Cuánto se ha hablado, y se seguirá hablando, de ti; nunca más de la cuenta sino ni más ni menos que lo que te has ganado. Todos los que tuvieron el placer de presenciar en persona tu despedida en el Metropolitano, podrán corroborar que el ambiente que se vivió ahí fue el más agridulce de los momentos: felices por ser partícipes de tan especial adiós; y tristes porque nunca hubiéramos querido que llegase el día, Fernando.
Siempre has recalcado que el Atlético de Madrid es aquel equipo que en Segunda División estaba rodeado de su afición, sin importar títulos, posición en la Liga o camisetas vendidas. Cada lunes estabas orgulloso de lucir la camiseta rojiblanca en el colegio, ¡qué más daba el resultado de tu Atleti en esa jornada! Lo fácil es ser seguidor colchonero ahora; lo bonito, antes. La de jugadores que habrán pasado por el equipo de tus amores mientras tú eras un niño, la de compañeros que tuviste cuando eras uno de ellos… Y tú, solo tú, has sido capaz de conseguir que miles de atléticos se vean reflejados en ti. Eras la luz en aquellos años horribles para el Club en lo deportivo y social (pocos se acuerdan de esos momentos, pero existieron, ¡vaya si existieron!). Diste todo y eso siempre te lo agradecerán.
Gracias por llevar los colores rojiblancos por el mundo, sufrir con las finales, alegrarte por los triunfos y emocionarte como uno más, mientras vestías otra camiseta. Cada vez que tenías que elegir uno de los mejores momentos, o el que recuerdas con más cariño, en el Atlético de Madrid, decías que te quedabas con la presentación en tu vuelta a casa. Posiblemente, nadie tenías más ganas que tú de volver a vestir la camiseta de rayas y saltar al césped del Calderón como local. Volviste, y entraste en la historia por números. Aún más. Tú diste las gracias a tu abuelo por hacerte del Atleti, y el Atleti te da las gracias a ti por haberle elegido. El Vicente Calderón, y ahora el Metropolitano, llorarán la ausencia de su ‘Niño’, pero siempre les quedará la esperanza de que vuelvas al lugar donde te mereces.
Pasaste de jugador a ídolo, y de ídolo a lo que eres para todos hoy, mañana y siempre: LEYENDA. Fernando Torres, gracias por ser Atlético de Madrid.
Foto: Rubén de la Fuente