Los rojiblancos se la juegan en el Parque de los Príncipes en un partido en el que es imprescindible sumar para seguir vivos en la lucha por los Play-off
El Atlético de Madrid atraviesa un momento delicado en este arranque de temporada, especialmente en Liga de Campeones, donde las derrotas ante Benfica y Lille desmoralizaron a una hinchada que quiere redimirse. París, la cuidad de la luz, es una gran oportunidad para los rojiblancos de redimirse y revertir esta mala dinámica, para la cual hay bastante margen de maniobra. Tanto Diego Pablo Simeone como sus futbolistas saben que el de esta noche no es un partido más, un duelo a cara de perro en el que los del Cholo han de sacar a relucir su mejor juego.
Tocados, pero no hundidos
París puede ser un bote salvavidas para un Atlético que ahora mismo está fuera de la competición como vigesimoctavo clasificado. El conjunto colchonero tiene un golaveraje en contra bastante abultado, especialmente después de encajar otro carro de goles en casa ante el Lille hace unas semanas. Lisboa dejó secuelas, siendo este el inicio de una debacle europea que había empezado de dulce tras remontar en los últimos compases de su estreno ante el Leipzig, debacle a la que se le ha de poner remedio esta noche.
En frente, el PSG de un Luis Enrique que tuvo ocasión de comparecer ayer ante los medios, donde aprovechó para alabar al Atlético y a su rival en el banquillo. El asturiano se deshizo en elogios hacia Simeone, de quien afirmó tener «profunda admiración dada su trayectoria y los años que lleva en el club». El antiguo seleccionador nacional afirmó que el Atlético «ha tenido mucha suerte de toparse con Simeone, es increíble lo que ha hecho con el equipo». Sin embargo, esta noche no habrá cordialidad alguna sobre el verde entre dos equipos que nunca antes se habían enfrentado en competición europea.
Mucho que perder, pero mucho que ganar
Una derrota en París es el último de los guiones deseados por un Atlético sumido en el pozo de la Liga de Campeones desde hace varias jornadas. Ganar en suelo francés auparía considerablemente los ánimos y la situación de un conjunto colchonero que esta noche tendrá que lidiar con la difícil tarea de frenar las arremetidas del PSG sin uno de sus hombres de confianza, José María Giménez. El uruguayo es baja por sanción, lo que obliga a Simeone a apostar por una defensa conformada por Lenglet, Witsel y Molina como central derecho, con Galán y su hijo Giuliano, en plena forma, en los carriles.
El ataque del PSG es su mayor fuerte, con grandes jugadores de por medio como Ousmane Dembele o Barcola, que está en racha y quiere ser la pesadilla de los defensores colchoneros. Los franceses cuentan con una potente maquinaria en un centro del campo comandado por los talentosos Vitinha y Zaire-Emery y una defensa liderada por el veterano Marquinhos, zaguero chapado a la antigua que pretende ponerle las cosas complicadas a Julián Alvarez, máximo goleador del equipo, y compañía. En portería estará el ‘kilométrico’ Donnarumma, quien tratará de detener los lanzamientos rojiblancos, que han de sucederse si se quiere doblegar a uno de los mejores equipos del viejo continente.
Duelo de gladiadores
El Atlético partirá presumiblemente con: Oblak, Giuliano, Molina, Witsel, Lenglet, Galán, De Paul, Koke, Gallagher, Julián Alvarez y Griezmann.
El PSG, por su parte, apunta a repetir el mismo ‘11′ que ante el Olympique de Marsella hace dos jornadas con: Donnarumma, Hakimi, Marquinhos, Pacho, Nuno Mendes, Vitinha, Neves, Zaire-Mery, Barcola, Dembele y Kang in Lee.
La victoria pertenece a los más tenaces
Como lema parisino, siempre están presentes las palabras del célebre Roland Garros, quien afirmó en su momento que «la victoria pertenece a los más tenaces». Eso ha de ser el conjunto de Simeone esta misma noche: un equipo tenaz y decidido a darle un vuelco a su complicada situación con buen juego y ganas de llevarse a casa tres puntos de oro. A expensas de que todo vaya según lo previsto y el Atlético pueda escapar de la cárcel europea que suponen los puestos de eliminación, los rojiblancos saben que el duelo de esta noche es a matar o morir.