobre todo, por el aficionado atlético) con muchísimo interés, incluso por aquellos que no habían visto jamás un partido de fútbol argentino; un campeonato en el que Estudiantes llego al final empatado con Boca a 44 puntos y en el que, como consecuencia, hubo de jugarse un desempate: vencería Estudiantes, 2 a 1, empezando a dar forma al mito del Simeone entrenador. Era el Estudiantes de Martín Herrera, de Mariano Andújar, de Pablo Piatti, de José Sosa, de Marcos Angelleri, de ‘la brujita’ Verón en sus últimos años, por citar a algunos de los más conocidos para el público europeo.

choloEstudiantes “Flaco, apareció el Atlético de Madrid, lo que siempre quise”

Simeone celebra el título con Estudiantes. Foto: mundodeportivo.com

Un año más tarde, Simeone decide renunciar a la dirección técnica de Estudiantes para enfrentarse a un reto mucho mayor: River Plate. En su primer campeonato al frente de ‘La Banda’ repite la jugada al proclamarse campeón del Clausura 2008. Pero las cosas no siguen por el mismo camino en los siguientes meses y Simeone presenta su dimisión en noviembre de 2008, cuando el equipo era último en la tabla clasificatoria argentina; de hecho, por el sistema de coeficientes del campeonato argentino, esta hiriente clasificación fue uno de los factores que determinarían el descenso de River a la segunda división en 2011, en una promoción ante Belgrano. Y por cierto, para todos aquellos que creen creer (antes y ahora, ahora y antes) no se puede criticar a Simeone, que conste en acta que a un club como River es mil veces más fácil hacerlo campeón que clasificarlo último; de hecho, clasificarlo ultimo tiene mucho de(mérito), por muchas circunstancias (económicas, sociales y demás) que rodeasen a los Millonarios aquellos años.

Tras la dimisión en River, 2009, 2010 y 2011 fueron, en cierto modo, años de transición, aprendizaje y formación para el Diego Pablo Simeone entrenador: algo más de un año en San Lorenzo de Almagro (sin resultados destacables), media temporada en el Catania (su primera experiencia fuera de Argentina, en Italia, otro país adorado por él, y en la que logra salvar al equipo holgadamente del descenso y lograr la mejor clasificación de la Historia del club en Serie A) y vuelta al origen, a Racing, en el verano de 2011, para hacerlo subcampeón del Apertura 2011 y …

Algún día entre el 11 de diciembre (fecha final del Apertura argentina) y el 21 de diciembre de 2011. Una playa en Mar del Plata (Argentina). Vacaciones de Navidad (verano en Argentina). Diego Pablo Simeone con su hijo pequeño (8 o 9 años en ese momento). Una llamada desde Madrid. Y Simeone coge a su hijo, le sienta y le dice “flaco, apareció el Atlético de Madrid, lo que siempre quise”.

El Simeone jugador abandona el Atlético de Madrid, en su primera etapa, el verano de 1997 y, durante sus 6 años en Italia (2 en el Inter y 4 en la Lazio), sobre todo, en los últimos, siempre se rumoreo su vuelta al Atlético. Simeone llegó a declarar: “yo, la puerta no se la cierro a nadie; y al Atlético, mucho menos”. El Simeone jugador, que abandona el Atlético, en su segunda etapa, en 2005, siempre juro volver al Calderón como entrenador.

Y llegó al Calderón. Llegó como último salvavidas de una directiva (o de una propiedad, por desgracia) que no sabía ya lo que hacer para que el aficionado no se volviese de forma definitiva contra el palco, eso a que siempre han tenido tanto miedo y que demasiado poco ha practicado el socio (o cliente) atlético. Y afirma a Gil Marín “lo único que te prometo es que haré un equipo incómodo” y a fe que lo ha conseguido. Pero, además, de la incomodidad, ha hecho un equipo ganador (como es él, por cierto, en perfecta aplicación de aquel dicho que afirma que “los equipos acaban desarrollando la personalidad de sus entrenadores”), ha creado un equipo que es una jodida (perdóneseme la expresión, pero es lo que aplica) máquina de competir, donde sea y contra quien sea, sin importar circunstancias ni presupuestos (400 millones por encima, por cierto y por si a alguien se le olvida).

Y que se permite ‘el lujo’ (según la prensa del régimen, solo interesada en el duopolio) de ganar títulos o de, en cualquier caso, llevar a los verdaderamente grandes al límite de sus posibilidades.  Así, nada más llegar y cogiendo al equipo más cerca del descenso que de Europa en la temporada 2011/12, es capaz de clasificarlo quinto en la Liga española (y casi llegar a la Champions) y ganar la UEFA Europa League; el verano siguiente, es capaz de derrotar al Chelsea en la final de la Supercopa de Europa… pero no solo de derrotarlo, sino de pegarle uno de los repasos más grandes que ha visto el fútbol de elite (4-1, con el inolvidable Radamel Falcao García como máxima expresión de aquel excelso partido).

%name “Flaco, apareció el Atlético de Madrid, lo que siempre quise”

Simeone con la Supercopa conquistada frente al Chelsea. Foto: rtve.es

Y suma sigue, la temporada siguiente, 2012/13, primera completa, prepara al equipo ‘escrupulosamente’ para ganar el título cree tiene a su alcance, la Copa del Rey; y lo hace de la mejor manera posible: al Real Madrid, el eterno enemigo, en su casa, en el Santiago Bernabéu y tras una apasionante prorroga. Y la campana 2013-14, lo que probablemente sea, hasta la fecha, el culmen de su obra en el Calderón: el campeonato de Liga logrado, después de 22 años y en unas circunstancias que no invitaban precisamente al optimismo. Tras mantenerse toda la temporada con opciones de pelear el título liguero, entre aquellos famosos comentarios de “ya caerá el Atleti”, el equipo rojiblanco se jugó la Liga, en la última jornada, ante el Barcelona, en el Nou Camp. La victoria daba la Liga a los azulgranas, mientras que el empate y la victoria visitantes, se la daba al Atlético. Pocos apostaban por los de Simeone pero, una vez más, volvieron a romperse los pronósticos y un gol de Godin (de cabeza, especialidad de la casa) hizo que el titulo viajase a Madrid; y que Simeone pronunciase en Neptuno aquella frase que ya se ha convertido en lema para los atlético: “si se cree y se trabaja, se puede”. Para culminar aquella temporada, Simeone logra clasificar al Atlético para la final de la Champions 40 años más tarde; y logra que el equipo luche por ella hasta el minuto 93, cuando un gol de Sergio Ramos, en extrañas circunstancias, aboca al Atlético a una prorroga en la que pago el infinito esfuerzo físico de los 90 minutos iniciales y fue ampliamente derrotado.

La campaña 2014/15 comenzaría de la misma manera que concluyo la 2013/14: con título; en este caso, con la Supercopa de España ganada al Real Madrid, siendo éste, hasta la fecha, el último título ganado por el Atlético de Simeone. Desde entonces, quedará siempre para el recuerdo la segunda final de Champions disputada por el Atlético también frente al Real Madrid en Milan. Tras unas semifinales apasionantes y durísimas contra el Bayern de Múnich, los de Simeone caerían otra vez en la final y, en esta ocasión, de la forma más cruel posible: en la tanda de penalties y tras el fallo de quien menos lo merecía (si alguien merece tal crueldad), Juanfran.

Vendrían, después, aquellas declaraciones de Simeone considerando un fracaso haber perdido la Champions (por cierto, para los que le acusan de falta de ambición, Simeone considera un “fracaso” perder con un equipo que tiene más Champions que Ligas el Atlético, como recuerda siempre el gran @rubenuria) y afirmando que debía reflexionar sobre su futuro, que pusieron en vilo a toda la afición rojiblanca. Pero el tiempo, como casi siempre, va curando todo y Simeone sigue trabajando en el banquillo del Calderón con un único objetivo: hacer al Atlético campeón de Europa. Que nadie se equivoque, no va a cejar en el empeño, no se marchara de Madrid sin hacer al Atlético campeón de Europa. Y la ocasión la pinta calva, que diría un castizo: 2 de junio de 2019 en el Metropolitano. No digan que no les avisé.

 

Foto de portada: RUBÉN DE LA FUENTE

 

 

Autor: Vicente Soto

Nacido en Madrid, Criado en Ferrol. En Grenoble por trabajo. Ingeniero dedicado a las finanzas. Apasionado del fútbol. Atlético "a muerte". Socio nº 7646

Comparte este contenido en
468 ad

Envia un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies