Vuelve el fútbol. Sin matices, sin restricciones. Se acabó el circo de los sorteos y las solicitudes. Terminaron los ambientes a medias, los palcos con bula y la criminalización al hincha de a pie. Ningún abonado tendrá que quedarse en su casa por la voluntad discrecional del «azar». Seguirán existiendo los vendedores de bolígrafos, pero eso es arena de otro costal. Quien quiera estar, estará. Al 100%. Porque solo así se entiende la vida y solo así se vive el Atlético de Madrid.
Quien escribe estas líneas no puede evitar esbozar una sonrisa de satisfacción al imaginarse la atmósfera del Metropolitano esta noche. La lentitud casi provocadora del Gobierno central y las comunidades autónomas en el regreso del público, así como las vicisitudes del calendario asimétrico, han querido que la vuelta total de la gente se produzca en un escenario inmejorable. A la capital de España llega todo un Fútbol Club Barcelona. Del conjunto de Ronald Koeman apenas queda el nombre. La crisis que afecta a ‘Can Barça’ desde la salida de Lionel Messi evoca épocas demasiado pretéritas. Con el técnico holandés completamente sentenciado, el Atleti tendrá la oportunidad de darle el golpe de gracia.
Ese es, precisamente, el gran peligro de esta velada. No es el cuadro de Simeone un equipo acostumbrado a los trámites cuando tiene el viento a favor. Los partidos de Getafe y Alavés son un buen indicativo de ello. Desde la vuelta del parón, los rojiblancos atraviesan un momento de zozobra. La perseverancia y la jerarquía de los hombres de arriba han permitido salvar la papeleta en muchos duelos, pero las dudas en el juego son evidentes. El equipo todavía no ha dado con la tecla que le llevó a volar la temporada pasada. Pese a ello, la épica remontada del martes en San Siro ha servido para calmar las aguas y devolver el estado de optimismo a la parroquia atlética.
Los dos héroes de Milán serán los grandes protagonistas del encuentro. El primero es Antoine Griezmann. El francés se reencontró con el gol después de siete partidos en los que no había sido capaz de tirar a puerta. Igual que le sucedió con el Porto, el ahora ‘8’ colchonero ofreció sus mejores prestaciones saliendo desde el banquillo. Sin embargo, su presencia en el once será una incógnita hasta el final. Quien sí tiene garantizada su salida de inicio es el otro nombre propio de la cita: Luis Suárez. El charrúa terminó esta semana con su sequía de seis años sin anotar en un partido fuera de casa de la Champions. Ambos han vivido experiencias parecidas en sus salidas de la Ciudad Condal. Esta noche, el fútbol les dará una oportunidad inigualable de redimirse.
Pero ni Antoine ni ‘Lucho’ son las únicas alternativas que maneja Simeone en el ataque. Ya van varios encuentros en los que el ‘Cholo’ ha aglutinado todo su arsenal ofensivo en las segundas partes, por lo que no se descarta que pruebe de inicio con un cambio de sistema. Sin Kondogbia, Rodrigo de Paul y Thomas Lemar parecen fijos junto a Koke, lo que llevaría a Marcos Llorente al carril diestro. Las grandes dudas del técnico argentino residen en el centro de la zaga y en punta. De primeras, parece prácticamente seguro que Diego Pablo apostará por los tres centrales, aunque la incursión de Lodi en un 4-3-3 por Hermoso no es improbable. Arriba, el misterio está en averiguar al acompañante de Suárez. Correa es el titular, pero los últimos ensayos apuntan a João Félix. La exhibición del portugués en Italia bien puede merecer un puesto.
Juegue quien juegue, con quien sí podrá contar Simeone es con su gente. Más de 68.000 personas abarrotarán de nuevo el estadio hasta la bandera. Un gran bufandeo aguardará al equipo en la víspera del partido. La ocasión no merece menos. Desde el Frente se decía bien claro: o todos o ninguno. Esta vez, seremos todos. Ya era hora.