Este sábado, el Atlético de Madrid regresará a la competición en un duelo directo frente al Barcelona. Dos semanas después de la remontada épica frente al Athletic, el Metropolitano se vestirá de gala para uno de los partidos más importantes de la temporada. Y lo hará con un nuevo césped. El cambio del terreno de juego era una demanda solicitada a gritos tanto por los aficionados como por los jugadores y el cuerpo técnico rojiblanco. Desde el primer partido liguero con el Rayo Vallecano, el verde del Metropolitano ha mostrado un estado preocupante. En estos tres meses y medio de competición, la blandura del tapete ha propiciado que este se levantara con facilidad y que la circulación del balón fuera muy irregular. Pero no solo eso. Muchos achacan la plaga de lesiones sufrida por los futbolistas colchoneros al pésimo estado del terreno de juego en su estadio.
Uno de los principales damnificados por las lesiones en este inicio de campaña ha sido Diego Costa. El delantero de Lagarto no dudó en cargar contra el césped del Metropolitano al concluir el primer partido de la Champions en el Louis II de Mónaco. Preguntado por las malas condiciones del verde en la capital del principado, Costa respondió: “Nuestro campo está horrible. Es un campo que cambió mucho de una temporada a la otra. Entre nosotros estábamos hablando con la gente ahí que no podemos tener un campo en casa tan malo”.
Las palabras del ariete hispano-brasileño evidenciaron el malestar general de una plantilla seriamente afectada por las dolencias físicas. Pese a que muchas voces críticas aluden a la preparación física o a la carga de partidos, el césped del Metropolitano y el del Cerro del Espino ocupan un lugar preponderante en esa lista de razones para explicar la anómala epidemia que afecta a la plantilla atlética. Pocos comprenden un cambio tan grande en el estado del terreno de juego del coliseo rojiblanco, pues la pasada campaña se erigió como uno de los verdes más envidiables de la Primera División. Sin embargo, desde que se levantara el anterior césped a partir del concierto de Iron Maiden y se plantara el nuevo, todo han sido problemas.
¿Cuáles son los motivos? Desde Royalverd, la empresa gerundense dedicada al mantenimiento del terreno de juego del Metropolitano, se alude fundamentalmente a la carga de partidos. Y es que el césped del feudo colchonero ha acogido, desde el mes de agosto, un total de 17 partidos: 9 del Atlético de Madrid y 8 del Rayo Majadahonda. Las obras de ampliación del Cerro del Espino obligaban al cuadro majariego a disputar sus encuentros en el Metropolitano si quería competir en la Segunda División española. Por ello, el terreno de juego del estadio de San Blas se ha visto forzado a soportar una carga de partidos superior a la de otros campos. Tanto es así que, en algunas jornadas, ni siquiera transcurrieron 24 horas entre el partido del Atleti y el del Rayo.
En un intento de solventar este problema, los técnicos de mantenimiento del estadio añadieron a los trabajos habituales un tratamiento de aporte de ozono al agua de riego con la finalidad de mejorar el enraizamiento y que el césped agarrara cada día más fuerte. Sin embargo, la carga de partidos ha impedido que esta medida tuviera éxito. Finalmente, el Atlético de Madrid ha aprovechado el parón de selecciones para cortar por lo sano y llevar a cabo el cambio de césped. Este lunes, la web oficial del club confirmaba la implantación del nuevo terreno de juego, que tendrá casi seis días para consolidarse y recuperar la calidad perdida.
Según fuentes de Royalverd, se trata de un césped híbrido que cuenta con un pequeño porcentaje de césped artificial entre el natural. Además, el terreno de juego posee también una malla que le otorga una mayor consistencia. Esta fórmula, utilizada con excelentes resultados en otros campos como el Santiago Bernabéu, San Mamés o Cornellà-El Prat, pretende dotar al verde del Metropolitano del nivel que tanto demandan los futbolistas del Atlético de Madrid.
El partido del sábado será una prueba de fuego para el nuevo tapete, pues no solo los rojiblancos lo mirarán con lupa. Desde el entorno del Fútbol Club Barcelona también se han mostrado preocupados por el estado del césped. Suele ser habitual que la entidad azulgrana manifieste su preocupación por el campo cada vez que juega contra el Atlético de Madrid. Más allá de si el terreno de juego está demasiado seco o alto, el conjunto culé espera que no se repitan las imágenes vividas en el Estadio José Zorrilla en la segunda jornada de Liga. La tardía plantación del nuevo césped en el campo del Real Valladolid provocó que los jugadores pucelanos y los barcelonistas jugaran sobre un tapete en ínfimas condiciones. Aquella imprudencia le valió al Valladolid una denuncia de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Una situación que el Atlético de Madrid pretende evitar a toda costa.
Por si esto fuera poco, cabe destacar que, desde el club, ya han anunciado que este será el césped del Metropolitano hasta final de temporada, lo que significa que en él se disputará la próxima final de la Champions. Por ello, desde la UEFA también estarán pendientes del comportamiento del nuevo terreno de juego. Todos esperan que el verde del feudo colchonero pase su primer test con nota. Será, sin ninguna duda, su examen más exigente.
Foto: Rubén de la Fuente