Este domingo vuelve el Atlético de Madrid. Quienes no han vuelto todavía son los internacionales sudamericanos que tuvieron que jugar su tercer partido en una semana durante la madrugada del viernes. Parece mentira que, en esas condiciones, los rojiblancos afronten su regreso a la competición en Cornellà-El Prat. Son los resultados del esperpento diseñado por la FIFA, la Liga y las respectivas federaciones nacionales. Así, mientras Barcelona y Sevilla llegarán plenamente descansados a sus compromisos de Liga de Campeones, el Atleti contará con un día menos de preparación para su debut continental frente al Porto. Y por supuesto, tampoco podrá disponer de Giménez, De Paul, Correa y Cunha. Todo ventajas.
En la enésima batalla librada entre los adalides del fútbol de la gente, el Atlético de Madrid ha sido, una vez más, el gran damnificado. A los colchoneros no les queda otra que sobreponerse a un nuevo contratiempo y esperar que el bochorno de esta ventana de selecciones no se vuelva a repetir. Mientras ese litigio se dirime, a Simeone le toca reinventarse. Las dos semanas de parón han sido especialmente satisfactorias para el técnico argentino. El ‘Cholo’ ha ido recuperando varias piezas valiosas en estas dos semanas. Felipe, João Félix y Luis Suárez -que se retiró tocado del partido contra el Villarreal- han ido vaciando paulatinamente la enfermería para ponerse a disposición de Diego Pablo.
Sin embargo, la gran noticia de estas semanas en clave atlética ha sido el retorno de Antoine Griezmann. Es por todos sabido el afecto que tiene el entrenador bonaerense hacia el galo, de ahí que el club haya estado peleando su regreso hasta el último minuto del mercado de fichajes. Con el francés de vuelta, Simeone ha conseguido apuntalar un ataque de ensueño junto a Suárez, Correa, João y Cunha. Para más inri, el nuevo ‘8’ rojiblanco se ha encargado de despejar cualquier duda sobre su rendimiento con tres goles en dos encuentros con Francia. El buen estado de forma evidenciado por el ‘Principito’ invita a pensar que Griezmann podría ser de la partida en su ‘redebut’ frente al Espanyol. Más aún, teniendo en cuenta lo justos que llegan físicamente el resto de atacantes.
Es en la delantera donde reside el gran dilema de Simeone para mañana. El resto del once parece bastante perfilado con Oblak en la portería; Savić, Felipe y Hermoso de centrales; Trippier y Carrasco de carrileros; y Koke, Llorente y Lemar en la medular. De los dos puestos de arriba, uno parece fijo para Luis Suárez. Al charrúa solamente lo apartaría de la titularidad cualquier molestia o recaída de sus problemas de rodilla. Su acompañante saldría de la dupla Antoine-João. En contra del portugués juega el hecho de salir de una larga recuperación por su lesión en el tobillo derecho. Por ello, es bastante probable que el ‘Cholo’ apueste por introducirlo poco a poco en el equipo.
Con todo este arsenal de variantes, el Atlético de Madrid viajará a uno de sus estadios malditos de la categoría. Apenas tres victorias en doce visitas representan el pobre bagaje de los colchoneros en el RCDE Stadium. El último de los triunfos rojiblancos en el feudo perico se produjo hace ya más de cuatro años, cuando un solitario gol de Griezmann le dio los tres puntos al cuadro madrileño. Desde entonces, el Atleti ha encadenado una racha de dos empates y una derrota en tierras blanquiazules. Este domingo, en plena sobremesa, los colchoneros intentarán despachar un difícil compromiso que, de imperar la lógica, no se debería jugar. Pero ya se sabe: el sentido común es el menos común de todos los sentidos; más si cabe, en este gran negocio llamado fútbol. Contra todo, contra todos.
