De Paul va por rachas, donde siempre predominan las malas. El ‘motorcito’ no termina de arrancar, siempre se queda a medias y, por una cosa u otra, siempre aparece como protagonista de las últimas cagadas del Atlético de Madrid.
Su última actuación fue preocupante. Entró en el minuto 64 para dar oxígeno al equipo, control de balón y buscar esa profundidad que tanto le faltaba al Atleti en Anoeta. Pues bien, no hizo nada de eso. De Paul se pasó los 26 minutos trotando, presionando a medio gas, cambiando balones de una banda a otra que eran un ‘caramelito’ para los defensas y, cómo no, su especialidad, exagerando entradas, levantar los brazos y dar la turra constantemente al árbitro.
En cuanto a la profundidad, pues todos lo vimos. Un sencillo pase en largo que para el pie derecho de Trippier habría sido una asistencia de gol, pues para De Paul fue un pase hacia atrás, sin mirar y regalándosela al rival. Esto, queridos, lo hace en el minuto 84 de partido. ¡Un pase sin mirar! Algo que te suelen enseñar a no hacer en categoría alevín…
Pero es que lo de De Paul es una tras otra, un jugador sobrevalorado. Falta de actitud, sobrepasado en el centro del campo y que nunca se ha echado el equipo a la espalda. Ni en el Atleti ni en Argentina, donde tiene a McAllister y Enzo que le dan mil vueltas. Recuerdo la eliminatoria ante el Inter de Milán, en San Siro, cuando vuelve a regalar otro balón al delantero ‘nerazzurri’ y nos marcan gol. El partido en Dortmund fue otro en los que el campeón del mundo se aportó entre cero y nada.
Da rabia ver jugadores tan vagos y poco comprometidos, sobre todo cuando venimos de jugadores que eran auténticos guerreros. Tendrían menos calidad que De Paul, pero ya os digo que Gabi, Tiago, Mario Suárez o hasta los Thomas y Augusto Fernández eran eran más inteligentes, más efectivos y echaban más huevos que la ‘estrellita’ argentina.
Le he dado mil oportunidades a De Paul. Mil. Pero no arranca. Juega tres partidos bien (siempre en casa) y luego se evapora. Otro día hablaré de su compatriota Molina, que tiene para un libro. Pero yo me he cansado, no puedo más con jugadores que no son profesionales, van de paseo a los estadios y que su nivel de exigencia es salir repeinadito en las fotos. Para mí, y que sea cuanto antes, venta clarísima. El sustituto debe estar en la Premier, donde hay jugadores ADN Atleti, como Gallagher.
9 octubre, 2024
Pues la única persona que puede sentar a De Pol, es el Cholo. ¿Porqué no lo hace?
9 octubre, 2024
Que te ponga a ti y de DT también, soba.
9 octubre, 2024
Estás perdido. Si no tienes nada que decir, busca pasar el tiempo en otro lado. ¡Abogado de pasillos!
9 octubre, 2024
Sabes insultar mejor que escribir, canelo.
10 octubre, 2024
Aprendí de tí.
11 octubre, 2024
No, ninguna de las dos cosas las aprendiste de mi, el insulto te sale de dentro y, lo otro, están tus escritos para quien quiera verlos.
10 octubre, 2024
Para De Paul, el Atlético es como un balneario de argentinos. Da igual que el gol de Militao sea de un pase que él no impide. Da igual el pase que da a Oyarzábal para que asista en el gol de la Real Sociedad. Da igual el fallo en Milán contra el Inter del año pasado y tantos y tantos otros errores y falta de intensidad y de talento, Simeone tiene favoritos y su cabezonería le impide cambiar.
Si los fallos repetidos y tolerados uno tras otro, además de su desidia ya cargante, de este futbolista, que seguro es mejor de lo que demuestra, los tiene otro, especialmente de la cantera, no vuelve a jugar mientras Simeone sea entrenador. Es sorprendente la cantidad de oportunidades que ese futbolista ha desperdiciado. No debe volver a jugar, hay que traspasarlo en el mercado invernal al mejor postor.
Por mucho menos se ha descartado a Galán, por ejemplo. Y sin embargo, salvo aquel partido de Glasgow, en el que el extremeño no tuvo toda la culpa, pues el 1-5-3-2 fue clave para permitir meter dos goles al rival, ha hecho buenos partidos cuando se le ha dado la oportunidad.
La vuelta al 1-4-4-2 es imprescindible, incluso para no fatigar en exceso a todo el equipo.
Sería mejor que el Atlético de Madrid tratase de traer jugadores alemanes, incluso más que los ingleses como Gallagher. Los jugadores alemanes son los que más se ajustan a la intensidad y contundencia que un equipo de Simeone requiere. No debe ser muy complicado fichar a algunos para el centro del campo y la defensa. Se necesita, al menos, otro medio centro, en lugar de De Paul, un central en lugar de Witsel y un lateral derecho en lugar de Nahuel Molina.
10 octubre, 2024
No os canséis. Esto no va a cambiar, puede jugarse algún partido bueno en casa, pero a la siguiente salida, (vuelta la burra al trigo).
29 octubre, 2024
El problema es a quién traer en lugar de Simeone.
Si mala es la situación actual (con todo, el equipo está 4º. Ojo, 4º y en posición Champions. Jugando horroroso, vamos, casi jugando a perder a posta, pero en puesto Champions. Que no se olvide esto también), ¿cómo era con los Ferrando, Bianchi, Manzano, Aguirre, Flores, etc.? Que el Atleti no nació ayer. Y que con Radomir Antic (q. e. p. d.) si, ganó un doblete, sí, jugó marcando muchos goles, sí, Pantic, sí, Kiko, sí Santi Denia, pero flor de un solo día. A partir de ahí, caída en picado hasta no parar hasta Segunda División.
Si hay que sustituir a Simeone por otro Quique Sánchez Flores, por otro Gregorio Manzano, por otro César Ferrando, por otro argentino como Bianchi, por otro Aguirre, pues espero que no cuente con la aplastante mayoría de la afición.
Y Klopp, ¿vendría al Atleti habiendo lo que hay en plantilla? Soñar es gratis, pero los entrenadores son muy celosos de su currículum, muy vanidosos como para aceptar no ya un reto, sino una ruleta rusa directamente, que eso es lo que sería entrenar al Atlético de Madrid.
Simeone seguro que querría quedarse en el equipo hasta ganar la Champions. Pero el tren de la Champions ya pasó para el Atlético de Madrid con la derrota de 2016. A partir de entonces el equipo no ha hecho más que un lento pero persistente descenso de calidad. Y no hay visos de corrección.