Adrián Escudero permanece con letras de oro en la historia del Club Atlético de Madrid. El delantero madrileño es el máximo goleador del Atlético en Liga, nadie ha marcado más tantos que él vistiendo la camiseta rojiblanca. Escudero marcó una época y su nombre siempre se recuerda con nostalgia, devoción y admiración por los viejos aficionados que llenaban el Stadium del Metropolitano. Nació el 24 de noviembre de 1927 en Madrid. Desde niño, se dedico a jugar al fútbol. Tras pasar por el C.D. Ronda y el Banco Hispano Americano, Escudero llegó al Mediodía, donde sobresalió como un extremo izquierdo fino, valiente, con un buen disparo y unas ganas tremendas de llegar a lo más alto. En enero de 1946 fue fichado por el Atlético Aviación y así lo contaba el madrileño:
“El Mediodía era un equipo que estaba subvencionado por el Madrid. Así, todos los jugadores del Mediodía que interesaban al Madrid se iban al equipo blanco. Pero yo fiché por el Atleti. Años después de fichar por el Atleti coincidí en una cena con Santiago Bernabéu, presidente del R.Madrid, y me dijo que había oído que yo había dicho que el Madrid no me quiso fichar del Mediodía y por eso me fui al Atleti. Bernabéu me aseguró que esto no era cierto ya que el Madrid sí quiso ficharme lo que pasa es que el presidente del Mediodía era un poco pirata y aceptó un dinero aparte para su bolsillo del Atleti y así me vendió al Atleti. Incluso al año siguiente el Mediodía desapareció. Fiché con 17 años por el Atleti y entonces no se podía jugar en Primera División hasta cumplir los 18 años. Yo en el Hispano (15 años) y en el Mediodía jugué con menos de 18 años pese a que tampoco se permitía jugar en equipos federados con menos de esa edad, pero en esos equipos me habían falsificado mi edad con la partida del nacimiento. El Atleti se dio cuenta del asunto y esperó a que yo tuviese los 18 años para debutar con el club colchonero. Además, el engaño ya había sido descubierto”.
El 27 de enero de 1946, Adrián Escudero debutó ante el ben Las Corts con derrota del At. Aviación por 2-1. El 3 de febrero, Escudero debutó a lo grande en el Metropolitano; el At.Aviación goleó por 5-2 al Hércules y Escudero marcó el primer gol del choque. El delantero rojiblanco añade que “al principio la afición y el entrenador no confiaban mucho en mí. Era un jugador muy alto y flaco que me costó convencer a la gente. Luego, ya me hice con un hueco en el once rojiblanco”.
Escudero ocupó plaza en tres excelentes quintetos atacantes del At.Madrid. Así, formó parte de la “Delantera de seda” compuesta por Juncosa, Vidal, Silva, Campos, Escudero durante la temporada 1947/1948; de la “Delantera de cristal” formada por Juncosa, Ben Barek, Pérez Paya, Carlsson y Escudero en las campañas 1950/1951 y 1951/1952; y de otra gran delantera con Miguel, Molina, Escudero, Peiró y Collar durante la temporada 1955/1956. A partir de la 52/53, Escudero ocupó el puesto de delantero centro gracias a la idea de Helenio Herrera y continuada por el resto de técnicos. El 14 de septiembre de 1952, en la primera jornada de Liga, el Atlético de Madrid goleó por 5-1 al Oviedo en el Metropolitano. Helenio Herrera situó a Adrián Escudero de delantero centro mientras que el joven Callejo ocupó el extremo izquierdo. La prueba resultó un éxito ya que Escudero marcó dos goles y rayó a gran nivel en la punta del ataque.
Escudero era ya un ídolo de la afición colchonera. Sus goles, su juego, su pundonor, su calidad, su categoría y su amor a los colores provocaron la admiración del hincha. Así, el 6 de enero de 1955, el Metropolitano se llenó en el encuentro homenaje a Adrián Escudero; el At.Madrid goleó por 4-1 al Wiener Sport (Austria). Escudero recuerda que actuaron con el Atlético los madridistas Di Stéfano, Oliva y Molowny, así como el exrojiblanco Ben Barek que militaba en el Olympique de Marsella. La afición premió con una calurosa ovación a Escudero, que dio la vuelta al campo en medio del clamor del público; además, el delantero madrileño recibió numerosos regalos, trofeos, obsequios y ramos de flores; incluso el Ayuntamiento de Madrid le concedió la Medalla de Plata al Mérito Deportivo.
En la temporada 1955/1956, una inoportuna luxación en su codo izquierdo le impidió jugar la final de la Copa del Generalísimo; el At.Madrid perdió por 2-1 contra el At.Bilbao. En las siguientes campañas, Escudero perdió protagonismo y cada vez jugó menos encuentros. Al final de la campaña 1957/1958, se retiró. Defendió la camiseta del club de sus amores durante 13 temporadas jugando 287 partidos de Liga marcando 150 goles con lo que figura al frente de los goleadores del Atlético en la competición nacional; además, contabilizó 37 encuentros de Copa con 18 tantos y otros 6 de otras competiciones oficiales (Copa Eva Duarte de Perón y Copa Latina) con 2 goles. Así, Escudero sumó 330 encuentros oficiales logrando 170 tantos. Conquistó dos Ligas (1949/1950 y 1950/1951), una Copa del Presidente de la Federación Española (1947) y una Copa Eva Duarte de Perón (1950/1951), además de un subcampeonato de la Copa del Generalísimo (1955/1956) y otro de la Liga (1957/1958). Finalmente, el madrileño jugó tres partidos (1 gol) con la selección española.
Después de su retirada como jugador, Escudero pasó a formar parte del cuerpo técnico del club como entrenador de los amateurs y juveniles, más tarde ayudante del primer entrenador y en una serie de partidos actuó como máximo responsable del At.Madrid. Sin duda alguna, el nombre de Escudero estuvo, está y estará siempre ligado a la historia del Atlético de Madrid. “El Chava”, así le llamaban sus compañeros. Falleció el pasado 8 de marzo de 2011 y forma parte del panteón de glorias del conjunto rojiblanco, que permanecerá para siempre en la memoria colectiva.
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